Crece el malestar y aumenta el enfado de los vecinos del casco histórico de Segovia por la frecuencia con la que los universitarios, inquilinos de buena parte de los pisos de alquiler de esta zona, organizan ruidosas fiestas o reuniones que se extienden hasta altas horas de la madrugada, unos comportamientos que consideran “inaceptables”.
A ello se une su ya también habitual denuncia de otros ruidos que se producen por actividades relacionadas con la hostelería y bares de copas. Desde la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS), aseguran que el ruido en el casco histórico, al que califican como “endémico”, es una de las quejas más frecuentes de los vecinos, recogida en los distintos informes que han presentado los titulares de la Defensoría de la Ciudadanía, y “el motivo principal por el que algunos renuncian” a vivir en la zona.
En la última reunión abierta que celebró AVRAS, correspondiente al mes de octubre, se puso de manifiesto esta cuestión. El malestar está tan extendido entre los residentes del recinto amurallado, que han creado un chat bajo el lema ‘Derecho al descanso', en el que describen las situaciones que están viviendo.
Ya el curso pasado, un responsable de la asociación se puso en contacto con el Vicerrector de IE University por este motivo, lo que han vuelto a hacer este curso algunos de los vecinos afectados por el ruido. El resultado ha sido el mismo; la disposición por parte de la autoridad académica de tomar medidas disciplinarias. Pese a ello, el Vicerrector advirtió que sólo es posible la actuación del comité disciplinario de la Universidad, tras la correspondiente denuncia de cada caso concreto en que esté implicado uno de sus alumnos.
Así, AVRAS ha hecho llegar a todos los socios y vecinos la necesidad de seguir ese procedimiento, de manera que contacten con la policía municipal y faciliten a los agentes la dirección y la entrada a su domicilio para que hagan la pertinente medición y/o comprobación. Al mismo tiempo, la asociación espera que el Ayuntamiento “facilite las cosas”, puesto que sostienen que, sin la intervención de los servicios de medición de ruidos y la consiguiente acta de los agentes urbanos, “no es posible que prosperen las denuncias”.
De igual forma, la entidad vecinal advierte que los propietarios de los pisos alquilados, “no están exentos de responsabilidad”. A ellos pueden dirigirse los afectados para que avisen a sus inquilinos, les alerten de la posibilidad de rescindirles el contrato en caso de reincidencia o que incluyan cláusulas de penalización por uso inadecuado de la vivienda o por faltar a las reglas de convivencia.
Con respecto a la otra fuente de conflicto por ruidos derivados de actividades relacionadas con la hostelería y bares de copas o de ocio nocturno, los vecinos seguirán la misma vía de actuación; reclamar la presencia de los agentes municipales cuantas veces sea necesario. Asimismo, manifiestan que el Ayuntamiento debería de “tomar en serio” el derecho al descanso de los vecinos.