En un tiempo en el que no se puede vestir peor, entra a las oficinas de El Adelantado un hombre ataviado con corbata debajo de un jersey grana y una americana de cuadros en tonos verdes. Acostumbrados estos días preelectorales a ver desfilar políticos por el patio de redacción de un perfil y otro, su llegada no es una más. Es la de una persona íntegra que destila conocimiento y honestidad. Acaba de llegar de Cali (Colombia) y el único jet lag que siente es el del abandono del medio rural. Lo tradicional. La persecución a ganaderos y agricultores… Y el olvido que corta venas. Una inquisición para estudio.
Aún con el sentir del fallecimiento de su amigo Jaime Ostos, Manuel Lozano (Alameda de la Sabra, Toledo, 1930), ‘Manolo’ en el toreo, se presenta un tanto delicado y encorvado por el peso de los años, pero con una vitalidad propia del que empieza en esto. De espíritu diplomático y cortés de espejo, sin alardes de grandeza, cuando es una de las personalidades más importantes del mundo de los toros. A través de su retina se puede ver el particular ‘cossío’ que lleva dentro. El ‘big data’ de la tauromaquia.
Habla del sector desde la perspectiva del que ha sido estudiante de Veterinaria, novillero -tomó incluso la alternativa en Tánger (Marruecos)-, apoderado y empresario, mientras la historia de la tauromaquia habla de él. La historia no ‘le guarda’ un sitio, sino que es una de las personas que más sabe del ámbito taurino, en una sociedad en el que el saber no tiene baremo cuantificable. La sabiduría en el toreo. “Hablemos de toros”, empieza de forma entrañable.
– Como propietario de la plaza de Segovia, nadie mejor para repasar la historia del coso bicentenario.
– Se inauguró en 1801, cien años antes que El Adelantado de Segovia. En 2021 se cumplieron 220 años de la plaza. Todavía aguantan las piedras -bromea-. La empezó una sociedad de amigos, que construyeron media plaza; no como está ahora. Entonces faltaban tres metros hasta llegar al muro y estuvo un siglo funcionando así, con la mitad de lo que se podía construir. A cielo raso.
– ¿Cuándo entra a realizar gestiones en la plaza?
– Entré en Segovia con don Ricardo Alonso y don Tomás Velasco, que tenían todos los espectáculos de la ciudad. Tenían el Cine ‘Cervantes’, el ‘Sirenas’ y otro, el Teatro ‘Juan Bravo’, y una sala de fiestas que estaba a la izquierda del Acueducto, que se llamaba ‘Las Vegas’. Además, tenían la Plaza de toros arrendada. Cuando yo vine a torear aquí de novillero me hice amigo de don Ricardo y me encargó que hiciera las contrataciones de toreros y la compra de toros. Al segundo o tercer año, en 1963, me hizo parte con un presupuesto para contratar ganaderías y toreros del 70%, mientras que el otro 30% lo llevaban ellos para pagar impuestos, publicidad, médicos, veterinarios…
– ¿Cuál fue el primer cartel que dio?
– El primer cartel que di fue y con Andrés Hernando, Curro Girón y mi hermano, Pablo Lozano -‘La muleta de Castilla’-.

– ¿Y cuándo se hace propietario?
– La compré en 1969 con los dueños del Hotel ‘Victoria’, Adolfo y Gaspar, que llevaban un 25%; y luego Sebastián Palomo Linares y yo llevábamos el resto -75%-.
– Palomo Linares y Manuel Benítez ‘El Cordobés’, dos toreros clave en su carrera.
– En 1969 Palomo Linares y El Cordobés se negaron a ir a las grandes plazas y formaron pareja con ‘la guerrilla’, compraron una plaza portátil de 6.000 localidades, que se llamaba ‘La Guerrillera’, y llenándola cada tarde. Intenté traerles tanto en Segovia como en Aranjuez, pero como llevaba estas plazas con el empresario de Barcelona, Pedro Balañá, que era el que daba más festejos en una grande. Entonces no podía traicionar a mi socio, a pesar de que hubieran llenado incluso dos tardes seguidas. Después, sí que les anuncié en otras plazas que las llevaba por mi cuenta como Manzanares o Pozoblanco; y allí donde iban ‘acababan el papel’.
