Participantes en el paseo didáctico que se celebró el pasado domingo. / Andrés Díez-Herrero

Como un viaje imaginario a los paisajes que ocuparon el Valle de Tejadilla en los últimos 500 millones de años. Así ha planteado la Asociación Geología de Segovia la visita guiada que, en el marco de la celebración de las fiestas de la Milagrosa, en el barrio de La Fuentecilla-Puente de Hierro, organizó el domingo pasado en colaboración con la Asociación de Vecinos ‘Santa Teresa-Puente de Hierro’.

Desde Geología de Segovia sostienen que la ciudad y su entorno periurbano es muy geodiverso en diferentes tipos de rocas, de diferentes edades, con distinto contenido mineralógico y paleontológico, estructuras tectónicas y sedimentarias variadas y formas de relieve singulares. Además, existen más de un centenar de lugares de interés geológico de entidad local, municipal, comarcal, provincial y hasta nacional.

Pero, si hay un entorno singular donde se concentra esa geodiversidad y rico patrimonio geológico ese es, sin duda, el valle del arroyo Tejadilla a su paso por la zona periurbana de Segovia y hasta su desembocadura al río Eresma en el entorno de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la capital.

Por ese motivo, este valle y su cabecera han sido objeto de estudios geológicos, recorridos didácticos y divulgativos sobre las Ciencias de la Tierra desde el siglo XVI y hasta nuestros días. Hasta el punto que se puede reconstruir una historia del conocimiento geológico del Valle de Tejadilla.

Su patrimonio geológico y lugares de interés geológico han sido objeto de estudios específicos, y potenciados como recurso para la educación ambiental y el geoturismo.

Así, son frecuentes los recorridos y excursiones de diferentes colectivos ciudadanos por esta zona, en los que siempre se ensalzan sus valores geológicos y geomorfológicos, convirtiéndose en verdaderos paseos geoturísticos por Tejadilla.

La del domingo fue la tercera edición de este paseo ‘geológico organizado por las dos asociaciones con motivo de las fiestas del barrio. Partió a las nueve de la mañana del Puente de Hierro con la participación de 26 personas, entre las que se encontraban media docena de niños y, siguiendo la Vía Verde del Eresma hasta la cabecera del cañón del arroyo Tejadilla, continuó en dirección al cruce por el puente del antiguo camino de Perogordo para regresar desde allí por la otra orilla del valle y llegar al punto de comienzo en torno a las 13,30 horas.

El guía fue nada menos que Andrés Díez-Herrero, investigador científico en el Departamento de Riesgos Geológicos y Cambio Climático del Instituto Geológico y Minero de España (IGME, CSIC), segoviano y vecino del barrio, quien ha destacado que los participantes mostraron mucho interés por conocer este patrimonio geológico todavía poco conocido por la mayoría de nuestros paisanos.

El recorrido, circular y de unos 6,5 kilómetros en total, consistió en breves paradas para interpretar geológicamente las rocas y los relieves que atravesó el grupo, aunque la vuelta, desde el puente del camino viejo a Perogordo, fue más rápida, con menos paradas y más breves.

Pudieron ver más de una docena de rocas distintas, como gneises (‘piedra centenera’), granito (‘piedra berroqueña’), cuarzoarenitas (‘arenas silíceas’ o ‘arena de mina’), areniscas, dolomías, calizas, margas, conglomerados, arcillas, limos…; con edades entre los 490 millones de años y la actualidad, que se formaron en paisajes y ambientes del pasado tan diferentes como las raíces de una cadena de montañas, ríos entrelazados, mares tropicales o las últimas glaciaciones.