Segovia huele a leña

Los gabarreros de El Espinar han exhibido sus habilidades como hacheros y cortadores en el preludio de su fiesta, hoy en la capital

El Acueducto ha sido de nuevo testigo, por segundo año consecutivo, del preludio de la Fiesta de los Gabarreros de El Espinar, que hoy ha trasladado a sus protagonistas a la céntrica avenida segoviana, donde numerosos turistas y segovianos han tenido la oportunidad de conocer en directo el oficio más tradicional de los espinariegos, como es el de gabarrero, el trabajador del monte. Hacheros y cortadores, hachas en mano, han demostrado sus habilidades con los troncos, haciendo una fiesta de un trabajo antiguo. Los espinariegos llevan ya 19 años reconociendo a sus gabarreros, trabajadores con un oficio duro, sobre todo por el frío de los largos inviernos segovianos, pero que era una de las pocas, si no la única, forma de sobrevivir en un pueblo serrano como El Espinar. La Fiesta de los Gabarreros fue declarada hace unos años de Interés Turístico Regional y cada año Ayuntamiento y vecinos se implican en revivir un oficio, del que se ha escrito mucho, y que, además, ya tiene su propio disco, nada menos, que del Nuevo Mester de Juglaría. Se llama ‘Gabarrerías’ y las letras son de Emilio López Laorga, que ayer también estuvo en Segovia para recitar por gabarrerías.

La fiesta comenzó con un pasacalles, con música y bailes de los danzantes de El Espinar, y con las aguederas de San Rafael, ataviadas con el traje segoviano, y animando a los centenares de transeúntes que paseaban por la Calle Real a conocer el mundo de los gabarreros. Ya en la Avenida del Acueducto, con el escenario preparado a base de filas de troncos, los cortadores se preparaban para la faena, mientras alrededor de los ciudadanos se paraban para ver el espectáculo. Las autoridades locales de El Espinar, con su alcaldesa Alicia Palomo a la cabeza, no quisieron perderse la fiesta, y fueron recibidas por la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, que les dio la bienvenida de parte de todos los segovianos. Por su parte, Alicia Palomo agradeció el recibimiento en la “madre tierra, Segovia, que nos otorgó la primera Carta Puebla como pueblo a El Espinar”. La alcaldesa reconoció el oficio de gabarrero como una “seña de identidad” de su municipio y animó a todos los presentes a visitar el fin de semana que viene El Espinar, en los días grandes de la fiesta.

La fiesta continúa a lo largo de toda la semana que viene en El Espinar. Hoy también se han inaugurado las jornadas gastronómicas de los gabarreros, en las que participan nueve restaurantes de la localidad, que han elaborado unos exquisitos menús con productos de la tierra, con precios que oscilan entre los 22 y los 35 euros. Y el Teatro Auditorio Menéndez Pidal de El Espinar vive hoy una noche mágica, con la presentación del disco ‘Gabarrerías’, del Nuevo Mester de Juglaría, que reconoce también así la labor de estos trabajadores.