Una de las escenas del espectáculo de Theatre Jaleo. / EL ADELANTADO
Una de las escenas del espectáculo de Theatre Jaleo. / EL ADELANTADO

Peter Brook definió el teatro tosco como “el teatro que no está en el teatro, el teatro en carretas, en carromatos, en tablado, con público que permanece de pie”. Nosotros, espectadores, estuvimos sentados, porque ‘Edén’, título del espectáculo que el Theatre Jaleo nos ofreció en su precioso teatro instalado en el jardín de los Zuloaga y que también tiene por nombre Edén, y al que íbamos entrando entusiasmados porque podía ocurrir cualquier cosa prodigiosa, tiene sus asientos en semicírculo y en gradas. Y es que al nombrar Peter Brook una manera de hacer teatro como tosco, lo situaba en la gama alta del quehacer teatral, esa que se basa en lo vivaz, lo desvergonzado, lo alegre y que nos da risa.

Todo esto ocurre en Edén, nos encandila, nos sorprende continuamente con cada aparición de personajes variopintos, con cada historia, con cada pecado capital (y son siete), nos divierte. Creado y construido por Arno Vidal y Alice Zapata, como espacio teatral en el que nos reciben, es una preciosidad; y como espectáculo es fecundo, profuso en sorpresas, un divertimento muy bien pensado, hecho e interpretado por estas dos personas. Son polifacéticos, si, a esta pareja de artistas, en la vida y en el teatro el tiempo debe duplicarse: abundancia les caracteriza.

Estupendos cómicos y titiriteros dan vida a numerosos personajes, y tanto pueden tocar una pieza con el acordeón o acompañar con la guitarra al personaje de diva mientras ella canta, como construir las marionetas, interpretar los textos en español (siendo ellos franceses); su generosidad y fecundidad va saltando a la vista desde el primer momento y a medida que el espectáculo avanza. Jaleo, crea para nosotros este ‘Theatre Forain’, así lo llaman ellos, Teatro de Feria sería la traducción al español, teatro popular para todos los públicos: alegre, directo, divertido, vital y que llega al espectador sin procesos mentales, aunque arranque con una adivinanza y convenga estar atentos, porque el espectador que lo adivine al final del espectáculo, se llevara un regalito.

¿Que teníamos que adivinar los espectadores? Pero empecemos por el principio. Entramos en el jardín de los Zuloaga, el que mira al norte, y allí el teatro bonito nos aguarda, el sitio es ideal para instalar la preciosa construcción poliédrica y circular, como un mini circo hecho de madera, con hermosas pinturas de Stephame Boireau, sus exteriores le alumbran lo justo, Arno y Alice no solo han construido este recinto precioso donde va a ocurrir el espectáculo, sino que han inventado y hecho todo, y es prolífico: marionetas grandes y pequeñas, retablos, construcciones, decorados, máscaras, espacios, y además interpretan una cohorte de personajes. Siete historias que configuran este gran trabajo, siete escenificaciones que representa cada uno de ellas uno de los siete pecados capitales. La persona del público que adivine el orden en el que se suceden se llevara el regalo. De ello, la mayoría nos olvidamos, embebidos como estamos por todo.

Estos nómadas celestes nos tienen conquistados desde el primer momento, ¿porque a quién no le fascina y embriaga entrar en una construcción entre barraca, teatro o cabaret? Sabemos de antemano que, en esta casa, a la que hemos sido invitados por la gracia y salero de los anfitriones, lo vamos a pasar muy bien, y nos agitamos como niños.

El recinto teatral no tiene techo, se abra al cielo, por algo son nómadas celestes y teatrales, así, en los interludios ente pecado y pecado y mientras suena algún instrumento, miramos hacia arriba, al cielo, y vemos a la luna que lo clarea, algunas nubes que pasan por delante de ella, a la torre de la iglesia de San Juan de los Caballeros, y a las copas de los árboles.

En Arno Vidal y Alice Zapata, la vida y el teatro no están separados, parece que en el quehacer de sus vidas fluyen parejos, y por esto, nosotros y junto a ellos, nos sentimos vivos. Al fin y al cabo estamos en ‘Edén’ viendo ‘Edén’.

Ficha

Escenografía y puesta en escena: Arnaud Vidal y Alice Alban-Zapata
Iluminación: Artur Pons
Pintura: Stéphane Boireau
Vestuario: Emmanuelle Fouché
Títeres: Arnaud Vidal, Raphael Gromy, Tarik Essalhi y Alice Alban-Zapata
Utilería: Clara Stachetti y Emmanuelle Fouché
Administración: La SojaProducción
Theatre Jaleo