
La provincia de Segovia ha conseguido romper la trayectoria de pérdida de población que venía arrastrando desde la crisis de 2008, con descensos en la mayoría de sus padrones municipales.
El dato definitivo del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicado la semana pasada confirma que en los últimos doce meses Segovia ha ganado 140 habitantes. Se trata de una modesta cifra que supone tan solo el 0,1 por ciento. Sin embargo destaca por ser la única provincia de Castilla y León que no tiene números rojos en el balance demográfico anual.
Dentro de la provincia de Segovia se mantiene el crecimiento que siguen experimentando los pueblos del área metropolitana de la capital. En su mayoría ganan habitantes a costa de la ciudad, que en el último año bajó en 456 habitantes.
Si se tienen en cuenta plazos más largos, la tendencia es aún más acusada. La capital ha perdido en una década más de 4.000 habitantes, un 7,3 por ciento. El municipio que más ha crecido poblacionalmente es Hontanares de Eresma, un 203% en una década. Le siguen Encinillas y Espirdo, con aumentos del 130% y 127% respectivamente.
Palazuelos de Eresma, Bernuy de Porreros, La Lastrilla, Trescasas, Torrecaballeros o Brieva son otros pueblos con padrones en crecimiento.
En el lado opuesto se encuentra la gran mayoría de pueblos. Los más castigados son Ortigosa del Pestaño o Castroserna de Abajo, que en una década se han quedado en la mitad. Fresno de la Fuente, Aldealcorvo, Pelayos del Arroyo, Moral de Hornuez o Arevalillo de Cega ocupan los últimos lugares en la progresión demográfica.
Castilla y León contaba a 1 de enero de 2022, con 1.167.883 hombres, y 1.204.757 mujeres, ambos sexos mermaron un 0,4 por ciento, con 5.231 varones menos, y la pérdida de 5.268 féminas en un año. La población nacional estaba integrada por 2.225.985 personas, 13.044 menos que en el inicio de 2021; frente a los 146.655 extranjeros, colectivo que ganó 2.545 efectivos.
Sólo Segovia se libró de esa sangría poblacional. El dato de residentes en el conjunto de la provincia es, pues de 153.663 personas. En una década, Segovia ha perdido 9.898 personas, lo cual equivale a la población que acogen municipios como Cuéllar o El Espinar. Pero si se tiene en cuenta el balance de las dos últimas décadas, el descenso no ha sido tan abultado, pues desde 2002 hasta 2022, se han perdido 3.100 habitantes.
Esto evidencia que la pérdida demográfica baja en intensidad. Segovia ha experimentado en el período 2012-2017 la mayor bajada de población de este siglo, después del gran éxodo rural que se registró en los años 60 y 70 de la centuria pasada. Hasta aquellos años, posteriores a la crisis, la llegada de extranjeros fue muy acusada en Segovia. Muchos volvieron a emigrar. Otros se quedaron y actualmente representan parte de las nuevas generaciones nacidas aquí.
Pero la estructura envejecida de la población constituye el principal motivo de la regresión demográfica de Segovia. La edad media de los segovianos es más alta que a nivel nacional. La pirámide de población muestra que los porcentajes son mayores a partir de los 55 años.
En el resto de las provincias de Castilla y León, la situación no es mejor que en Segovia. Zamora, León y Palencia encabezan la pérdida de habitantes en el último año, con mermas del 0,9, 0,8 y 0,7 por ciento de su población, hasta 168.725, 451.706 y 159.123 habitantes, respectivamente. En cifras absolutas, Zamora perdió 1.510 personas; León, 3.527; y Palencia, 1.115.
La bajada poblacional en Salamanca y Soria estuvo en la media autonómica del 0,4 por ciento, con 1.440 y 370 habitantes menos, hasta los 327.338 y 88.747. Burgos y Valladolid vieron reducir su población un 0,3 por ciento, hasta los 451.706 y 519.361 habitantes; y Ávila, en dos décimas, hasta los 158.421.
Cuatro municipios cambiarán el tamaño de sus corporaciones
Cuatro localidades de la provincia experimentarán cambios en el tamaño de sus corporaciones municipales como consecuencia de las variaciones en sus censos.
Se hará teniendo en cuenta el último cómputo poblacional oficial, aunque será el padrón a 31 de enero el que marque de forma definitiva el número de concejales a elegir el próximo 28 de mayo.
Los pueblos que cambiarán, a día de hoy son: Maderuelo, Gallegos, Bercial y Navalilla. Los dos primeros aumentarán su corporación de tres a cinco concejales al haber superado el centenar de personas empadronadas.
Por otro lado, los dos últimos experimentarán el proceso inverso, bajando de cinco a tres, al haber disminuido su censo de cien empadronados.
La capital segoviana está a sólo 800 habitantes de ver reducida también su corporación, de los 25 concejales a los 21 que tienen las corporaciones de los municipios de 20.000 a 50.000 habitantes.
La Ley Electoral española establece que los ayuntamientos con hasta 250 residentes, deben elegir a cinco concejales. Los que tienen de 251 a un millar, cuentan con corporaciones de siete concejales. Si hay una población de entre uno y dos millares, se eligen nueve concejales. Y la Corporación será de once si la población es hasta 5.000 habitantes. A los que tienen de 5.001 a 10.000 habitantes les corresponde elegir a 13 concejales.
Ningún municipio de Segovia cuenta con localidades de los otros dos tramos, que nombran a 17 y 21 concejales respectivamente. Y sólo hay una localidad, la capital, que tiene más de 50.000 habitantes y, por tanto, elige a 25 concejales.
En las próximas elecciones municipales podrán votar 115.766 ciudadanos. De ellos, la mayoría son españoles. Pero también tienen derecho a ejercer su voto los ciudadanos de la Unión Europea que, sin haber nacido aquí residen en España. Para ello, deben estar inscritos en el censo electoral y tener 18 años cumplidos. En todo caso tienen que haber solicitado este derecho. El plazo terminó este lunes 30 de enero. Además también podrán votar en las municipales los ciudadanos de algunos países de fuera de la UE que tienen acuerdos con España. Estos son los ciudadanos de Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú, Reino Unido y Trinidad y Tobago.
Las condiciones para contar con el derecho a votar son: tener 18 años el día de la votación, estar inscrito en el padrón municipal del ayuntamiento, tener autorización de residencia en España y haber residido legalmente el tiempo correspondiente en el acuerdo. En este sentido, a los nacionales de Noruega y Reino Unido se les exige haber residido tres años el día de la votación y al resto de países un total de cinco años.