
El nuevo servicio de transporte público por carretera entre Segovia y Madrid, que actualmente realiza la empresa La Sepulvedana, no comenzará antes del próximo mes de marzo.
Así lo señala la plataforma de usuarios Vibus Segovia, que ha elaborado un informe sobre la situación administrativa de dicho procedimiento, que salió a licitación el pasado mes de enero y aún no ha sido resuelto definitivamente.
Según recuerda la adjudicación del servicio debiera haberse realizado el pasado 24 de noviembre. Pero el proceso de licitación estuvo suspendido durante un mes y 25 días por el recurso que presentó la empresa Monforte. De este modo, la adjudicación debería hacerse como fecha límite el 18 de enero “aproximadamente”. Esto conlleva que la empresa adjudicataria tendría como límite para presentar la documentación completa, cinco días hábiles antes de dicha fecha, es decir, el 11 de enero; y según los cálculos de Vibus, la firma del contrato se realizaría entre el 6 y el 8 de febrero de 2018.
Pero entienden que de cambiarse la empresa concesionaria, la nueva no pondría en marcha el proceso hasta marzo próximo, para comenzar con el mes nuevo. En todo caso el proceso de adjudicación no está cerrado y se encuentra pendiente de las adjudicaciones definitivas.
El proceso de licitación comenzó el año pasado. Al concurso se presentaron 16 empresas diferentes. Se excluyó a RJ Autocares (Jiménez Dorado), por lo que finalmente optaron 15 empresas. Tras la valoración de las ofertas presentadas se estimó que a varias se las excluiría por posibles bajas temerarias, pero no se hizo en un primer momento. Se resolvió un primer recurso de la empresa Monforte. La empresa con propuesta de adjudicación, Llorente Bus, tiene hasta el 9 de enero de 2018 para aportar toda la documentación referida a la concesión, pues es una de las consideradas en principio como baja temeraria.
El Ministerio de Fomento debe valorar dicha documentación y, si es correcta, se procederá a la adjudicación definitiva. En menos de 15 días a partir de esa adjudicación la empresa tendrá que firmar el contrato, que será publicado en la web del Ministerio de Fomento y en el BOE. En menos de un mes de la firma de ese contrato, la nueva empresa tendrá que iniciar la explotación efectiva de la línea15.
Como se recordará, dos empresas pugnan como principales favoritas en este proceso: La Sepulvedana, que viene prestando este servicio desde hace varias décadas; y Llorente Bus, del grupo Avanza, que rebajó de forma sensible el precio del billete. Esta baja económica, considerada “temeraria” por parte de sus competidoras, deberá ser debidamente justificada para poder ser adjudicado el contrato. De hecho, el precio de venta del billete que anunciaba era prácticamente la mitad que el precio actual, lo cual llama poderosamente la atención.
Por otro lado, lo más probable es que la empresa adjudicataria, de ser nueva, hiciera coincidir su puesta en servicio con el comienzo del mes “para facilitar cuestiones operacionales”, asegura la plataforma de usuarios. De este modo, en el mejor de los escenarios, el nuevo servicio arrancaría el 1 de marzo.
De todos modos, el proceso sigue pendiente de las resoluciones administrativas. Así, es posible que algunas de las empresas que están preseleccionadas, presenten algún recurso contencioso-administrativo contra la adjudicación de la concesión final.
Podría ser el caso de La Sepulvedana y de la empresa Meroño. Pero además las empresas recurrentes pueden solicitar medidas cautelares, siendo la suspensión de la adjudicación la más importante a efectos prácticos, de modo que continuaría la actividad hasta que la resolución de Fomento sea ya la definitiva. “En consecuencia, y ya entrando en materia puramente procesal-administrativa, seguramente la empresa recurrente, presente el recurso lo antes posible, de tal forma que la fianza o caución que preste sea lo menor posible teniendo en cuenta que la nueva empresa todavía no estaría operando durante la resolución del recurso”, advierten desde Vibus Segovia.
El plazo para la resolución del recurso podría prolongarse desde la presentación del recurso casi cuatro meses, de modo que se pasaría también el verano.