Benjamín Rodríguez estudia primer curso del Grado en Comunicación y Medios Digitales. / Roberto Arribas

Su melodioso acento porteño lo delata. Es un chico simpático, de verbo fácil y preciso, de exquisita educación y buenos modales. De este bonaerense de veinte años todo el mundo habla maravillas en el campus de Santa Cruz la Real de Segovia, sede de . Benjamín Rodríguez es un alumno brillante desde el punto de vista académico, pero además posee un talento fuera de lo común en aquello que le fascina: narrar historias por medio del vídeo y de la fotografía.

Para conocer quién es este estudiante argentino, residente en Segovia desde hace unos meses, es necesario echar la vista atrás, a sus años de estudio en la Escuela Técnica Henry Ford de Buenos Aires. Benjamín se formó en esta prestigiosa institución educativa de carácter técnico impulsada por Ford Argentina donde obtenía cada año excelentes calificaciones. No obstante, con el paso de los cursos, Benjamín sentía, paradójicamente, que la ingeniería no le ilusionaba del todo.

Pronto halló su vocación: le llamó la atención un hobby que mantenía entretenidos a un par de amigos: hacían vídeo. Aquello realmente enganchaba y juntos fundaron “Optical Clock Films”, una start-up audiovisual para promocionar empresas y negocios en Buenos Aires. En un principio, Benjamín se ocupó de la parte administrativa, es decir, de tareas de producción y captación de clientes. “Nos fuimos dos semanas a una zona del sur de las costas bonaerenses y rodamos varios vídeos sobre hoteles, fue todo un éxito”, afirma.

Benjamín se percató de que filmar y narrar historias era algo que le apasionaba realmente. El dinero que obtuvo lo invirtió en mejorar su formación en vídeo y fotografía, y en la adquisición de accesorios para su cámara, básicamente una lente de alta calidad y un dron. “El dinero era para viajar por el mundo, pero al final me lo gasté en lo que me gustaba”, reconoce.

Talento y pasión se dieron la mano, y la cabeza de Benjamín se llenó de proyectos ilusionantes. Así, en el último año en la Escuela Técnica Henry Ford de Buenos Aires, Benjamín se ofreció para realizar vídeos para el departamento de Recursos Humanos de Ford Argentina y dar conocer internamente lo que la empresa y sus empleados hacían en la capital bonaerense. “Aquello funcionó muy bien —indica—, me di cuenta de que lo importante no era la cámara o el dron, sino la oportunidad de contar historias con estas herramientas”.

Cuando concluyeron sus estudios de secundaria, planteó a sus padres tomarse un periodo sabático y recorrer Europa —“con 15 años, estuve unos días en Italia y quedé maravillado”, subraya—. Así, durante nueve meses, Benjamín visitó algunos enclaves en Argentina y algunas ciudades del viejo continente, de Francia, España y Portugal.

¿Por qué no estudias entonces en Europa”, le comentó acertadamente su madre. Él nunca se había planteado emigrar de su país natal, pero pensó que aquella propuesta familiar era la mejor opción para forjar su futuro. “Me puse a buscar por Internet y descubrí todo lo que ofrecía IE University en Segovia, aquello me atrajo mucho”, asegura.

Segovia

“Me instalé en Segovia tres semanas antes de comenzar mis estudios de Comunicación en IE University; me pateé la ciudad de arriba abajo y me encantó”, explica Benjamín, que no duda en afirmar que “Segovia es un paraíso”.

Lo cierto es que no podía quitarse de la cabeza una idea que casi le obsesionaba: quería trabajar para IE, incluso antes de empezar sus estudios universitarios. Quería emular en IE el trabajo que con tanto éxito había desarrollado en Ford Argentina. Se acercó a la Casa de la Moneda, donde IE ubica su Centro de Creatividad, y fue a hablar con su responsable, Carlos Redondo, miembro de Campus Life. “Le dije que quería trabajar para ellos de lo que fuera, que vieran mi trabajo y de lo que podía ser capaz; y les propuse hacer un vídeo sobre la Casa de la Moneda desde la perspectiva de un estudiante que llega por primera vez a Segovia”.

Los responsables de Campus Life le dieron vía libre y esperaron resultados. Benjamín formó equipo de grabación con el alumno de Diseño Anurag Phalke, que colaboraba con el Centro de Creatividad, y montaron un vídeo en tan solo cuatro días. Aquella grabación dejó a todos sorprendidos por su alta calidad visual y narrativa. Más tarde llegaron otros encargos: unos vídeos para Campus Life sobre eventos y espacios del campus. A día de hoy, Benjamin —que únicamente lleva seis meses en la universidad— ya trabaja para este departamento junto a su compañero de universidad Kartik Kotwani. Ambos han unido su talento para generar contenidos de calidad profesional para las redes sociales de IE University.

“Tengo que agradecer a la directora de Campus Life de IE Juliana Pereira y a la directora adjunta de este departamento Giedre Pavalkyte su confianza en mí, siempre me han apoyado y han recibido muy bien todas mis sugerencias”, añade Benjamín, que tampoco olvida a Diana Gómez, responsable del Laboratorio de Comunicación en IE University, “por su constante ayuda y por sus consejos profesionales”.

Nuevos proyectos

Hace un mes y medio, el estudiante argentino ha arrancado una nueva etapa. No solo se va a encargar de filmar eventos de IE, sino que también va a realizar vídeos para conocer un poco más todo lo que sucede en la universidad: historias de alumnos y sus proyectos emprendedores, cómo es la vida del personal de administración y servicios o lo que ofrecen los clubes de estudiantes. A su vez, Benjamín quiere mostrar todo lo bueno que ofrece Segovia: sus monumentos, sus actividades de cultura y de ocio, y su oferta turística de hoteles, de restaurantes y de bares.

Todavía es pronto para vislumbrar el futuro profesional definitivo de Benjamín, aunque reconoce que “me encantan los vídeos que tengan que ver con nuevas soluciones educativas; pienso que una educación más entretenida y moderna es posible, y el IE es un lindo ecosistema para desarrollar estas ideas”.

De su faceta como fotógrafo da cuenta una pequeña exhibición que aloja el espacio de “La Cueva” en el campus de Segovia: una decena de imágenes que el estudiante argentino tomó durante una reciente estancia de en Camerún, país al que acudió invitado por un grupo de alumnos emprendedores de máster de IE. Registró con su cámara los proyectos que los alumnos de postgrado desarrollaban en la ciudad de Douala.

Benjamín dice que no tiene mucho tiempo para dedicarse a algo que no sean los vídeos o la fotografía. Asegura que dedica unas diez horas al día entre clases y su trabajo como videógrafo. “Como buen argentino me agrada quedar con mis amigos para charlar, sin prisas; vivo en el barrio de San Lorenzo, muy cerca de la universidad, y lo que más me gusta es salir a correr por la Alameda del Parral”, sostiene.

Ahora planea un viaje a los campamentos de refugiados saharauis de Argelia, cercanos a la ciudad de Tindouf. Pero esa es otra historia que, a buen seguro, Benjamín filmará con toda su maestría.