
Con un ambiente típicamente primaveral se desarrolló ayer en Segovia la procesión de las Palmas o de la Borriquilla.
La novedad este año fue la creación, en la Plaza Mayor, de una alfombra floral y vegetal de ocho metros de diámetro, que estuvo a cargo de la Asociación Corpus Christi de Ponteareas (Pontevedra), con la reproducción de la vidriera central de la antigua sinagoga de la ciudad, hoy Iglesia del Corpus Christi.
Unas 30 personas, también con la colaboración de vecinos del municipio segoviano de Aguilafuente, prepararon este mosaico con más de 2.000 claveles, entre otros elementos naturales como viruta, brezo, roñas de pino o bolitas de eucalipto.
La alfombra floral se dejó preparada para el paso posterior de la popular imagen de ‘La Borriquilla’, del escultor José María García Moro.
El cortejo procesional arrancó en la iglesia de San Miguel, donde tuvo lugar la bendición de las palmas y los ramos. De ahí se desplazó la comitiva hasta la Catedral, donde el obispo de la Diócesis, César Augusto Franco, presidió la eucaristía concelebrada.
A partir de ahí arrancó la procesión que al salir a la Plaza Mayor pasó sobre la alfombra floral circular, para ir después por las calles del recinto amurallado, atravesando las calles Cronista Lecea, Colón, Arias Dávila, Gobernador Llasera, Herrería, Juan Bravo, Infanta Isabel y Plaza Mayor.
Como siempre los protagonistas fueron los integrantes más jóvenes de las cofradías, hermandades y feligresías de la Semana Santa Segoviana.