
Las elecciones agrarias del próximo domingo 12 a las que concurren tres organizaciones profesionales ponen de relieve el sentir común de necesidad de cambio de modelo productivo. Llegar a la mayoría absoluta. Esa es la meta que se plantea Asaja ante las elecciones, aunque su presidente en Castilla y León, Donaciano Dujo, reivindica que la organización “ya representa en realidad al 50 por ciento del campo” en la Comunidad y pide la extensión de los comicios al conjunto del país porque “este ejercicio de democracia se tendría que hacer en toda España”. Ahí, como en Castilla y León, Asaja se presenta con la enseña de “una agricultura y ganadería basada en la empresa agraria familiar, profesional, productiva y libre” en la que las instituciones “no perjudiquen” y donde exista “unidad” entre las organizaciones agrarias para reclamar “contundencia” en la aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria o un nuevo diseño de la PAC que “vuelva al camino de la producción”.
¿Qué balance hace de la labor realizada por su organización agraria en estos cinco años?
ASAJA: El balance es muy positivo porque la organización está tremendamente unida: hay una cohesión total entre los socios, los trabajadores y los directivos. Los planteamientos que, todos a una hacemos, son netamente profesionales y productivos, y nuestra enseña e idea es tener una agricultura y ganadería basada en la empresa agraria familiar, profesional, productiva y libre. Durante estos cinco años, hemos tenido una actividad importantísima con más de 40 manifestaciones, hemos sido líderes en la incorporación de jóvenes al campo con más de 1.500, estamos prestando todo tipo de servicios como por ejemplo la gestión de 15.000 solicitudes PAC, una de cada cuatro de las que se hacen en Castilla y León, y más de 600.000 hectáreas aseguradas de los dos millones que hay en la Comunidad están en los colectivos de Asaja. Nuestro afán y nuestra lucha tiene un camino y es que los agricultores y ganaderos nos sintamos orgullosos de la profesión que tenemos, ganemos dinero de ella, se cree riqueza y empleo en Castilla y León, y seamos el orgullo de los consumidores porque les proporcionamos alimentos sanos, con garantías sanitarias y a buen precio. Pero para ello, es necesaria la aplicación urgente de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para que todos nuestros productos se vendan por encima de los costes de producción, y que se frene la escalada disparatada de estos, porque hace inviables nuestras explotaciones. Además, tenemos que luchar por una PAC profesional, productiva y con un reparto justo para los profesionales del campo.
UCCL: Hemos hecho un trabajo intenso, muy implicado en la PAC, donde teníamos un objetivo fundamental: que la PAC debía ser la primera dirigida a los verdaderos profesionales del campo, a los ganaderos y agricultores a título principal. Era una reivindicación histórica que veíamos que era más posible que nunca, porque incluso desde Bruselas se animaba a los estados miembros a definir la figura de agricultor activo como aquel que tuviera una parte importante de sus ingresos agrarios. Por lo tanto, nunca hemos tenido tan cerca expulsar del sistema a la gente que tiene la actividad agraria como secundaria y vive de otra actividad. Ha sido nuestro objetivo, e hicimos un trabajo intenso tanto con la Consejería como con el Ministerio de Agricultura. A la Consejería de Agricultura la convencimos de que tenía que apostar por el agricultor activo para que el perceptor tuviera un peso importante de ingresos agrarios y Seguridad Social agraria. Conseguimos ponernos de acuerdo con las otras organizaciones profesionales agrarias y con los partidos políticos, firmamos un acuerdo de Comunidad, y en ese sentido estamos satisfechos. Pero no fue así en Madrid: nos llevamos una gran decepción, en primer lugar con el ministro, porque nos estuvo engañando hasta el último momento. Nos compraba que para ser agricultor activo tenía que tener el 25 por ciento de ingresos agrarios y Seguridad Social agraria, y en el último momento dio un giro de 180 grados. Cuando hemos preguntado el porqué de este cambio tan radical, nos dijo que porque nosotros teníamos claro lo que queríamos a nivel nacional, pero que las otras organizaciones decían en cada comunidad una cosa diferente. Con ese escenario, no iba a quitar la ayuda a 350.000 perceptores. Por eso, también estamos decepcionados con las otras organizaciones agrarias por no tener un documento a nivel nacional diciendo clarísimamente lo que queríamos de esta PAC. Ellos aquí nos dicen que se entienden bien con nosotros, pero no con los suyos en Andalucía. Pero si son una organización, se tendrán que poner de acuerdo. Por ello, una decepción enorme no conseguir una reivindicación histórica que teníamos más cerca que nunca porque otros no han hecho los deberes como sí hemos hecho nosotros.
