
Los números telefónicos de atención a las víctimas de violencia de género contabilizaron un total de 422 llamadas procedentes de la provincia entre los meses de enero y septiembre, según los datos ofrecidos por los programas de atención a las víctimas compartidos por la Junta de Castilla y León. En concreto, el 016 Castilla y León recibió 172 llamadas, mientras que el 012 Mujer y Violencia contabilizó 250 atenciones.
En suma a ello, durante los primeros nueve meses de 2021, siete mujeres y ocho menores pasaron por la casa de acogida de Segovia, de los cuales cuatro mujeres y seis menores continúan allí. Además, siete mujeres fueron derivadas a centros de emergencia y lugares de acogida de otras provincias.
Por otro lado, en este mismo periodo, catorce mujeres recibieron apoyo psicológico por ser víctimas de violencia de género, junto a dos menores, que también han requerido este servicio. En la actualidad, permanecen en terapia diez mujeres y dos menores. En cuanto al Programa Fénix de intervención psicológica voluntaria con hombres maltratadores, se ha notificado la participación de tres varones.
Respecto a la formación contemplada en el modelo ‘Objetivo Violencia Cero’, un total de 28 trabajadores del ámbito de Servicios Sociales y 23 diplomados en Trabajo Social participaron en cursos de formación, así como 42 directivos y responsables de Recursos Humanos de empresas segovianas a través del programa IO Empresas. Por último, 215 jóvenes de la provincia fueron concienciados sobre igualdad de oportunidades y prevención de la violencia de género.
Comisión segoviana
Todos estos datos y situaciones fueron analizados ayer en la sesión anual de la Comisión Territorial Contra la Violencia de Género de Segovia, que estuvo presidida por el delegado territorial de la Junta, José Mazarías. Uno de los aspectos abordados más destacados fue el refuerzo en los procedimientos para articular el nuevo modelo de atención ‘in-on-out’, el cual está anunciado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y consiste en tres fases: una de prevención, detección temprana y derivación de la víctima; otra de valoración de cada caso y movilización de recursos; y, finalmente, la etapa de integración de la víctima en la sociedad y mercado laboral.