Curso de Pintores Pensionados
Visita guiada a cargo del académico de San Quirce Juancho del Barrio en el Torreón de Lozoya. / NEREA LLORENTE

Algunos de los espacios y rincones más bellos de la capital y la provincia ya han recibido su visita. Desde este lunes 1 de agosto y hasta el próximo día 21, los 14 alumnos que componen el Curso de Pintores Pensionados del Paisaje tendrán una ardua tarea: deberán impregnarse de la luz y el color de Segovia. Tras el acto de apertura, los jóvenes artistas participaron ayer en la visita guiada ‘Intramuros’ para descubrir las huellas de la historia, el arte y la cultura que se conservan en la ciudad y que después se convertirán en su principal fuente de inspiración.

“Que pinten con libertad, pero con conocimiento de que Segovia es una ciudad con una gran historia, una tradición, un arte y una gente que ha heredado esa historia”. Es este uno de los objetivos del profesor de Lengua y Literatura, investigador y académico de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Juancho del Barrio, quien se encargó de realizar la visita y de concienciar a los alumnos de la necesidad de no pintar la superficie, sino de que en sus obras resuene el eco de lo que ha sido y es Segovia.

Más allá de lo que se ve

En alusión a la idea que enunció el académico Carlos Muñoz de Pablos en la presentación del Curso, Del Barrio proclama que “no se puede pintar solo lo que se ve, sino lo que hay debajo, detrás”. De esta forma, espera que los jóvenes conozcan la historia, la evolución y el arte de la ciudad cuando elijan pintar cierta perspectiva o rincón, la yuxtaposición de un edificio con otro o un arco del Acueducto con alguien que pasa por debajo.

Así, la ruta, abierta al público, dio comienzo en el Torreón de Lozoya a las 18:00 horas y se prolongó durante dos horas y media en las que descubrieron el Postigo del Consuelo, el Palacio de Quintanar-centro y origen del Curso-, diversas plazas e iglesias, el barrio de San Juan de los Caballeros, la calle Real, la plaza del Corpus, la Judería, la Ronda de Don Juan II, la Plaza Mayor, la Casa-Museo de Antonio Machado y el Alcázar, para terminar en el barrio de Las Canonjías.

Con el propósito de que conocieran referencias tanto históricas como estéticas y culturales de Segovia, durante la visita ‘Intramuros’, Del Barrio les explicó el origen prerromano, las culturas y civilizaciones que han pasado por la ciudad, la cultura romana, la invasión germánica y los restos que ha dejado, la repoblación medieval… No pudo faltar la mención al esplendor del siglo XV o XVI, pero tampoco a los periodos de decadencia y al renacer cultural que se produjo en el siglo XIX e inicios del XX, que está representado en el Palacio de Quintanar, por ejemplo. “De ese reflorecimiento cultural de los años XX están participando ellos ahora, de ese Curso de Pintores que es herencia del querer volver a dotar a Segovia de un nivel social, cultural y económico que fuera aceptable”, declara el académico de San Quirce.

Esta actividad complementó la visita guiada ‘Extramuros’, que se desarrolló el día anterior, y en la que el académico Carlos Muñoz de Pablos se encargó de presentar el cinturón verde de Segovia y los valles a los pintores pensionados.

Experiencia enriquecedora

Los 14 alumnos del Curso han sido seleccionados por las facultades de Bellas Artes de toda España, una diversidad que favorece su aprendizaje. “El encuentro, la convivencia y el intercambio de experiencias entre ellos supone un enriquecimiento muy importante”, manifiesta Del Barrio. Y es que la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce desea que el impacto de la luz, la gente, la cultura, la historia y los monumentos de Segovia hagan mella en ellos, pese al aprendizaje que ya han adquirido y su distinta procedencia y forma de hacer.

Como cada año, la Academia subraya la importancia de la asignatura sobre el paisaje, con la que no cuentan en todas las Facultades, como una reivindicación “siempre necesaria” de la relación entre el arte y la naturaleza, y entre los pintores y el saber utilizar los materiales. “Seguimos en el intento de valorar el paisaje y de seguir exigiendo que se pinte la naturaleza y el paisaje de la ciudad”, enfatiza Del Barrio, quien fue coordinador del Curso entre 2014 y 2019.

De igual forma, los académicos apuestan por la pervivencia del Curso de Pintores Pensionados y por su “necesidad cultural y artística”, que creen que deben seguir viendo las distintas Facultades de Bellas de Artes españolas, además de la administración pública y las instituciones, a las que Del Barrio reclama que su apoyo “no tenga que pensarse y represupuestarse todos los años”.