Desde el año 2007 el Gobierno abrió la posibilidad de que la asistencia a personas en situación de dependencia pudiera cotizar en la Seguridad Social a través del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), lo que permite a los cuidadores familiares tener la protección social y contar con las mismas prestaciones que el resto de trabajadores.
En Segovia, un total de 233 personas están integradas en el sistema, cifra que supone un crecimiento del 6,8 por ciento con respecto a 2021, donde se habían registrado 217 personas, según los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social recabados por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
En Castilla y León, se han registrado um total de 4.380 cuidadores no profesionales de personas dependientes en Castilla y León -365 más que hace un año- ; y la provincia de León se sitúa a la cabeza de la comunidad con 987 personas integradas en el SAAD. Por detrás figuran Valladolid (835, +122), Salamanca (673, +63), Burgos (536, +58), Zamora (435, +35), Palencia (319, -8), Ávila (274, +11 y Soria (88, +9).
La mayoría son nuevos convenios suscritos desde que el 1 de abril de 2019 la Administración General del Estado se hizo cargo de abonar las cotizaciones, en cumplimiento del Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación.
En cuanto a la edad, el 37,8 por ciento no ha cumplido los 50 años, un 42,1 por ciento tiene entre 50 y 60 años y un 20,1 por ciento supera los sesenta.
Uno de los motivos de la aprobación de la prestación económica destinada al cuidador no profesional en el marco de la Ley de Dependencia era saldar en la medida de lo posible una deuda histórica especialmente contraída con las mujeres que asisten a sus mayores renunciando en muchos casos a su vida laboral y social.
El alta en el sistema de la Seguridad Social permitió a los cuidadores informales alcanzar las mismas prestaciones que el resto de trabajadores, como por ejemplo, la jubilación o la incapacidad permanente. Asimismo, les abrió las puertas a programas de formación para que pudieran desempeñar su labor del mejor modo posible, así como prevenir los efectos negativos y estresantes que implica su figura.
El sistema de dependencia en Castilla y León atiende a 111.140 personas, que reciben 151.199 prestaciones. De ellas, 30.320 son prestaciones económicas para el cuidado en el entorno familiar; 8.416 están encuadradas en atención residencial; 21.778 responden a ayuda a domicilio, y 18.846 se enmarcan en teleasistencia.
Finalmente, 7.644 se prestan en centros de día o de noche; 12.834 se centran en programas de prevención de la dependencia y promoción de la autonomía; 49.509 son económicas y aparecen vinculadas al servicio; y 1.852 se revelan una ayuda para hacer frente al pago de un asistente personal.