
Segovia tenía ganas de Semana Santa. Así lo atestiguaron las miles de personas que ayer se dieron cita en las calles de la capital para seguir los traslados procesionales de las siete cofradías que sacaron ayer a sus imágenes para completar el recorrido desde sus respectivas parroquias hasta la Catedral, donde desde anoche permanecen custodiadas en el trascoro del primer templo de la diócesis.
Las previsiones meteorológicas se cumplieron con exactitud y la lluvia dio hasta la noche un respiro que fue aprovechado por las hermandades y cofradías segovianas para poner en la calle el fruto del trabajo realizado durante varios meses. Finalmente, la cofradía de La Soledad al Pie de la Cruz y el Santísimo Cristo en su Última Palabra del barrio de San Millán decidió no incorporarse a los traslados procesionales y, por ende, tampoco participará en la «Procesión de los Pasos» de hoy. La decisión fue «dolorosa y controvertida», en palabras de su presidente Miguel Angel Clemente, que ayer reiteraba que «el pasado año fuimos muy valientes y este año a lo mejor somos muy prudentes». «Probablemente tanto el año pasado como éste nos hayamos podido equivocar -explicó Clemente- pero lo único que puedo pedir a los cofrades es comprensión hacia esta decisión».
El resto de las cofradías que ayer tenían previsto realizar sus traslados procesionales pudieron completar el recorrido hasta la carrera oficial. El buen tiempo -a la ausencia de lluvia se unió una temperatura relativamente agradable- hizo más llevadera la organización de los distintos recorridos de las cofradías hasta su incorporación a la carrera oficial en el Azoguejo, desde donde se trasladaron hasta la Catedral. Por segundo año consecutivo, la cofradía de la Esclavitud del Santo Cristo de la Cruz sacó en su magnífico trono al «Cristo de las Faldillas» a hombros de la cuadrilla de cargadores que protagonizaron uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa con la esforzada salida de la ermita en la que los cargadores hicieron gala de pericia, fuerza y habilidad para descender los 15 empinados escalones hasta la calle. Las maniobras fueron recompensadas por el emocionado aplauso de las centenares de personas que se dieron cita en el barrio del Cristo del Mercado.
Otro de los momentos de mayor belleza de los traslados procesionales de ayer fue el Via Crucis Penitencial de la Cofradía de Exalumnos Maristas (ADEMAR), que tras los avatares que el pasado año impidieron su salida, volvió a mostrar un año más su hondura espiritual con el «juramento de silencio». Finalmente, la lluvia hizo acto de presencia y obligó a los cofrades maristas a regresar al colegio antes de iniciar su recorrido en el centro histórico.
El l Via Crucis de la Feligresía de San Andrés acompañando al Santo Cristo de la Paciencia por las calles más señeras del recinto También se vio afectado en su último tramo por la incipiente lluvia que obligó a cubrir la imagen para completar el recorrido. Los feligreses de San Andrés tuvieron un recuerdo para la cofradía de San Millán. que no salió en procesión, a la que dedicaron una de las “levantás” realiadas durante el rezo.
Con el alma pendiente de la lluvia.- El buen sabor de boca que dejó la jornada de ayer no durará demasiado, a tenor de los pronósticos meteorológicos que reflejan con claridad que la jornada del Viernes Santo estará marcada por la lluvia, con precipitaciones que podrían rondar hoy los 15 litros por metro cuadrado. De este modo, la celebración de la “Procesión de los Pasos” que corona los actos de la Semana Santa segoviana corre el riesgo de no celebrarse, y aunque desde la Junta de Cofradías se asegura que la decisión apurará al máximo cualquier posibilidad de poder salir, primará la protección de las imágenes sobre cualquier otra consideración. Por la mañana, las cofradías del Santo Cristo de San Marcos y Los Gascones también tienen previsto sus traslados hasta la Catedral, aunque supeditados a la más que posible llegada de la lluvia.