Un guiño a la obra de los hermanos William y Jacob Grimm, a través de uno de los espectáculos programados, preside este miércoles en Segovia la jornada de clausura del 38º Festival Internacional de Títeres (Titirimundi), con una asistencia que superará las 44.000 visitas registradas el año pasado.
A falta de confirmación oficial, después de seis días de actividades y espectáculos, “es muy posible que superemos la cifra de los 44.000 visitantes del pasado año”, ha pronosticado la directora del festival, Marián Palma.
Balance
La directora ha efectuado un balance de la presente edición de Titirimundi tras presenciar el pase realizado por la compañía francesa Au Fur et en Mesures, que ha traído a Segovia su última propuesta, ‘Ricdin-Ricdon’, una adaptación de un cuento de los Hermanos Grimm.
La alemana Ilka Schönbein es la directora de la compañía, que en esta ocasión ha apostado por ponerse detrás del escenario para dirigir los pasos de Pauline Drünert como alterego de una molinera que aseguró a un rey que sabía hilar paja convirtiéndola en oro, y que cuenta con la colaboración de un hombre pequeño que cada noche le pide algo distinto como pago por ayudarla.
Se trata de la primera ocasión en la que la compañía recala en Titirimundi, “un festival que nos parece maravilloso”, ha afirmado Schönbein, cuya propuesta tiene un trasfondo personal “porque creo que todo verdadero artista se deja llevar por un pequeño o gran demonio”, ha declarado a los periodistas.
Hermanos Grimm
“Y ese demonio quiere que le paguen con algo vivo, así que pagamos con nuestra alma viva, con nuestro cuerpo vivo, con nuestro futuro vivo”, ha añadido.
El espectáculo ‘Ricdin-Ricdon’ tiene prácticamente agotadas sus entradas como ha sucedido con todas las propuestas en los seis días de festival, hasta alcanzar las 15.000 entradas vendidas para poner en números la sensación que ha transmitido Marián Palma, “porque la ciudad ha estado al completo y más durante el fin de semana”, ha señalado.
Tanto fue así que la organización aumentó el aforo en aquellos recintos donde había posibilidad de hacerlo, con el fin de poder dar respuesta a las demandas de los visitantes, aunque la directora de Titirimundi ha lamentado que las tormentas que cayeron el lunes y martes pasados limitaran la presencia en las calles, “pero sin que tuvieran que cancelarse actuaciones”, ha concluido.