– ¿La tarde que más le haya llenado como empresario de Segovia?
– La mejor tarde en Segovia que haya dado yo no fue en San Pedro; fue en septiembre. Me ayudó mucho César Montalvo, que tenía una empresa publicitaria y era concejal, y quiso dar una corrida para la fiesta de La Fuencisla. Los toreros fueron Santiago Martín ‘El Viti’, Andrés Hernando y Gabriel de la Casa y este último indultó un toro de la ganadería de Amelia Pérez Tabernero. Además, ningún toro se fue con las orejas puestas al desolladero. Se llenó y hubo mucha gente de los pueblos gracias en parte a la Diputación, que llevó a los ayuntamientos hasta 2.000 entradas -entonces la plaza contaba con 5.700 localidades-.

“Luquero no puede discriminar a los toros del resto de festejos”
Lozano habla claro de toros y política, y de la situación actual con las instituciones políticas.
– A lo largo de estos años, ¿cómo ha sido la relación y la evolución con los diferentes gobiernos locales que ha tenido Segovia?
– Cuando estaba Ramón Escobar (PP) daba 15 millones de pesetas por dos corridas. Luego, Pedro Arahuetes (PSOE) cada año fue quitando un millón. Empezó con diez millones, nueve, ocho… hasta llegar a seis, cuando se fue. Con Clara Luquero (PSOE), el ofrecimiento del primer año fueron tres millones y ya no lo aceptamos.
– ¿Qué le diría a Luquero como actual alcaldesa?
– La verdad que no sé si aconsejar a más empresarios, pero hay que decir a Luquero que se no se puede hacer discriminación. El presupuesto para fiestas debe ser plural y acoger los gustos de todos los vecinos; no solo los suyos. No puede discriminar a los toros del resto de festejos de las ferias. Si es así, tendría que poner un sello de los espectáculos que considera ‘antitaurinos’.
Mira, ahora llegan los fondos europeos, que incluyen una parte para la conservación y mantenimiento del patrimonio, y a una plaza con 220 años de historia no la ayuda nadie. Nosotros por nuestra parte hemos reformado los aseos por 46.000 euros y hemos renovado la iluminación, pero no vemos ninguna ayuda por la conservación del patrimonio, cuando el Ayuntamiento de Toledo, por ejemplo, cuando estaba Emiliano García-Page (PSOE), nos daba 85.000 euros al año por el mantenimiento de la plaza a sabiendas que si le gestión fuera pública gastaría mucho más, tal y como reconocía él.
«No queremos ni más ni menos que otros espectáculos»
Por otro lado, llama la atención el caso del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), que pagamos 4.800 euros cuando en la plaza de Baza (Granada), que la compré con Roberto Domínguez y El Juli, pagamos 1.200 euros desde hace 20 años y tiene 1.500 localidades más. No queremos ni más ni menos que otros espectáculos.
– ¿Ha tenido contactos con la Diputación?
– Les mandamos una carta para reunirnos y, un año, después todavía no hemos recibido contestación.
– ¿Considera que la política se ha apoyado en los toros por conveniencia a lo largo de la historia?
– Los toros son apolíticos: a una plaza entra todo el mundo, independientemente del signo que sean. Valen lo mismo los aplausos y los pitos de unos que de otros. Una plaza de toros es auténticamente demócrata. Ahora mismo hay partidos políticos, como Esquerra Republicana, que reniegan de las raíces de su pueblo, puesto que en Barcelona se daban más festejos taurinos que en Madrid: no se quieren acordar de sus abuelos. Luego hay partidos como el PP que parece que ayudan a la tauromaquia pero no: Isabel Díaz Ayuso está con los toros en Madrid, pero es que la Comunidad es la propietaria de Las Ventas.

