
La Empresa Municipal de Turismo ha puesto en marcha una ruta geoturística por diferentes puntos geológicos del Casco Antiguo de la ciudad. Los geólogos Andrés Díez Herrero y Juana Vegas Salamanca explicaron durante la mañana de ayer, desde las diez hasta las once y media, la antigüedad de las rocas depositadas en lugares tan emblemáticos como el Acueducto.
La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, así como la concejala de Medio Ambiente y Protección Civil, Paloma Maroto, estuvieron presentes en el recorrido, así como una quincena de miembros de la Asociación Amanecer y otros cuatro geólogos acompañando las explicaciones de los dos expertos.
Todos ellos mantuvieron la atención durante el trayecto, que comenzó en la plaza de Díaz Sanz, en donde se encuentran rocas de granito de hace 305 millones de años hasta su finalización en las inmediaciones de la joyería Bayón, en la calle Real, en donde los asistentes pudieron contemplar rocas formadas cuando en Segovia había mar.
Así, durante cinco paradas — la plaza de Díaz Sanz, la calle Gascos, el portal de la calle Cervantes, el interior del establecimiento Lencería Quintanilla y el escaparate de la joyería Bayón — Díez y Vegas pretenden enseñar “la otra Segovia” y mostrar a todos los interesados en este ámbito del Patrimonio, lo más representativo de los procesos geológicos en diferentes rocas. “Lo más antiguo de Segovia son sus rocas, que tienen centenares de miles de años”, apuntó el geólogo Andrés Díez.
De los conocimientos ofrecidos por ambos expertos, los asistentes pudieron aprender que el Acueducto en la plaza del Azoguejo está sentado sobre dos mundos totalmente diferentes, pues los inmensos ríos que hace millones de años cubrían la zona del monumento, erosionaron el terreno y dieron lugar a rocas sobre las que hoy se asienta pero totalmente distintas si uno se acerca a visualizarlas. Así, dependiendo del mineral del que estén formadas, el granito es más o menos oscuro, lo que da lugar a un cambio importante de color. En el caso del Acueducto, está construido a base de granito, pero también de otros cuatro tipos de este mineral. “Por curioso que parezca, en el monumento más emblemático que tenemos los segovianos, lo que más predomina es la granodierita. Y, como otro dato curioso, diremos que el granito procedía de zonas de El Sotillo y de Ortigosa del Monte, entre otros lugares”, señaló Díez Herrero.
En el hueco que deja el monumento en la calle Gascos se pueden apreciar rocas de alto porcentaje de arcilla, muy laminadas y colocadas. “Ello evidencia que en Segovia hubo mar”, indicó Juana Vegas.
Los asistentes observaron con detenimiento las explicaciones de los guías, que llevaban consigo coloridas ilustraciones para ejemplificar mejor sus palabras. El tramo final del recorrido fue el más curioso, pues visitaron el interior de un portal y el de dos establecimientos. Durante esos instantes los participantes en la ruta estuvieron por un momento entre dos mundos: el actual, con tecnología y electricidad al servicio del ciudadano; y el de hace 83 millones de años, cuando la aparición del hombre ni siquiera se contemplaba y las dunas de la playa dibujaron ondulaciones en las rocas y gracias a su permanencia, hoy en las rocas del interior de Quintanilla se pueden ver dientes de tiburón o conchas de moluscos.
Tan sólo el Casco Antiguo de Segovia cuenta con noventa y cinco puntos de interés geológico. Ayer los participantes en esta ruta sólo visitaron cinco. Este dato da una idea de cuánto patrimonio geológico hay en la ciudad. Toda esta riqueza podrá descubrirse con más detalle en el libro De roca a roca, que se ofrece de manera gratuita en el Centro de Visitantes de Segovia. Gracias a él, los interesados podrán tener la oportunidad de realizar más rutas por el resto del patrimonio geológico segoviano.