Segovia soporta mejor su declive demográfico que el resto regional

Sólo tres provincias han ganado población en los 20 últimos años, mientras la Comunidad en conjunto la pierde. La implantación de nuevas vías de comunicación ha mitigado en parte un éxodo más acusado

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Comparación de la evolución demográfica relativa de las provincias de Castilla y León en los últimos 20 años

La provincia de Segovia ha ganado población en los últimos 20 años. En concreto ha crecido en 6.635 empadronados, lo que supone un 4,5% de aumento demográfico. Sin embargo el balance de los últimos diez años ha sido negativo.

En el intervalo 2001- 2021, sólo otras dos provincias de Castilla y León han tenido un saldo positivo: Valladolid, que ha crecido un 4,3%; y Burgos un 1,8%. En cifras absolutas, sólo la capital de la Comunidad ha superado a Segovia. Gracias al empuje que le supone su centralismo político y económico ha ganado 21.400 personas, frente a las poco más de 6.000 que han crecido Burgos y la pequeña Segovia.

La tendencia creciente registrada en la provincia durante las dos primeras décadas del actual siglo destaca sobre una trayectoria general negativa en el conjunto de Castilla y León. La pérdida de población representa la tendencia general en Castilla y León, como en casi todas las provincias eminentemente rurales del país.

El principal periodo de crecimiento demográfico en Segovia ocurrió en la primera década, entre 2001 y 2011. Fue un período de fuerte crecimiento económico que trajo consigo abundante emigración extranjera. Sobre todo ocurrió en los primeros años, con el boom inmobiliario como principal motor de actividad, hasta que estalló la burbuja en 2008. Se inició entonces una aguda crisis que ha quedado algo solapada con la llegada de otro ciclo negativo, originado por la pandemia del coronavirus.

Infraestructuras

Aquel período de crecimiento demográfico coincidió un hecho fundamental para Segovia: la puesta en marcha de la gran infraestructura de comunicación que es el AVE. Se inauguró a finales de diciembre de 2007. Su puesta en marcha redujo el tiempo de viaje entre Segovia y Madrid de forma muy notable: 20 minutos para ir a Chamartín cruzando la Sierra. Este hito supuso mejorar aún la comunicación por carretera que se ha había producido con la inauguración en el año 2003 de la autopista AP-61, lo cual suponía rapidez y seguridad en los viajes por carretera.

Además en Segovia se produjo otro hecho notable en materia de comunicaciones con Madrid y que supondría el medio más económico para desplazarse entre ambas ciudades. En 2018 el grupo Avanza se hace cargo de la línea regular de viajeros en autobús. Su nuevo servicio permite viajar de forma directa a un precio más barato que el tren y que con turismo particular.

Junto a Segovia, el AVE ha beneficiado a Valladolid, donde se ha reducido el tiempo de viaje a Madrid de las 2,5 horas a 53 minutos. Por ello Valladolid también está viendo repercutir en términos demográficos el efecto de esta infraestructura de comunicación.
En el caso de Segovia se calcula que son más de 5.000 las personas las que viajan a diario en transporte colectivo (tren o autobús), a Madrid. La capital de España supone una oportunidad para encontrar trabajo o una plaza donde estudiar la disciplina que se desea. Esta facilidad para trabajar en una ciudad y vivir en otra representa una ventaja de la que no disponen todas las ciudades de Castilla y León.

La cercanía con Madrid beneficia a Segovia capital, pero también a los municipios del área metropolitana, que son los que más población han ganado en este tiempo, como revelan sus padrones municipales.

En todo caso, el efecto de la buena comunicación con Madrid puede haber tocado techo. La evolución demográfica de Segovia está condicionada sobre todo por su estructura piramidal. Salvo en los pueblos del entorno de la ciudad, en el resto predomina la población anciana sobre la joven, lo que hace que exista inevitablemente una tendencia vegetativa negativa, con más defunciones que nacimientos.