“Me retiré con Morante, que es mi torero”
Vicente Punzón, Gabriel de la Casa, Juan José, Santiago Martín ‘El Viti’, Roberto Domínguez, Curro Durán, … y una larga lista de toreros a los que ha dirigido la carrera. Aunque reconoce haber tenido más ofertas, el último fue Morante de la Puebla. “Mi torero”.
«Tuve el ofrecimiento de Roberto Domínguez de acompañarle para llevar a Roca Rey»
– Me retiré de apoderado con Morante en el 2018. Fue el último torero que llevé y que llevaré. No he querido apoderar a nadie más y eso que tuve el ofrecimiento de Roberto Domínguez de acompañarle para llevar a Roca Rey. Se lo agradecí a los dos, pero ya decidí jubilarme con Morante. Para mí, es mi torero desde antes de apoderarlo. Me sigue gustando más que ninguno: tiene mucha gracia torera. El Guadalquivir pasa por su casa y todas las semanas se moja los pies en el río. Eso es lo que le inspira -bromea-.
Es un forofo total de Gallito -Joselito ‘El Gallo’-. De hecho, me hizo firmar el contrato de apoderamiento en el escritorio que compró de Gallito, que tiene en su finca de La Puebla del Río (Sevilla) -‘La Huerta de San Antonio’-. Luego le comenté que las primeras tardes que iba a cerrar iban a ser las de Sevilla y el empresario Ramón Valencia, pese a no moverse nunca del despacho de la Maestranza, se tuvo que desplazar, después de convencerle yo, hasta allí para firmar los contratos.
El futuro
Ahora la cosa ha cambiado y desde el ojo de la experiencia, no deja de buscar alternativas para mantener viva la tauromaquia.
– ¿Cómo ve la situación actual desde la perspectiva del empresario?
– No se puede anunciar festejos con una semana de antelación. Hay que hacer públicos los carteles un mes antes para que el público vaya hablando de toros y se programa las fechas.
No tiene sentido que haya 24 boletines de la seguridad social a la hora de organizar un festejo: tres matadores, nueve banderilleros, seis picadores y seis mozos de espada -tres ayudas-. Los boletines son el 40% del sueldo de cada individuo.
El tema del afeitado también hay que mirarlo: ya se afeita hasta en Madrid y en Sevilla
– ¿Soluciones o propuestas para reducir costes y que el espectáculo sea viable?
– Por ejemplo, los picadores podían hacer el esfuerzo de picar dos toros en vez de uno. Luego hay tres veterinarios, que muchos no saben nada, ya que entre otras cosas no hay asignatura en la Facultad que trate el toro bravo. Está bien que haya uno para el control de las carnes, pero es que cuando la llevas al matadero ya hay un veterinario. Además, desde Anoet (Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos) llevan años sin hacer ‘nada’ en ese sentido. El tema del afeitado también hay que mirarlo: ya se afeita hasta en Madrid y en Sevilla. Las figuras todo lo que lidian está afeitado, no nos engañemos.
– Alguna idea parece tener.
– Mira, ahora se pueden comprar toros a buen precio, puesto que si no se lidian con cinco años los tienen que mandar al matadero. Por eso, una buena idea es anunciar festivales con toros-toros -no novillos- con diestros de nivel en mano a mano, para acortar el presupuesto, a precio de festival para que pueda ir el público sin problemas. Además, se puede cerrar el festival con un novillero sin picadores de la tierra y se debe dejar ver los toros en los corrales.
Segovia debería tener durante una temporada un festival, dos corridas por San Pedro y la tradicional becerrada de los camareros en septiembre, que hay que recuperar.
Se extiende la entrevista y ha quedado a comer con Emilio de Frutos, torero y empresario de los últimos festejos organizados por San Pedro. Alguna propuesta barrunta y algún ofrecimiento está al caer.