UPA-COAG: El balance es muy positivo pero muy duro y de mucho trabajo. Hemos hecho un buen trabajo como organizaciones responsables, serias y que, cuando hemos salido a la calle, ha sido buscando el beneficio del sector, no el sindical. Hemos salido defendiendo los productos de leche, tanto de ovino como vacuno, también ayudas para los elevados costes de producción de todo el sector, que se dispararon con la pandemia y la guerra de Ucrania, y esa movilización ha tenido unos resultados: nunca antes ha habido más ayudas al campo como en 2022. Además, en pandemia, el sector ha asegurado la producción de alimentos y hemos tenido reconocimiento social, paralizando la criminalización con la que nos tenían acosados algunos sectores.
¿Es posible cambiar la nueva PAC?
ASAJA: La PAC nace muerta. Cuando se diseñó, el contexto europeo y los parlamentarios y tecnócratas creían que Europa era rica porque siguen cobrando un sueldazo que no se ganan y creen que todo el mundo es así. Pero se ha visto que no es así y Europa tiene necesidades de alimentos. Y se ve claramente que no se consigue nada mejorar medioambientalmente el planeta si donde mejor lo haces, que es en Europa, reduces la producción y tienes que traerla de países terceros que contaminan más que tú. Por eso, estoy convencido de que, más pronto que tarde, se empezará a diseñar ya la PAC 2027-2033 con nuevas políticas que tienen que volver al camino de la producción y de una cuantía mayor de ayudas. Y, en ese camino que deberían estar pensando, la actual PAC tiene que modificarse en todos los planteamientos demagógicos, inservibles e inútiles de un falso medioambientalismo que no protege al campo, ni al medio ambiente ni a los ciudadanos. Es urgente modificar la condicionalidad reforzada, los ecoregímenes y los pagos de la PAC: no es justo el pago redistributivo, que favorece a los no profesionales y castiga a los profesionales como los que tiene la agricultura de Castilla y León.
UCCL: Nosotros vamos a seguir dando la batalla por el agricultor activo. Sabemos que es muy difícil volver a abrir el melón pero esa batalla no la vamos a abandonar nunca. Y desde ya vamos a presionar muy fuerte tanto a la Consejería como al Ministerio de Agricultura para flexibilizar al máximo las exigencias medioambientales de la PAC. Lo que no tiene lógica es que una PAC diseñada hace siete años, con un escenario diferente, la apliquemos ahora cuando estamos inmersos en una crisis alimentaria a nivel mundial, por la que todos los países del mundo están intentando producir la máxima cantidad de alimentos. La población mundial está creciendo, los estocajes de cereal están bajando, hay una crisis alimentaria y en Europa tenemos dos opciones: o seguimos preocupándonos por los pajaritos, o empezamos a producir alimentos para cubrir una necesidad imperiosa. Lo tenemos más fácil que nunca para flexibilizar esas exigencias medioambientales. Nosotros estamos haciendo propuestas muy concretas para eliminar la condicionalidad reforzada porque cada terreno, circunstancias y clima es un mundo, y los agricultores sabemos lo que tenemos que hacer en nuestro terreno. Que no nos vengan imponiendo algo que desconocen. Y los ecoesquemas, bajo nuestro punto de vista, deberían desaparecer para volver al modelo del pago verde, haciendo exactamente lo que hacemos ahora mismo. Y luego, si queremos mejorar todavía más el tema medioambiental, tenemos que ir hacia la eficiencia con tecnología: anima a los agricultores a incorporar tecnología, a hacer un mapeo de rendimientos, a tener maquinarias que repartan los fitosanitarios de una forma precisa. Pero foméntalo, no obligues a ello.
