Un cartero en bicicleta

Cansado de buscar trabajo y no encontrarlo, Miguel Santiberi crea su propia empresa, de mensajería en bicicleta, convencido de que “Segovia es la ciudad ideal para una idea así”.

Harto, como muchos jóvenes, de buscar trabajo y no encontrarlo, Miguel Santiberi, un topógrafo gallego afincado en Segovia, decidió conjugar en primera persona el verbo emprender. Pero antes de decantarse por un negocio quería tener las ideas claras. Aunque era consciente de sus limitaciones económicas a la hora de invertir, no estaba dispuesto a dedicarse a algo que no le satisfaciera plenamente. No quería renunciar a su forma de ser. Y ahí, cuando pensaba en sus aficiones, siempre aparecía la imagen de una bicicleta.

A Santiberi siempre le gustó montar en bici. En las ciudades donde ha residido, se desplazaba dando pedales. Y cuando llegaba el verano, practicaba por toda Europa el cicloturismo…

Después de dar una y mil vueltas a la cabeza, se le encendió la bombilla. ¿Por qué no crear una empresa de mensajería en bicicleta?. “Pensé que era una idea que podía funcionar en Segovia”, declara ahora el emprendedor. A su juicio, “Segovia es una ciudad ideal para este servicio”, dado que, “por muchas circunstancias, resulta más rápido enviar un paquete en bici que en coche”. Maduró su proyecto y finalmente se lanzó, contando con dos ayudas, una económica de la Diputación (700 euros) y otra del Ayuntamiento de Segovia, que le cedió un despacho en el ‘vivero de empresas’ ubicado en la calle Arias Dávila.

Santiberi no olvidará el 8 de septiembre de 2014. Fue el primer día que salió a la calle con su nueva bici, dispuesto a repartir. Dos meses después, dice estar “contento”. “Estoy dándome a conocer, visitando empresas; en definitiva, labor comercial”, relata.

El emprendedor promociona su actividad asegurando que es respetuosa con el medio ambiente, explicando que no emite CO2 al aire, no genera ruido y, además, aporta su granito de arena para lograr una Segovia con menos tráfico.

Santiberi insiste en decir que las tarifas de ‘Envía en Bici’, el nombre de su empresa, son “muy económicas”. Como oferta de lanzamiento, cobra 2,50 euros por un envío de hasta cinco kilos, el peso que puede transportar en una mochila impermeable. Para paquetes de mayor volumen, el nuevo empresario puede acoplar a su bici un carro de carga, capaz de llevar bultos de hasta 40 kilos, siempre y cuando sus dimensiones no excedan de 75x45x40 centímetros.

Entre sus primeros clientes “hay de todo”. Ya han reclamado sus servicios varios pequeños comercios —entre ellos, de comida ecológica, gestorías y librerías—. “Muchas veces, esos comerciantes tienen que cerrar su tienda media hora para llevar un paquete a un cliente, y así pierden dinero”, advierte Santiberi. Pero él no quiere ceñir su trabajo al mundo empresarial. También acepta encargos de particulares. “Puedo ser muy útil para personas mayores que necesiten que alguien les lleve la comida desde el supermercado, o medicamentos desde la farmacia”, indica, al tiempo que advierte que su empresa ya cuenta con página web, www.enviaenbici.es.