
El anuncio del cierre de establecimientos de toda la vida golpea últimamente con mucha frecuencia en la vida social y económica de los barrios de la capital y pueblos de la provincia de Segovia. Son mucho más que tiendas que no subsisten, son vecinos, amigos y referentes para quienes viven en la misma zona y los van perdiendo.
Las organizaciones del sector reconocen abiertamente que no hay datos precisos para tasar la pérdida del tejido comercial de los establecimientos de proximidad, la epidermis del comercio. Según quien haga la estadística utiliza unos parámetros u otros, pero todos dan resultados negativos cuando se habla de comercio al por menor. Y la tendencia es generalizada.
El informe del Consejo Económico y Social de Castilla y León sobre evolución del número de empresas comerciales muestra una pérdida de un 2,2% en el conjunto de la Comunidad entre el año 2020 y 2021, un recorte superior al de la tasa nacional que es de un 1,8 por ciento. En el caso concreto del comercio al por menor la variación es de un -2,4 en Castilla y León y de un -1,9 en el total nacional.
Al hablar de la situación provincial, Roberto Manso lamenta que no se disponga de estadísticas oficiales “pero vemos lo que hay en la calle, que son locales vacíos; comercios que se cierran y no se vuelven a abrir”. Los números y los porcentajes no son tan elocuentes como dar una vuelta por pueblos y barrios y sacar conclusiones, las tiendas están desapareciendo del paisaje local. Roberto Manso hace una precisión: en las calles y zonas comerciales los locales que bajan la verja a veces la vuelven a subir pero para dar servicios distintos. Cambia la tipología porque toman posesión sucursales bancarias, bazares chinos, grandes franquicias o puntos de comida rápida pensando en los turistas y clientes de paso.
Pero, según el presidente de FECOSE, si el cierre es una zona no comercial ya “jamás” se recupera ese punto de ventas y servicios “Y en los pueblos el comercio está mucho peor”. Se da además la situación de que los habitantes de la provincia a los que antes les gustaban ir de compras por José Zorrilla o la avenida del Acueducto, en la capital, “ahora se quedan a las afueras, en grandes naves, y no entran en Segovia”, comenta presidente de la Federación de Comercio de Segovia.