
Casi un cuarto de siglo después de su fallecimiento, en 1995, Eduardo Rodera continúa proporcionando sorpresas. Impulsor de la fundación que lleva su nombre y el de su esposa (Rodera – Robles), de él se sabe que fue un compulsivo coleccionista, principalmente de obras de arte relacionadas con Segovia. Pero a medida que se investiga su ingente legado está quedando al descubierto su faceta de notable fotógrafo.
“Rodera practicaba la fotografía como aficionado, pero tenía una sensibilidad de fotógrafo artístico”, señala ahora Rafael Cantalejo, secretario de la Fundación Rodera – Robles. Lo dice con conocimiento de causa, pues recientemente han aparecido, entre los fondos personales de Rodera “un montón de negativos”. Y, entre esas fotografías, se ha descubierto una colección de la actuación del grupo de danzas de San Pedro de Gaíllos y otro grupo folklórico infantil de Turégano, en las fiestas de San Luis de La Granja. Las imágenes datan de 1956.
“Se supone que él hizo ese reportaje con la intención de guardar las fotos, porque Rodera no publicaba nada; lo hacía por interés personal”, agrega Cantalejo.
Tras comprobar el interés de tal colección, desde la Fundación Rodera – Robles se consideró la conveniencia de que se expusiera en alguna sala. En esa tesitura, los patronos de la Fundación —presidida por el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez— estimaron como mejor opción ofrecer las imágenes al Museo del Paloteo, en San Pedro de Gaíllos.
La donación —de 13 fotografías impresas y un archivo digital de 40 imágenes— se formalizará este sábado, 19 de mayo, en un acto que tendrá lugar a las 13,00 horas, incluido en el programa del Día Internacional de los Museos.
En San Pedro de Gaíllos están felices con la donación. “Agradecemos enormemente este gesto, que establece sinergias entre dos centros museísticos y deja abierta la puerta a futuras colaboraciones”, señala Arantza Rodrigo, directora del Museo del Paloteo.