
El Ayuntamiento de Segovia ha solicitado a la Consejería de Cultura y Turismo ampliar hasta el 30 de noviembre el plazo establecido para elaborar el Plan de Gestión de la Ciudad Vieja de Segovia y su Acueducto, un documento obligado para las ciudades que cuentan con la declaración de Patrimonio Mundial por la Unesco y que el gobierno municipal tenía que haber finalizado como tarde este mes.
La Consejería, a través de una orden, concedió el 11 de diciembre de 2020 una subvención directa al Ayuntamiento de Segovia por un importe de 100.000 euros para la formulación y redacción de este plan de gestión.
La alcaldesa, Clara Luquero, ha comentado que el retraso se ha debido primero a que el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad encargó a la Fundación Santa María la Real un estudio para fijar criterios uniformes en la gestión e impulsar los planes en ese sentido.
La Fundación Santa María la Real entregó a finales de junio de 2021 el ‘Estudio comparado de los Sistemas de Gestión del Patrimonio Mundial de las 15 ciudades del grupo, para afrontar los retos de futuro y visibilizar la operatividad de los planes de gestión’.
La intención de la concejala de Patrimonio Histórico, Clara Martín, era licitar en la segunda mitad del año pasado la elaboración del plan de gestión, al contar ya con la subvención de la Junta, y una aportación de 20.000 euros del presupuesto municipal, ya que el coste estimado es de 120.000 euros.
Sin embargo, según la alcaldesa, problemas de personal, concretamente falta de técnicos suficientes en el servicio municipal de Contratación, lo han retrasado y de ahí, la necesidad de solicitar una prórroga del plazo de ejecución hasta el 30 de noviembre, de manera que el Plan de Gestión tiene que estar elaborado antes de diciembre. Además, el Ayuntamiento ha pedido a la Consejería que la justificación de la ayuda pueda realizarse hasta el 5 de diciembre.
Segovia se encuentra entre la minoría de ciudades Patrimonio de la Humanidad que todavía no dispone de esta herramienta. Al menos ocho de estas ciudades, entre ellas las otras dos de Castilla y León, Ávila y Salamanca, ya cuentan con su plan de gestión.
Hay que recordar que la Junta financió íntegramente los planes de Ávila y Salamanca y el gobierno municipal había insistido repetidamente en los últimos años al ejecutivo autonómico para conseguir lo mismo para la ciudad.
En este sentido, en noviembre de 2019, la concejala se reunió con el director general de Patrimonio Cultural y la alcaldesa con el consejero de Cultura y Turismo. Fruto de esos encuentros, el equipo de gobierno municipal informaba al mes siguiente de que iniciaba los trámites para la elaboración del Plan de Gestión. En marzo de 2020, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaba el compromiso de contribuir a ese objetivo “en las mismas condiciones” que se hizo con Ávila y Salamanca. En noviembre de ese año el Ayuntamiento solicitó formalmente la subvención, que fue concedida el 11 de diciembre.
Objetivos
La Junta de Castilla y León destinó 700.000 euros en 2008 para la elaboración de los planes de gestión de Ávila (400.000) y Salamanca (300.000), las otras dos ciudades, junto a Segovia, Patrimonio de la Humanidad de la Comunidad Autónoma.
En ambos casos el objetivo es contribuir a la conservación de las características de morfología urbana que identifica a ambas ciudades, y la dotación de instrumentos de planificación y gestión que controlen y coordinen los procesos de crecimiento, transformación y modernización de los núcleos residenciales. Recogen un diagnóstico y las amenazas y oportunidades a partir de perfiles patrimoniales y paisajísticos, información arqueológica, identidad cultural, usos y costumbres, eventos, etc.
En el caso de Segovia, con un coste muy inferior, 120.000 euros, antes de conocer el estudio elaborado en 2021 por la Fundación Santa María la Real, la concejala de Patrimonio Histórico informó de que, con la participación de los agentes que tienen responsabilidad en la gestión de los bienes Patrimonio Mundial, se trata de contar con una visión estratégica, fijar objetivos concretos y específicos de protección, conservación y gestión, así como las líneas estratégicas a desarrollar por el Ayuntamiento en el horizonte temporal de cuatro años, así como los proyectos y acciones clave a realizar.