
Los pueblos más pequeños continúan soportando las mayores cargas impositivas por habitante en sus presupuestos municipales. Resulta lógico que prestar un mismo servicio en un lugar de poca población sea menos eficiente que hacerlo donde viven más personas. Sin embargo, luchar contra el despoblamiento y cumplir con el denominado Reto Demográfico debería revertir esta situación que se arrastra desde hace mucho tiempo.
Es una de las reclamaciones que se vienen haciendo desde hace tiempo desde los municipios segovianos y desde la diputación provincial, para que la descentralización lleve aparejada una mayor financiación económica.
De acuerdo con las liquidaciones presupuestarias más recientes que maneja el Ministerio de Hacienda, referidas a 2021, son las pequeñas entidades las que tienen que hacer frente a un mayor gasto proporcional en aspectos como el pago de nóminas de los empleados municipales.
Corral de Ayllón, Roda de Eresma, Torrecilla del Pinar, Pelayos del Arroyo, Lastras del Pozo , Melque de Cercos o Santiuste de Pedraza destinan más de un 60 por ciento de su presupuesto a los gastos en bienes corrientes y servicios, tales como el alumbrado, agua, limpieza, parques, o mantenimiento de edificios propios.
Si se tiene sólo en cuenta el pago de las nóminas de los empleados, el listado lo encabezan pueblos como Bercimuel, Arahuetes, Duruelo, Riofrío de Riaza, Moral de Hornuez, Arevalillo de Cega o Aldealcorvo. Tienen más de un 23% de gastos correspondientes al pago de su personal. Pero también se encuentran en este grupo otros de tamaño medio como Ayllón o Sepúlveda. La dispersión de la población entre sus pedanías representa gastos a mayores que han de asumir estas dos últimas localidades.
Pero además se da la circunstancia de que son los pequeños los que menos cargas financieras tienen. Quizá porque ni siquiera tienen capacidad de afrontar deudas. Ocurre igual con las personas: las más pobres tampoco pueden solicitar créditos. Así, los pueblos más acuciados por las deudas son aquellos que han de afrontar mayor porcentaje de obligaciones financieras. En primer lugar está Cantalejo (9,8% de su presupuesto), Torrecaballeros (9,5%), o Palazuelos de Eresma (9,3%). Santa María la Real de Nieva, Bernuy de Porreros, Segovia, Sacramenia, San Cristóbal de Segovia, Valseca, San Ildefonso o Cabezuela destinan entre el 4 y el 8% a este fin.
Respecto a las inversiones reales realizadas, en el año analizado, se computaron casi 28 millones de euros en toda la provincia. El grueso fue de inversiones de reposición de infraestructuras y bienes destinados al uso general. Y 12 millones para infraestructuras nuevas. Es decir, en la provincia se gasta más en conservación de infraestructuras de servicios, que en construir nuevas.
En el año en cuestión, los pueblos que más han invertido per cápita en este concepto de inversiones reales han sido: Castrojimeno, Fresno de Cantespino, Membibre de la Hoz, Lastras del Pozo, Bercimuel, Aldehorno, Arevalillo de Cega, Collado Hermoso y Santa Marta del Cerro.
Hay que advertir que el Ministerio de Hacienda requiere a todos los municipios que informen del estado de su contabilidad de forma periódica. Sin embargo, y de acuerdo con el Ministerio, hay todavía 25 localidades segovianas que no han cumplido con el estado a la hora de trasladar sus cuentas definitivas del año 2021. El retraso sin justificación conlleva penalizaciones para estos ayuntamientos a la hora de disponer de los tributos del Estado.
INGRESOS
En materia de ingresos, la mayor parte de las partidas corresponde en la provincia de Segovia a impuestos directos. Entre ellos se encuentran el IBI urbano, los impuestos a vehículos de tracción mecánica, el impuesto de actividades económicas (IAE) o la controvertida ‘plusvalía’.
Los pueblos que más recaudan son por este orden, lógicamente los más grandes. Segovia recaudó más de 27 millones de euros; y El Espinar, 6.4 millones. Sin embargo Cuéllar, con una población similar o poco más que la villa espinariega, sólo logró 3,4 millones. Ello evidencia el carácter residencial de El Espinar.
Haciendo un cálculo referenciado de este tipo de ingresos al número de habitantes, el pueblo que más recauda por impuestos directos es Labajos (2.216 euros por cada empadronado), mientras que Riofrío de Riaza está en segundo lugar con 1.651 euros. Duruelo, Cerezo de Arriba, o Navas de San Antonio son los siguientes en este ranking, por su carácter de municipios residenciales, aunque tengan poca población empadronada.
También incide en este aspecto el Impuesto de Actividades Econónicas (IAE), aunque sólo algunos son los agraciados que pueden cobrarlo porque se liquida a aquellas empresas cuya facturación supera el millón de euros.
Uno de los impuestos indirectos más relevante es el de construcciones, instalaciones y obras (ICIO). Este concepto supone 3,5 millones de euros a las arcas municipales de toda la provincia. El pueblo que más ingresó en el año 2021 por este concepto fue Lastras del Pozo, 28.000 euros que, junto a los 41.000 de impuestos directos, hicieron que representaran un pingüe aporte a los 105.340 euros de presupuesto anual. La implantación de plantas solares fue posiblemente el origen de estos ingresos; si bien el año que tuvo un mayor volumen de ingresos totales fue el 2019, con 475.045 euros.