UPA-COAG: Lo primero es garantizar la sostenibilidad económica: si no hay sostenibilidad económica, el medio ambiente no sé quién lo va a cuidar. Así que dentro de la PAC, se ha dado una vuelta de tuerca al tema de la condicionalidad reforzada y hay algunos aspectos que estamos intentando que se flexibilicen. De momento, lo que sí hemos conseguido antes de que se publiquen los planes estratégicos de cada país es que el documento ‘De la granja a la mesa’ quedara paralizado. Porque esta PAC se gestó con una mentalidad medioambientalista en Europa, antes de la pandemia, y con la pandemia y la guerra de Ucrania se está viendo que lo primero que hay que garantizar a la población es el suministro de alimentos, y después ya podemos jugar con todo lo demás. Por eso estamos exigiendo que, si no son capaces de que esta normativa se pueda realizar, quede en suspenso o que se modifique.
En el regadío, donde se cifra el futuro, se reclama mayor gestión del agua a la CHD. ¿Confía en que se consiga en los próximos cinco años y que el regadío sea solución al envejecimiento del secano?
ASAJA: El regadío en Castilla y León, con respecto al secano, representa solo el 15 por ciento, mientras que en España representa el 23 por ciento, ocho puntos por encima, y en Andalucía es el 28 por ciento. La primera exigencia que Asaja hace es que el regadío de Castilla y León alcance la media de España, para lo que hacen falta 300.000 hectáreas nuevas de regadío en Castilla y León, y para tener agua para esas hectáreas hace falta el recrecimiento de los pantanos actuales, hacer más balsas y tener más infraestructuras que recojan el agua en el invierno para tenerla en el verano. Además, hay 120.000 hectáreas de regadío que no están modernizadas, y es urgente y necesario modernizarlas, porque con esa modernización se ahorra agua y se puede hacer mejor regadío con mejores producciones. Y, por último, es necesaria la limpieza de todos los cauces de Castilla y León, que están abandonados y dan pena porque están llenos de maleza y no se sabe por donde van los ríos. Pero no somos muy optimistas, porque el tema del agua se rige por el Plan Hidrológico de la cuenca, que está presentado y que, de esto que Asaja ha pedido, ni una coma hay puesto en dicho plan. ¿Que vamos a seguir en la lucha? Total. ¿Que es necesario? Más que nunca. Porque una hectárea de regadío da como cuatro de secano: garantiza la producción. Y cuando hay producción, hay ingresos, y mano de obra y economía. El regadío no solo favorece el asentamiento de jóvenes, de población en el medio rural, sino que favorece un tejido económico, industrial y social que es lo que da la vida. La prueba es que dentro de lo despoblada y envejecida que está Castilla y León, hay gran diferencia en el medio rural entre las zonas de regadío y las de secano. Donde hay regadío hay vida, gente y progreso, y donde hay secano hay mucha menos gente y mucha menos producción.
