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Una divertida ‘montaña rusa’ recorrió la Calle Real en la que subieron niños y mayores. / NEREA LLORENTE

El carnaval se acerca a los niños con la misma pasión que los más pequeños se entregan a la diversión con sus disfraces y su particular punto de vista sobre la fiesta de la impostura. Acostumbrados a crear y recrear universos paralelos en sus juegos, los niños disfrutan de forma especial en este tiempo, dando vida a los personajes que recrean sus atuendos, desde princesas a superhéroes; y ayer dejaron patente su capacidad de disfrutar en el divertidísimo desfile infantil que –al igual que los mayores- partió desde el Azoguejo para llegar por la Calle Real a la Plaza Mayor.

El cortejo tuvo disfraces y propuestas para todos los gustos. Desde los simpáticos plátanos de Canarias de la Escuela Infantil La Senda –en un guiño solidario hacia La Palma- hasta una vertiginosa montaña rusa integrada por niños y niñas que realizó todo el recorrido con emoción y diversión, pasando por las ‘regaderas’ del CEIP Elena Fortún y los ‘Emojis’ escapados del Whatsapp de ‘Zamaemogis’.

Las comparsas de mayores también llevaron a sus alevines al desfile, expresando así la vocación de continuidad que quieren dar a esta celebración. La Charanga Tanami y el grupo de dulzainas La Talanquera pusieron la animación musical al cortejo, que al llegar a la Plaza Mayor tuvo la dulce recompensa de un chocolate con bizcochos elaborado por la Asociación de Cocineros.

La fiesta continuó con la discomóvil hasta primera hora de la noche, porque aunque el carnaval es transgresor, no conviene romper horarios ni normas.

Por la mañana, La Cárcel Centro de Creación albergó el concurso de dibujo infantil, donde los más pequeños expresaron con lápices y colores sus personales visiones y recuerdos del Carnaval.

Hoy Martes de Carnaval, las comparsas volverán a la calle para participar en el desfile carnavalero a partir de las 20,00 h., que continuará en la Plaza Mayor con el baile a cargo de la orquesta Cougar, y la degustación del potaje carnavalero elaborado por la Asociación de Cocineros, con un donativo de un euro para la Asociación Manos Unidas.