Otros municipios donde este impuesto ha tenido un peso importante, con más de 200 euros por habitante son Vegas de Matute, Valdeprados, Castrojimeno, Aldealcorvo y Adrada de Pirón. En el puesto contrario se sitúan Hontalbilla, Sauquillo de Cabezas, Hontanares de Eresma, Carrascal del Río y Corral de Ayllón, donde este concepto no supone ni el 1% de los ingresos. Por habitante no alcanza ni los cinco euros.
TASAS Y PRECIOS PÚBLICOS
Para conocer el dinamismo de una localidad, también pueden medirse como referencia las tasas y precios públicos. Estos tributos son los que gravan los servicios o cesiones que hace el ayuntamiento por el uso o aprovechamiento del dominio público para fines particulares, como instalación de quioscos, terrazas, andamios, puestos de venta, vados, licencias de actividad, mercadillos, etc. El tamaño de la población es el claro indicador. Cantalejo es la localidad de la provincia donde más importancia relativa tiene este tipo de impuestos, pues supone el 38 por ciento del total. Le siguen otros municipios de tamaño medio-grande de la provincia, como Ayllón, Sanchonuño, Ituero y Lama, Pedraza, Cuéllar, Riaza o San Martín y Mudrián.
Para valorar la riqueza que tiene un municipio se puede estudiar el dinero que recauda por ingresos patrimoniales. Segovia, Cuéllar y San Ildefonso son los que encabezan este listado. La capital recaudó en el año 2021 más de 422.000 euros. Cuéllar sumó 396.000 euros; y el Real Sitio de San Ildefonso, 334.000 euros. A poca distancia se encuentran El Espinar, Samboal, Aguilafuente, Ayllón, Muñoveros, Carbonero el Mayor, Veganzones, Riaza y San Cristóbal de Cuéllar.
Medido por habitante, los pueblos que consiguen sacar a su patrimonio, (viviendas, fincas, etc.) un rendimiento económico superior a los 500 euros per cápita son Muñoveros, Fuente el Olmo de Iscar, Navares de Enmedio, Moral de Hornuez, San Cristóbal de Cuéllar, Pradales, Santiuste de PEdraza, Marazoleja, Fuentidueña, Veganzones, Samboal y Ribota.
Por último, las transferencias de capital que reciben los municipios resultan claves para su funcionamiento. La administración que más dinero entrega de forma directa es la central. En el año 2021, el Estado consignó 34 millones de euros en toda la provincia. Algo más de 8,8 millones llegaron desde la Comunidad Autónoma de Castilla y León; y 3,2 millones de euros procedieron de la Diputación Provincial.
Las diputaciones respaldan la gestión de los gobiernos municipales
El presidente de la Diputación de Segovia, Miguel Ángel de Vicente ha participado en Ourense dentro de la reunión celebrada por la Comisión de Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En la sesión se ha puesto de manifiesto que “el proyecto de Estatuto del Pequeño Municipio colapsará las Diputaciones si no les dotan de mayor financiación”. Así lo ha expresado el vicepresidente de la Comisión, y presidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García; unas declaraciones a las que se ha sumado De Vicente asegurando que “será inviable si no se dota a las diputaciones de la financiación necesaria para poder asumir las competencias que dicho borrador deriva hacia los gobiernos intermedios”.
Por ello, han incidido en que es preciso “hacer un examen desde el punto de vista político de lo que significa adelgazar a los municipios más pequeños, pero no puede ser a costa de colapsar las diputaciones, que es lo que plantea el proyecto de Estatuto”. Y es que, si algo tiene claro Miguel Ángel de Vicente es que “las diputaciones llevan 200 años vertebrando el territorio y llevando oportunidades a los pequeños municipios” por lo que “es necesario que tengan más herramientas para llegar aún más lejos”.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión ha recordado que el 84 por ciento de los municipios de España tienen menos de 5.000 habitantes y en ellos vive solo el 12,2% de la población. Ppor ello, ha señalado que “las diputaciones somos clave para que todos los españoles, vivan donde vivan, tengan las mismas oportunidades y, sin lugar a dudas, estamos siendo un dique de contención en el éxodo que está habiendo de los pueblos a las grandes urbes”.
En otro orden de cosas, la gestión de los Fondos Europeos ha vuelto a ponerse sobre la mesa en esta Comisión, donde se ha defendido de nuevo que “los gobiernos locales son los instrumentos adecuados para gestionar esos fondos, para que lleguen hasta el último rincón de cada provincia”.
Para Javier Aureliano García representan “una inyección económica y nosotros sabemos cómo distribuir bien para llegar al rincón más pequeño de cada provincia, dando apoyo logístico y humano”. Además, ha urgido a que “se pongan encima de la mesa de las diputaciones muchos más fondos Next Generation para que se pueda acelerar la recuperación y ser más eficaces en su ejecución”.