UCCL: El secano va a seguir existiendo porque tenemos un 88 por ciento de superficie, no podemos abandonar el secano. Pero es verdad que donde hay regadío hay más gente joven y la productividad se multiplica por cuatro. El Gobierno de España tiene con Castilla y León una deuda histórica en el desarrollo de regadíos, porque mientras en algunas comunidades llegan a más de un 20 por ciento, nosotros tenemos la mitad de la media. Por eso, en Castilla y León es de justicia incrementar la superficie de regadíos. Tenemos un montón de ríos sin regular, y no entiendo a las asociaciones ecologistas que se niegan a hacer presas cuando tenemos verdaderos problemas de erosión cuando los ríos se desbordan, que se llevan mogollón de tierra fértil irrecuperable. Por eso, valoremos desde un punto de vista científico, no ideológico, las consecuencias negativas de un pantano o de una presa. Y hay que poner encima de la mesa las ventajas de tener almacenado ese agua, por prevención de inundaciones y por evitar la erosión. Todo eso solo desde el punto de vista medioambiental, no económico. Porque el agua es un recurso vital que va a menos, el cambio climático es una realidad tozuda y hacer infraestructuras para almacenar agua es la cosa más inteligente que podemos hacer ante una crisis alimentaria de primer nivel. Habrá que ponerse las pilas en Europa y Castilla y León para producir más alimentos incrementando el regadío. Es un tema de planificación estratégica y visión de geopolítica. No hay que ser un gran estudioso para verlo.
UPA-COAG: El secano no puede seguir, con el cambio climático, siendo el motor productor de Castilla y León. De hecho, ya no lo es. Nosotros tenemos más de 400.000 hectáreas aquí en Castilla y León de regadío y muchas no están bien aprovechadas, porque no tenemos garantizada el agua. Es verdad que es un recurso escaso, y nosotros somos los primeros interesados en que esos recursos se optimicen. Pero Castilla y León tiene que dar un impulso al regadío, porque con el secano estamos comprometidos ya que el cambio climático reduce nuestras producciones. Es importante que el Plan Hidrológico defienda el mayor almacenamiento posible de agua y la modernización total y general de todos los regadíos que tenemos en esas más de 400.000 hectáreas en Castilla y León.
¿Por qué en estas elecciones al campo se tiene que movilizar para votar por la organización que usted representa?
ASAJA: Lo primero que le digo al agricultor y al ganadero es que tiene que ir a votar, que es un ejercicio de responsabilidad, un derecho y una obligación. Y tiene que pensar que, en estos cinco años de atrás, cuando ha tenido un problema o una necesidad, ha ido a Asaja a que se lo resuelvan. Asaja ha estado los cinco años al lado del socio y del simpatizante y ahora le toca al socio y al simpatizante estar al lado de Asaja. Tienen que saber que cuando votan a Asaja, se votan a ellos mismos, porque ellos son Asaja. Con su voto, dan fuerza a un colectivo, unas siglas y unos dirigentes para defender su agricultura y la de todos en Castilla y León de manera fuerte, profesional y libre. Para conseguir que los agricultores y ganaderos tengan buena rentabilidad en sus explotaciones y vivan, ellos y sus familias, dignamente. Ese es nuestro cometido.
UCCL: Porque somos la única organización independiente políticamente, y eso nos da libertad para defender los intereses de los agricultores y no de los partidos políticos que tutelan a otras organizaciones. Y porque defendemos fundamentalmente a los agricultores y ganaderos a título principal, a los que viven de la agricultura y la ganadería, y no a los que tienen otros intereses.
UPA-COAG: Porque con su voto consiguen que nuestras propuestas y nuestros planteamientos tengan más fuerza a la hora de negociar con las administraciones. Y en la Alianza UPA-COAG representamos los intereses de la explotación familiar agraria, que es la mayoritaria en Castilla y León. Hemos hecho un buen trabajo, lo vamos a seguir haciendo, y entendemos los problemas porque somos gente de la tierra, vivimos en nuestros pueblos y estamos en el día a día con todos los agricultores y ganaderos.
Además, es importante participar porque, si no participas, ese espacio que tú no ocupas no yendo a votar lo va a ocupar alguien que no te representa, que encima no te defiende y no es como tú. No participar es devaluar un proceso y una fuerza de representación que es lo que tenemos que defender aquí. Nosotros tenemos esa diferencia con el resto de organizaciones: defendemos siempre esa explotación familiar que dicen defender todos cuando hay elecciones. Otros sí que han cambiado el discurso, nosotros no.