
El consumo de carburante creció en la provincia de Segovia un 21,5% en los nueve primeros meses del presente año respecto a los datos de 2020, según los datos que facilita la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES).
En la provincia se consumieron hasta septiembre 99.280 toneladas de los distintos carburantes, un gran incremento respecto a las cifras de 2020, 81.701 toneladas, que estuvieron lastradas por concentrar los peores meses de la pandemia de coronavirus.
Los datos positivos palidecen al ser comparados con los de 2019. De esta forma, los registros de 2021 quedan por debajo en un 5,3% respecto a los de esa anualidad, cuando se consumieron en los nueve primeros meses del año un total de 104.783 toneladas de los distintos carburantes.
Hay que señalar que los datos de Segovia mejoran los resultados de la Comunidad, donde solo Palencia supera por el momento los registros obtenidos en 2019. Estos datos son significativos, ya que revelan que la ‘reactivación económica’ tras la pandemia todavía no es plena al no alcanzarse o superarse las cotas de 2019.
No es desventurado asegurar que sí ha habido ‘reactivación’, dado que los números superan ampliamente los de 2020, pero por el momento no se ha conseguido recuperar los datos de antes de la pandemia. No se está lejos, pero parece que el resto de 2021 no va a poder recortar las diferencias creadas en los nueve primeros meses.
Los problemas con el abastecimiento, el aumento en los precios y las dificultades en el suministro de algunas materias primas están lastrando la esperada recuperación tras un 2020 para olvidar. El consumo de carburantes es una variable importante para medir la marcha económica de un país, ya que sus alteraciones ponen de relieve el estado del consumo o la producción al tener una relación directa con el sector de transportes.
A nivel regional el escenario es muy parecido al manifestado por Segovia. De esta forma, el consumo de carburantes crece en Castilla y León este año por la parálisis de 2020 provocada por la pandemia, pero sigue lejos de los datos de 2019, lo que refleja que la recuperación es muy lenta y se ve entorpecida por la escalada de precios.
En concreto, durante los primeros nueve meses de este año, los castellanos y leoneses repostaron 1,42 millones de toneladas de combustibles (gasolinas 95 y 98 y gasóleo A), lo que supone un crecimiento del 18,3% respecto al dato de 2020, por las mismas fechas. Sin embargo, si se atiende a los datos de antes del estallido de la pandemia, la cosa cambia, y el dato de consumo este año, supone una disminución del 8,9% respecto a la cifra de 2019, que se situó en 1,56 millones de toneladas.
Un análisis provincial sitúa a Palencia, como la de mejor comportamiento, ya que registró un consumo hasta septiembre de 127.747,1 toneladas de carburantes, con un espectacular crecimiento del 61,6 por ciento respecto a 2020, y un alza del 24,4% en relación a la cifra de 2019.
Segovia vio crecer el consumo respecto a 2020 un 21,5%; y Burgos, un 21,3%. Sin embargo, en relación al año 2019, bajaron un 5,3 y 19,1%, en cada caso. Ávila registró un aumento del 18,4% sobre 2020; un dato que se torna en negativo en relación a 2019, en un 7,8%. El consumo se elevó en Salamanca un 14,7%; en León, un 13,8%; y en Valladolid, un 13,3%. Pero todas presentan tasas negativas con 2019. Por último, Zamora creció un 11,8% y Soria un 8%.