Estamos frente a una producción Luso – Española en la que, aunque está firmada por ´Este Estación teatral` junto a `Marmore Producción´ y el Festival de Teatro Clásico de Cáceres, encontramos el sello ineludible de la compañía portuguesa Chapitô. Y esto es así porque el espectáculo ´Los Mosquet3ros´ está dirigido por José Carlos García director de Chapitô, y él tiene una manera de hacer teatro inconfundible, un lenguaje escénico propio y genuino, y es capaz de trabajar escuchando y dejando que los actores jueguen en libertad, desde la creación y dramaturgia en la sala de ensayo hasta la puesta en escena final.
Aunque sea poco o algo todos sabemos quiénes son D´Artagnan y los tres mosqueteros. Sus aventuras y peripecias para devolver el honor a los reyes de Francia y burlar al cardenal Richelieu, y sus maquinaciones y trampas para cargarse a los reyes, son más o menos conocidas.
La adaptación de la novela de Dumas a una pieza escénica en clave de comedia exige conocimiento de los mimbres teatrales: dramaturgia, dirección de escena, juego actoral. Esta representación teatral, esta dramaturgia, se basa en el trabajo llevado a cabo en la sala de ensayos, no debemos imaginarnos a alguien escribiendo un texto a priori, sino a un grupo de actores improvisando, jugando como juegan los niños, inventando, pariendo, divirtiéndose, y dale y dale… Así crean los personajes y las relaciones entre ellos.
Entregados a un juego en el presente. De todas esas improvisaciones se va destilando aquello que finalmente formará el hecho escénico, con un estilo propio. La manera inconfundible en el que los actores juegan, la irreverencia y la libertad con conocimiento del teatro, la relación estrecha con el público, tienen el sello de Chapitô, pero no es Chapitô. En clave de comedia podría parecernos que estamos ante un espectáculo de la ´Comedia del Arte´ actual. La comedia exige un alto nivel de juego para los actores, una energía extra cotidiana, fuerte, potente física y psíquicamente, un pensamiento veloz, unas acciones trepidantes, saber jugar como juegan los niños. Estos cómicos están ahí, “a tope”. Cuerpo, voz, música, vestuario, objetos, forman un conjunto descacharrante en constante transformación.
D Artagnan, loco por convertirse en mosquetero, Athos alcohólico, Aramis un reprimido sexual, Porthos un violento, la reina encamada con el duque de Buckingham, Luis XII un rey pelele, Miledy una espía al servicio del rey, el cardenal Richelieu un traidor, Roquefort el comandante tuerto cabrón jefe de su guardia, Constanza la ´esteticien´ de la reina, y etc… Una caterva de personajes estrambóticos, locos, irreverentes. Los actores interpretan a varios, en especial la actriz Beatriz Solís, con su larguísima melena cambiante que juega a favor, llega hacer hasta seis personajes. Con una rapidez y sin perder el ritmo del espectáculo las transformaciones de unos personajes a otros lo logran con un sencillo movimiento de la cinta negra del pelo alrededor del rostro o cabeza.
El collar de diamantes regalo de la reina al duque ingles lo convierten en unas braguitas de diamantes, el sujetador de la reina si se lo sube a la cabeza es corona. La gran escalera… ¡sorpresa! El saludo a los reyes es espatarrado, directamente se elevan un poquito para directamente caer al suelo como un saco de patatas tirado desde lo alto. Y así todo, y hay tanto. Y los espectadores ríen.
A estos artistas los ha visitado la abundancia, porque si una mente despierta y con conocimiento es capaz de crear, pensar e inventar, ocho mentes trabajando juntas y con un propósito en común es como un chorro gigantesco, una catarata que corre salvaje entre peñascos. Plena de soluciones, aciertos, gracia, salero, ingenio y diversión.
Ana Baleia, creadora del vestuario y de los elementos escenográficos, ha formado parte del proceso desde la sala de ensayos, por esto objetos y trajes están perfectamente integrados en el conjunto. Joao Figueira, el músico de la guitarra eléctrica, imprescindible y estupendo su trabajo.
Carlos Marmore es el aglutinador del equipo. Productor y distribuidor de este trabajo. Ha tocado diana. Desde pensar en los Mosqueteros como posibilidad escénica, hasta reunir a los intérpretes provenientes de distintos colectivos escénicos, y también al director de escena José Carlos García.
´Uno para todos y todo para uno´, lema del que se contagia todo el equipo para llevar a cabo este trabajo de creación conjunta. Lema que se lleva también a los espectadores en una risa comunal. n