
Los embalses de la provincia de Segovia garantizan hasta el momento el abastecimiento de agua a todo el territorio, gracias al buen nivel de agua almacenada en los sistemas de la cuenca del Duero de la provincia (Riaza-Duratón y Cega-Eresma-Adaja), aunque presentan cantidades menores que el año pasado por estas fechas. En este sentido, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero calificaba a primeros de mes de “preocupante” la situación de los embalses de la cuenca y advertía de que si bien el consumo humano “está garantizado”, podría haber problemas para los regantes.
A día de ayer lunes 11 de julio, el embalse del Pontón Alto, con una capacidad total de 7,4 hectómetros cúbicos de agua, registraba un almacenaje de 6,6 hectómetros (89,4% de capacidad), mientras que el año pasado por estas fechas sumaba 7,3 hectómetros. En cuanto al embalse de Linares del Arroyo, con una capacidad de 54,4 hectómetros cúbicos, ayer almacenaba 37,3 (68,5%), mientras que en julio de 2021 mantenía 42,7 hectómetros. En total, los sistemas de la provincia acumulan 43,9 hectómetros cúbicos de agua embalsada, por 50 del año pasado, y una media de 45,4 de los últimos diez años.
A estas alturas del verano, tan solo dos localidades de la provincia de Segovia están siendo abastecidas con agua embotellada y camión cisterna. Se trata de Grajera, al nordeste de la provincia, cuyo problema no es de cantidad, sino de calidad, ya que el agua destinada al abastecimiento contiene niveles de arsénico por encima de los autorizados. Y el pequeño núcleo de Mata de Quintanar, dependiente de Cabañas de Polendos, que sufre desde hace años un problema de poca agua, que se ha agravado en los últimos años debido al considerable incremento de población infantil que se ha registrado, con cerca de 30 niños.
El diputado provincial de Acción Territorial, Basilio del Olmo, confirmaba ayer que, de momento, solo esas dos localidades tienen problemas de agua, y son abastecidas, Grajera, desde hace más de un mes, con agua embotellada que los vecinos recogen en diferentes establecimientos, y con camión cisterna, Mata de Quintanar, que espera la realización de un proyecto de derivación de agua desde Cabañas de Polendos, desde hace años.
Basilio del Olmo reconocía que el verano no está suponiendo hasta ahora muchos problemas de agua, aunque añadía, que aún queda mucho verano, aunque considera que el abastecimiento está garantizado. Hay que recordar que el mes pasado la Diputación aprobaba la distribución de los 200.000 euros pertenecientes al conocido como convenio de la sequía, financiado entre la institución provincial, la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos beneficiarios. La Diputación aprobó seis nuevas ayudas, que se suman a las 13 aprobadas en mayo, lo que da lugar a un total de 20 obras en las que se invertirán más de 180.000 euros. Se trata de obras correspondientes al ciclo del agua en las siguientes localidades: Boceguillas, Turrubuelo, Brieva, Cantalejo, Coca, Codorniz, Fuentidueña, Laguna de Contreras, Martín Muñoz de las Posadas, Moraleja de Coca, Navalilla, Pinarnegrillo, Adrada de Pirón, Bercimuel, Valdevarnés, Donhierro, Maderuelo, Santo Domingo de Pirón y Urueñas. A esa cantidad de dinero hay que sumar otros 48.000 euros para el reparto de agua embotellada que, por el momento se está destinando a Grajera y Mata de Quintanar. En este sentido, la Diputación aporta el 75% del gasto total.
Javier Gómez (Alcalde de Cabañas de Polendos): “No voy a parar hasta conseguir ejecutar el proyecto de derivación”
La Mata de Quintanar ha pasado en los últimos años de 75 a 125 habitantes, lo que conlleva problemas de escasez de agua, acrecentados en los meses de verano. El alcalde de Cabañas, del que depende el núcleo, Javier Gómez, explica que existe un proyecto redactado en 2019, que supondría la solución defnitiva, el trasvase de agua desde Cabañas hasta Mata de Quintanar, “porque en Cabañas tenemos agua de sobra”. El presupuesto de esta obra asciende a 230.000 euros, al que el Ayuntamiento está dispuesto a aportar una parte, aunque necesita la ayuda de la Junta.
Alba Barrio (Alcaldesa de Grajera): “En verano cuadruplicamos la población”
Los vecinos de Grajera llevan unos dos meses siendo abastecidos con agua embotellada que recogen en el Ayuntamiento o en la panadería. Los niveles de arsénico en el agua, por encima de lo normal debido a que hay menos agua, les han obligado a suministrarse con botellas. La alcaldesa de Grajera, Alba Barrio, confía en que para finales de este mes el problema está solucionado, ya que está prevista la instalación de un sistema de filtración, con un presupuesto de 100.000 euros, para el que Diputación Provincial y Junta ya se han comprometido.