El Juzgado de lo Mercantil de Segovia ha autorizado la compra de la empresa Proinserga por parte de un grupo de ganaderos de la provincia. Finaliza así el proceso concursal de la sociedad ganadera, que reconoció su quiebra en el año 2007.
La que fuera la mayor empresa de la provincia de Segovia tuvo que ponerse en manos de la Administración de Justicia al no poder hacer frente a las deudas contraídas. Se abrió así un proceso que concluye una década más tarde. En este tiempo los administradores concursales han estado al mando de la empresa, siempre bajo la tutela del Juzgado de lo Mercantil, que ha autorizado la venta a través de un auto dictado el jueves 28 de diciembre.
La propuesta de compra de conocidos ganaderos segovianos asciende a 7,4 millones de euros de forma directa. Pero a esta cantidad hay que sumar el coste del compromiso de hacer frente a los pagos pendientes que se generaron y no se han liquidado todavía. Así, los compradores asumen las cargas hipotecarias y los créditos garantizados con hipotecas denominados de ‘privilegio especial’, que superan los 10 millones de euros; además de 4,4 millones correspondientes a créditos ordinarios; y la Tesorería existente (2,7 millones); todo lo cual suma más de 24,5 millones de euros.
Como se recordará, cuando Proinserga acudió al amparo judicial reconoció una deuda que ascendía a 230 millones de euros para todo el grupo. La mayoría correspondía a Primayor Foods, que presentaba un quebranto económico de casi cien millones de euros. Incoporc reconocía unas deudas de unos 28 millones de euros; y de 30 millones era la de Proinserga S.A. Por su parte, Proinserga Inversiones, Alresa, Primayor Elaborados, Castileón 2000 y Primayor Andalucía indicaron al Juzgado de lo Mercantil que no podían hacer frente a las pérdidas de 60 millones de euros. Ahora, lo que se ha vendido es Proinserga S.A., la única que quedaba con actividad. Con esta compra no ha sido necesario aplicar quita alguna a los acreedores.
Los ganaderos que han presentado su oferta de compra se han unido en una sociedad denominada Proinserga 2013 S.L. El primer paso que dieron fue adquirir a las entidades bancarias sus créditos. Negociaron con ellos y asumieron esa deuda, que supera los diez millones de euros.
En la operación de compra también participan otras sociedades, pertenecientes a los mismos ganaderos, como Proinserga Alimentación, Proinserga Inseminación, Proinserga Inmuebles, Agro-porcino Manso, Rodrisa Capital S.L., Ganaderos Escolásticos el Campillo, y Sonegan. Esta distribución permite el traspaso de las diferentes instalaciones de la vieja Proinserga a los nuevos socios, que además son los actuales consumidores de la mayoría del pienso que produce la fábrica que Proinserga tiene en Fuentepelayo. De acuerdo con los últimos datos disponibles elabora 250.000 toneladas de pienso al año, todo para ganado porcino. “Las adquirentes garantizan la explotación y continuidad de la actividad y negocio de la concursada. (…) Con esta venta se estará evitando destrucción del tejido industrial, laboral y empresarial en la comarca”, remarca la juez de lo Mercantil.
Según el auto judicial, desde el 1 de enero se hará efectivo el traspaso de los bienes y se cancelarán todas las cargas. La juez también acota la forma de pago, de modo que en los primeros cinco días del año debe estar satisfecho el importe de la compra de los inmuebles sujetos y no sujetos a hipotecas (185.000 euros). Un 25 por ciento del resto debe pagarse en 30 días, y el 75 % ha de liquidarse en un plazo de 60 días.
La oferta de compra ha sido la única presentada en el periodo de liquidación. La juez —que ha tenido en cuenta los informes de los administradores concursales— estima que es “de especial interés para este concurso”.
En este aspecto señala que vender la unidad productiva es la opción más recomendable “especialmente si estamos en fase de liquidación”, asegura, porque de este modo se garantiza que puede mantenerse el funcionamiento de la empresa. “La continuidad de la actividad, el mantenimiento de los puestos de trabajo y la mejor satisfacción de los créditos de los acreedores” lo contempla la juez de forma conjunta para que la “liquidación en globo de la empresa sea más favorable que la venta por lotes”.
Antecedentes No ha sido sencillo todo este proceso. La operación afectaba a un holding empresarial, donde Proinserga S.A. era solo la matriz. Incoporc, Alresa, Alfrese, Primayor, Proinserga Inversiones, Castileón 2000, Consorcio Ganadero, Transproin… Todo un entramado de sociedades, algunas de las cuales se liquidaron y desaparecieron muchos puestos de trabajo. El más llamativo fue el de Alresa (más conocida como La Choricera), que llegó a tener más de 300 empleados. El edificio fue vendido y pertenece desde el año 2014 a Suministros Transcose.
También fueron muchos los ganaderos y agricultores, acreedores fundamentalmente, que no vieron con satisfacción que el Juzgado considerara fortuito el concurso y exonerara de responsabilidad a los antiguos directivos de esas sociedades. Era el año 2013. Se les acusaba de haber realizado una operación nefasta para el grupo, como fue la compra de varios mataderos a Campofrío. Fue en el año 2004 y en esa operación se incluían las instalaciones de La Choricera. La mayoría estaban obsoletos y se acabaron cerrando. El único moderno se encontraba en Burgos, y además la compra no fue definitiva y revirtió de nuevo al grupo cárnico burgalés.
Esperanzas para recuperar las deudas
La operación de compra no contempla quitas para quienes se vieron perjudicados por la declaración concursal de la empresa
Tras más de diez años de la declaración del concurso, muchos acreedores, entre ellos ganaderos y agricultores de la provincia, creían esfumadas sus esperanzas de cobro de las deudas que les generó la crisis de Proinserga. Ahora, con la compra de la empresa vuelven a abrirse posibilidades de cobro, especialmente porque no se ha contemplado quita alguna.
Este hecho y el amplio espacio de tiempo que ha durado el proceso judicial, hacen de este caso uno de los más peculiares de la Justicia Mercantil. Aunque fueron muchas las empresas que quebraron a raíz de la reciente crisis económica española, ningún concurso fue tan largo.
Varios han sido los jueces que en este tiempo han pasado por el Juzgado de lo Mercantil de Segovia: hasta cuatro magistrados diferentes. Finalmente, la actual titular, Silvia Conde García, ha dado carpetazo al asunto, uno de los casos más largos en cuanto a permanencia en concurso, el más prolongado en Segovia.
Entre los colectivos que con más satisfacción pueden recoger esta noticia —por el número de damnificados— se encuentra la cooperativa Campo Segoviano, dependiente del sindicato agrario Asaja. Alrededor de 300 agricultores de este grupo se encuentran pendientes todavía de percibir el importe de su cosecha de cereal del año 2006, y que en total asciende a casi cuatro millones de euros.
Se trata de un caso de especial complejidad por el gran número de empresas a las que afectó la crisis de Proinserga. Se calculaba en miles el número de sociedades y autónomos con algún crédito pendiente. Además fueron centenares los puestos de trabajo que se perdieron con la desaparición de todos los mataderos dependientes de Primayor.