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Los gatos utilizan la arena del parque infantil de la plaza de Aurelio Hernández, en el polígono residencial de San Millán, para dejar sus excrementos. / ROCÍO PARDOS

Vecinos del polígono residencial de San Millán denuncian “abandono” de las zonas verdes y espacios públicos en el entorno de la plaza de Fernán González, conocida popularmente como de la pirámide.

El barrio de San Millán forma parte de la ciudad vieja de Segovia, la declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial, aunque con la excepción de su espléndida iglesia románica y una pequeña parte del caserío diseminado por la calle de Santo Domingo y otras pequeñas vías en torno al templo, la bajada del Carmen y la plaza de la Tierra, se trata de una barriada en casi continuo estado de degradación urbana, cuyo epicentro es el polígono de viviendas de protección oficial construido en los años setenta del siglo pasado. El perfil de los residentes es el de personas por encima de los sesenta años, en un alto porcentaje, ya que ocuparon las viviendas hace cincuenta o cuarenta años, según los casos, porque el proyecto se desarrolló en dos fases.

No es la primera vez que los vecinos alertan de situaciones insalubres en el barrio. Ya en 2014 el Ayuntamiento puso en marcha, a través FCC, empresa concesionaria de la limpieza viaria, un tratamiento para la eliminación de roedores en la plaza de Echegaray y zonas cercanas, en este polígono residencial, después de recibir testimonios de que las ratas emanaban de las alcantarillas.

En ese momento, tanto los responsables municipales como la Asociación de Vecinos apuntaron a “malas prácticas” de personas que suelen dejar comida en la vía pública destinada a los gatos callejeros, lo que provocó que las ratas salieran de sus refugios atraídos por la comida.

Los inconvenientes de la colonia de gatos de San Millán ya se hicieron notar a El Adelantado el año pasado por algunos vecinos durante las obras de acondicionamiento de la plaza de Fernán González para convertir la pirámide y la plaza en sí en un proyecto artístico y social que perseguía también revitalizar el barrio. Entonces ya indicaron que las deposiciones de los gatos son frecuentes y abundantes en espacios públicos como el parque infantil que limita con esta zona, en la plaza de Aurelio Hernández, donde también se encuentra un parque biosaludable para adultos y una pista polideportiva vallada.

El Adelantado ha comprobado la existencia de excrementos y también el mal estado general de la arena de este parque, muy escasa. Un vecino explica que los gatos por instinto buscan terreno arenoso “para enterrar sus cacas” pero alerta de que es un espacio utilizado por niños pequeños “que juegan con la arena, escarban y se encuentran con caca de gato por todos los lados”.

Recogida de firmas. Algunos vecinos están dispuestos a recoger firmas y presentar un escrito conjunto de las 90 familias que se corresponden con la segunda fase del polígono residencial de San Millán.

Este mismo residente comenta que los empleados de FCC han indicado en varias ocasiones a los vecinos que el mantenimiento de los parques no entra dentro de sus cometidos, mientras los de la empresa responsable del mismo, Acciona, “dicen igualmente que no entra en sus funciones quitar las cacas y en el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento afirman que San Millán está bien cuidado, pues que vengan a comprobarlo y lo vean con sus propios ojos”, replica.

Cucarachas

Muy cerca, junto a unas escaleras situadas en uno de los extremos de la pista deportiva, los residentes han detectado este verano la presencia de decenas de cucarachas, principalmente por la noche.

Comentan que se lo han trasladado a la presidenta de la Asociación de Vecinos de San Millán y esta ha comunicado que se ha realizado un tratamiento específico pero las familias que residen en los edificios contiguos niegan haber visto a los técnicos “fumigando o haciendo cualquier otro tratamiento”.

Excremento de perros

A este problema se suma también la presencia de muchos perros en el barrio y que algunos de los dueños no retiran los excrementos y los dejan en espacios públicos, algo que es apreciable, por ejemplo, en otra zona ajardinada de San Millán, un parterre situado en la calle de Santo Domingo, entre los accesos a la plaza de Echegaray y la plaza de Fernán González.

Por otra parte, tras el cambio de una tubería de la red de abastecimiento en la plaza de Aurelio Hernández hace años, el terreno se ha hundido y ha quedado una especie de canal, un riesgo sobre todo teniendo en cuenta que en el barrio hay mucha gente mayor y puede tropezar o desequilibrarse y caer en este punto.

Otras quejas de los vecinos tienen que ver con la falta de riego de los espacios públicos, especialmente cuando se realizan tareas de retirada de hojas secas con tubos de aire, “porque al estar tan seco se nos llenan de polvo las casa y se ensucian los cristales o la colada hasta en los segundos pisos”.

Otros echan en falta mayor presencia de la Policía Local, sobre todo porque la zona de la pirámide es utilizada algunas tardes por grupos de jóvenes “que arman mucho jaleo”. Cuestionan además que la pista deportiva pueda usarse en verano hasta las once de la noche.