Los arquitectos José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez, autores del proyecto de ejecución de la primera fase de construcción del campus de la Universidad de Valladolid en Segovia, han indicado de forma reiterada, desde que en marzo de 2005 presentaran la propuesta Kaplan, que la biblioteca sería el espacio emblemático de la nueva ciudad universitaria. Los portavoces de la UTE OHL-Volconsa, encargada de ejecutar los trabajos también han señalado que su construcción ha sido el trabajo más complejo de esta fase. Estos comentarios se hacen más comprensibles cuando se accede por primera vez al complejo universitario levantado sobre el solar del antiguo Regimiento. Los cubos, cuadrados, baldaquinos o “cofres” que guardarán como un tesoro la biblioteca del campus María Zambrano atraen de forma magnética la mirada y se exhiben como monumentos sobre la gran plaza que centrará la vida universitaria y, a la vez, pretende ser el punto de contacto con la ciudad.
La biblioteca ocupará tres grandes cubos, de tres pisos cada uno, revestidos con paneles de madera y dotados de ventanas con vidrios resistentes al fuego, como precisan los representantes de la UTE OHL-Volconsa. Están colgados de una estructura de hormigón que trasmite la carga a cuatro pilares. Bajo ellos se sitúa un foso abierto que será amueblado con mesas y sillas para ser utilizado como zona de consulta de libros y de petición de préstamos. Rodeando a este foso, se extiende un pavimento de azoquines con distintos tonos de grises que calza la denominada gran plaza del campus a la que se accede directamente desde la plaza Alto de los Leones, la esquina de las calles Caño Grande y Sargento Provisional, y desde una calle nueva que se abre entre las vías Coronel Rexach y Caño Grande. Esta calle enlazará en el futuro con los cinco edificios que están previstos construir en la segunda fase de obras. A través de una galería que rodea toda la plaza se distribuyen 58 aulas con capacidades diferentes para acoger a grupos de 30 hasta más de 100 alumnos. Estas aulas tendrán un uso flexible ya que serán ocupadas en distintos horarios por los alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación y de las escuelas universitarias de Informática y Magisterio. También se sitúan en este edificio perimetral un gimnasio para las clases de los alumnos de Magisterio (Educación Física), aulas de informática, aulas de idiomas, seminarios, secretaría y otras dependencias administrativas. En el sótano se encuentra el garaje con 136 plazas y el depósito de los fondos bibliográficos del campus.
Madera, hierro, vidrio y hormigón son los materiales que dominan en los 18.000 metros cuadrados de superficie útil que se han construido en esta fase, y que la comunidad universitaria segoviana espera poder ocupar en el primer semestre de 2012. La Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León ha invertido más de 16 millones de euros en estas obras que sus técnicos están revisando para después hacer entrega del inmueble a la Universidad de Valladolid que debe asumir su equipamiento.