De carácter afable, el biólogo Francisco Sánchez Aguado pide ahora ayuda para publicar un libro, ‘Un viaje por La Patagonia’, fruto de una expedición realizada hace ya más de una década, en 2007, “recorriendo lugares maravillosos, haciendo fotos y dedicando especial atención a los espacios naturales, las especies animales y vegetales y las personas que viven o vivieron en ellos”.
Aunque Sánchez no se ha prodigado mucho en mostrar su faceta fotográfica, lo cierto es que lleva haciendo fotos toda la vida, desde que tenía 13 años. Su padre, vendedor de seguros, hizo un curso por correspondencia de fotógrafo, para añadir un complemento a su salario, y montó un laboratorio en casa. Su hijo le veía trabajar y acabó siguiendo sus pasos. El rumbo profesional que tomó Sánchez —profesor de zoología en la Universidad de Alcalá de Henares nueve años y biólogo de la Junta en Segovia durante 26, hasta su jubilación— no le impidió mantener viva esa afición.
En 2007 tuvo la oportunidad a ir a La Patagonia durante un par de meses. En la primera parte estuvo acompañado, pero luego se quedó solo, durante 40 días. “Había gente que me decía ‘¡escríbeme!’, así que decidí crear un blog”, recuerda ahora. Cuando tenía tiempo, allí iba relatando su experiencia en una región que le cautivó. Sobre todo, por “su inmensidad”. “Es un lugar absolutamente salvaje, poco habitado y donde es difícil moverse. Te captura”, manifiesta ahora.
Ya de regreso a España, fue poniendo fotos en su blog. Y más recientemente, por una casualidad, ese trabajo cayó en manos de una amiga diseñadora, quien lo maquetó (“lo ha dejado muy bonito”, insiste). Entonces, se hizo una pregunta: “¿Y por qué no publicarlo?”.
En esas está ahora Sánchez. Por ello, ha lanzado una campaña de crowfunding (su enlace es http://vkm.is.patagonia), con la intención de reunir 7.500 euros antes del 11 de febrero para publicar ‘Un viaje por La Patagonia’. La obra tendrá 160 páginas, en papel estucado de 135 gramos, 300×300 milímetros de tamaño y encuadernación en tapa dura. Incluye más de 100 fotos, en color y blanco y negro, y cinco láminas con un número variable de fotos.
Sánchez, siempre dispuesto a colaborar con otros, se muestra ahora ilusionado con su proyecto, esperando convertirlo en realidad y que anime a los lectores a viajar a un lugar “fantástico”, si bien advierte que “si buscan comodidades, no es el mejor lugar”. “La Patagonia — remata— es para contactar con la naturaleza y la gente de allí”.