Reguera es oriental

El artista plástico exhibe en su retrospectiva del Esteban Vicente algunas piezas emblemáticas que fueron expuestas en Singapore y Hong Kong y que marcaron la evolución de su trabajo

El descubrimiento se produjo tras ver aquellas pinturas en los museos chinos. El artista plástico segoviano, Alberto Reguera (Segovia, 1961), se quedó casi pasmado al comprobar cómo su obra tenía una fuerte impronta oriental. Fue un hallazgo. Quizá no era casual que uno de sus pintores favoritos, desde siempre, fuese Claude Monet (1840-1926), uno de los creadores del impresionismo, que tuvo gran inspiración en las estampas que, hace un siglo, le llegaban desde Japón y que influyó en sus ‘nenúfares’, el ciclo de pinturas al óleo que el genio francés realizó al final de su vida.

La idea del culto al paisaje, las perspectivas atmosféricas, la unión con la naturaleza; todo eso que impregna el arte oriental desde tiempos ancestrales, ya estaba presente en la obra de Reguera, sin que fuera consciente de ello el artista. Esta empatía con el arte y pintura oriental estaba ya en el artista segoviano antes de que arrancara su exitosa andadura por museos y galerías emblemáticas de Singapore, Shanghai y Hong Kong. «Esta influencia oriental que tenía antes, sin saberlo, se acrecienta cuando voy allí [Asia] y observo todas esas pinturas en los museos», sostiene Reguera, que actualmente expone el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente «El Aura de la Pintura«, que reúne 49 obras, en diferentes formatos, desde las primeras obras concebidas por el artista, en 1990, hasta sus trabajos más recientes, en 2015.

«El Aura de la Pintura» supone una oportunidad excepcional para contemplar una serie de piezas expuestas en su día en espacios emblemáticos, como el Sculpture Square de Singapore o el City Hall de Hong Kong, que marcaron un salto en la evolución en la obra de Reguera. Son obras representativas que marcan pasos trascendentes, de la pintura plana a la tridimensional, y de ésta a la expansiva —la de derrame violento y la más suave, como estela de humo—; y de la mera instalación pictórica a otra que el artista trabaja en todos los lados del cuadro, que se independiza totalmente del muro.

Reguera inició su periplo asiático en 2007 y 2008, cuando presentó su proyecto «Beyond Form» en el Sculpture Square de Singapore; presentando sus pinturas tridimensionales en forma de instalación pictórica. Aquel proyecto individual, comisariado por Tay Swee Lin, tuvo enorme repercusión. El cuadro que fue portada de aquella primera exposición de Reguera en Asia fue «Oceans 2», que hoy está expuesto en la sala 2 de la muestra del Museo Esteban Vicente. «Es el momento en que doy el paso a lo tridimensional, las pinturas son objetos-pinturas también», explica el artista.

Tal fue el éxito de aquella muestra, que el artista expuso su proyecto, en 2010, bajo el título «Beyond Form II», en el City Hall de Hong Kong. Se trataba, prácticamente, de la misma colección expuesta en Singapore, aunque reafirmando el concepto de que para el artista ya no había fronteras entre la pintura, la escultura y la instalación pictórica. La propuesta había recibido el contundente respaldo de la crítica de arte internacional Joselina Cruz, que dedicó un artículo a Reguera, titulado «Campo de Visión», que se antojó «decisivo» en la carrera del artista plástico, según el mismo reconoce. En aquella muestra en Hong Kong, «no solo hice brotar pintura de las obras, también de los muros y de las columnas del City Hall», recuerda. Procedente de aquella exposición en Hong Kong, donde el artista realizó una instalación pictórica con 40 obras, reaparece ahora en el ‘Esteban Vicente’ la obra «Sunny Fragments».

Tras las fotografías que Reguera realizó en Saigon (Vietnam), que abstraían los elementos de celebración de su calendario lunar, una serie no expuesta hasta el momento, el artista volvió a exponer, en 2011, en Hong Kong, en la galería Karin Weber, una muestra que llevó por título «Three-dimensional abstract landscapes». Las obras «Perennial gras painted», en la sala 2, y «Captured Polar Armospheres” —hoy en sala 3 del Esteban Vicente—, se mostraron en aquella exposición. La novedad es que entonces el artista comenzó a pintar esas pinturas-objeto por todas sus caras, como es el caso de «Captured Polar Armospheres».

Al año siguiente, en 2012, Reguera vive una experiencia que tilda de «inolvidable» en Shanghai. Trabajó en esta ciudad china, una de las más pobladas del mundo, con 20 millones de habitantes, durante un mes, para realizar in situ, dos de sus obras de pintura expansiva. Las realizó para el singular edificio diseñado por el arquitecto norteamericano de origen chino, Leoh Ming Pei, creador de la Pirámide del Louvre, destinado a albergar el CEIBS, un prestigioso centro de enseñanza en finanzas que, al mismo tiempo, era lugar de encuentro cultural, de foros y exposiciones sobre arte. Les faltaba un artista para completar su colección y, finalmente, eligieron a Reguera, que realizó dos enormes pinturas expansivas, tituladas «Aquatic Landscape with Floating Colors» y «Tridimensional Landacap Hanging in the Air». Tras participar en la «Asia Contemporary Art Show» y en la Feria AHAF, ambas en Hong Kong, Reguera volvió a exponer en 2013 en la galería Karin Weber, de la misma ciudad, con una colección de obras de pintura expansiva titulada «abstract expansión».

El gran paso vendría en 2015, con la exposición titulada «Blue Expansive Landscape», comisariada por Florian Knothe, en uno de los museos de mayor prestigio en Asia, en el UMAG Museum de Hong Kong. Aquella fue la primera retrospectiva del artista, con obras desde 2001 a 2015, para enseñar todas las disciplinas de trabajo de Reguera —como ocurre en esta retrospectiva de Segovia—, aunque articulándolo en torno al color azul.

Se decidió que las 29 obras de aquella muestra no se dispersaran, al menos en varios años, con intención de llevar la misma muestra a otro museo. Sin embargo, de forma excepcional, para la muestra del Museo Esteban Vicente se envió la pieza expansiva «Mendelsshon’s symphonies», presente hoy en la sala 1 del espacio expositivo segoviano.

Reguera es hoy uno de los artistas españoles de mayor proyección internacional. Las galerías venden su obra a precios que oscilan entre los 16.000 euros, las de gran formato, a los 6.000 o 7.000 euros, caso de las piezas de dimensiones más reducidas. Asia, y Hong Kong en particular, es hoy uno de los nuevos polos del arte mundial. Y allí Reguera es un coloso. La influencia oriental ya la tenía, sin saberlo, antes de que aterrizara y expusiera su obra, la que hoy puede disfrutarse en el Museo Esteban Vicente.