Velasco, Davía y Bueno, en la inauguración. /N. Llorente
Velasco, Davía y Bueno, en la inauguración. /N. Llorente

En ese barco llamado Museo Rodera – Robles ejerce de capitán Rafael Cantalejo, quien cuenta con una tropa de tres altruistas marineros —de nombre Juan Ignacio Davía, Juan José Bueno y Juan Pedro Velasco— cuya valía ha quedado sobradamente demostrada desde que la Casa del Hidalgo abrió sus puertas para mostrar el legado de Eduardo Rodera, hace 16 años.

Desde 2002, este trío magistralmente dirigido por Cantalejo ha ido montando exposiciones, la mayoría sobre Segovia y sus personales a lo largo del siglo XX. En la memoria colectiva quedan algunas de ellas, como las dedicadas a la Calle Real, el comercio… que han permitido a los más jóvenes descubrir cómo era la Segovia de antes de ayer.

“El Museo —manifestó ayer Cantalejo— no tiene más que gratitud hacia los tres”, reconociendo de esa forma que ‘los tres Juanes’ son “la base fundamental de cuantas exposiciones se ofrecen en este Museo”. Posiblemente como gratitud hacia su trabajo, y aprovechando que el Museo Rodera – Robles quería acoger una exposición de fotografías del siglo XXI, surge la muestra ayer inaugurada, “3 modos de mirar”, con imágenes de Davía, Bueno y Velasco.

“Se da la circunstancia —sostuvo Cantalejo— de que los tres son unos magníficos fotógrafos, con una mirada muy personal”. Conocen muy bien el misterio de la luz segoviana y disfrutan cuando consiguen atraparla. “A los que les conocemos no nos han sorprendido, pero habrá gente que descubra aquí fotos fantásticas”, agregó.
Mucho se puede hablar de la bonhomía de Davía —visible en los libros que se publican de Segovia, pues para casi todos ha cedido fotos— y conocida era también su faceta de dibujante, pero su obra fotográfica estaba menos reconocida. Pero en esta exposición sorprende con una colección de imágenes tomadas con un sencillo teléfono móvil, casi todas de Segovia, en los últimos meses.

No menos llamativo es el trabajo de Bueno. Su mirada no se ciñe a Segovia. Presenta obras coloristas y muy geométricas, que impactan a primera vista. “Es la visión más artística de los tres”, defendió ayer su compañero Velasco. Aficionado a la fotografía desde joven, Bueno ha cultivado este arte como aficionado, si bien ha participado en varias exposiciones colectivas, habiendo obtenido diversos premios tanto a nivel local como nacional.

A Velasco le ha tocado ejercer el papel de etnógrafo. Sus fotos hablan de una Segovia no muy lejana en el tiempo pero que, salvo casos excepcionales, ya no existe. Presenta trabajos cotidianos en el mundo rural que hoy ya no se ven. Autor y coautor de varios libros y guías turísticas, Velasco dedica su tiempo libre al estudio de la fotografía en la tarjeta postal de Segovia.

‘3 modos de mirar’ permanecerá colgada en la sala de exposiciones temporales del Rodera – Robles hasta final de año.