Los datos y gráficos son elocuentes. En el año 2000 había una diferencia entre nacidos y fallecidos de unos 300. En el año 2019 ( previo a la pandemia), ese desajuste se elevó hasta los 700. Cada año ha ido creciendo la diferencia del crecimiento vegetativo. En términos relativos, por tres personas que nacen en la provincia de Segovia fallecen cinco.

Esta situación se da en casi toda Castilla y León. Es una tendencia más acusada cuanto más pequeño es el tamaño de un municipio. Hay menos oportunidades laborales, lo cual lleva a la emigración de población en edad de trabajar y de procrear, incrementando así el saldo vegetativo negativo.

Último año

En lo que se refiere al último año con estadísticas oficiales del INE, Segovia forma parte del selecto grupo de provincias españolas que no han perdido población. Los datos históricos del Instituto Nacional de Estadística (INE), permiten dibujar el mapa de la despoblación en España, y revelan que la gran mayoría de Castilla y León perdió habitantes. Solo dos provincias crecieron. En Ávila se elevaron los padrones un 0,48% (757 más), hasta los 158.421; y en Segovia subió un 0,12%, (185 más), hasta los 153.663. Las provincias españolas que ganan en habitantes son sobre todo las situadas en las zonas de costa a excepción de la Comunidad de Madrid.

cuadro nacimientos defunciones
Evolución de los nacimientos y defunciones en la provincia de Segovia
desde 1975 hasta la actualidad

Fuertes diferencias por zonas

Las localidades del área metropolitana de Segovia encabezan los principales crecimientos poblacionales mientras las comarcas más alejadas y las pedanías sufren un profundo declive

Una treintena de pueblos, de los 209 que integran la provincia, han perdido más de la mitad de sus habitantes en estos diez últimos años. Ello significa que de seguir la misma tendencia, en otros diez años se habrán quedado totalmente vacíos.

Buena parte de estos municipios se encuentran en el Nordeste y Norte de la provincia.. Muchos de sus escasos habitantes optan por residir en pueblos más grandes, cabeceras de comarca, que cuentan con servicios básicos.

El caso contrario lo experimentan otros 30 municipios segovianos. Son los que han visto crecer sus padrones, pero en el mejor de los casos, este crecimiento ha sido del 3o%, frente al 50% que suponen los vaciamientos.

En este selecto grupo de pueblos expansivos se encuentran los situados en el entorno de la capital. Espirdo, Encinillas, Hontanares de Eresma, Palazuelos de Eresma, La Lastrilla, Brieva, Trescasas, Bernuy de Porreros o Torrecaballeros lideran el crecimiento. En total han sumado 3.363 nuevos pobladores en una década. El pueblo que más crece es Palazuelos de Eresma, que ya superó la barrera de los 5.000 habitantes en 2016. Y eso que desde que comenzó el siglo no computa la localidad de San Cristóbal de Segovia, que se independizó como municipio y también es uno de los puntos del área metropolitana que más crecimiento experimenta.

Trayectorias

En lo que respecta a los municipios más poblados de la provincia, la trayectoria ha sido desigual en esta década. En la capital se han perdido casi 4.000 habitantes, lo que supone un 8%. Lo ganan los pueblos de su entorno fundamentalmente.

Cuéllar, segundo municipio por tamaño, permanece casi invariable, con 105 habitantes menos, un 1%. El Espinar se mantiene a la par, rozando los 10.000 habitantes, pero no ha llegado. En estos diez años ha bajado un 3%, 273 empadronados menos.

Palazuelos de Eresma, superó la barrera de los 5.000 habitantes hace cinco años y continúa en aumento, superando al Real Sitio de San Ildefonso, que ha experimentado un leve descenso de población: 9% en diez años.

Valverde del Majano ha ganado un 5% en este período, en el que otras localidades como Sepúlveda o Turégano han bajado del millar, lo que puede tener repercusión en el tamaño de sus corporaciones municipales en sus próximos comicios locales. Es lo que les ocurrió a Mozoncillo y Fuentepelayo hace unos años.