El Centro Penitenciario de Segovia está ubicado junto al kilómetro 196 de la carretera N-110, en el camino de Perogordo. / Nacho Valverde (Ical)

El Centro Penitenciario de Segovia no tiene cubiertas en este momento el total de plazas para reclusos —439— debido, en parte, a las obras de reforma que comenzaron a ejecutarse en 2021 pero que no han finalizado en su totalidad. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (Ministerio del Interior) ha informado de que a 12 de mayo la población reclusa era de 274 personas, de las que 31 cumplían condena en la modalidad de régimen abierto. Esos datos coinciden con los de fuentes sindicales en el sentido de que el número de internos no llega a los 300 y antes del inicio de las obras se acercaba a los 400, salvo en CSIF, donde señalan que ambas cifras son similares.

Desde este sindicato, su responsable en Segovia, Laura Garrido, advierte que tampoco todas las plazas de funcionarios están cubiertas, ya que, a marzo de este año, la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) que figura en el Portal de Transparencia del Ministerio indicaba que la plantilla asciende a 312 personas, incluyendo no solo al grueso de funcionarios de vigilancia sino también a médicos, juristas, personal laboral de cocinas y mantenimiento, el de oficinas, etc. La realidad, según esta central sindical, es que las vacantes de personal ascienden a 60 y, por ejemplo, solo hay tres médicos de seis (el 50%) o dos juristas de los tres que debería haber.

Ya en octubre de 2020 los sindicatos de Prisiones denunciaron que la de Segovia se encontraba entre las diez prisiones españolas con más vacantes, en torno al 21% del total de plazas sin cubrir; en ese momento 65 por lo que la situación ha mejorado poco.

Instituciones Penitenciarias ha informado de que la plantilla del establecimiento, con datos actualizados a diciembre de 2022, suma 240 efectivos, de los que 171 son funcionarios de Vigilancia, incluyendo diez en prácticas.

Desde el ámbito sindical reconocen que en los últimos años, y especialmente en 2022, el Ministerio ha llevado a cabo procesos selectivos para cubrir cerca de 2.000 plazas. Garrido comenta que en Segovia este año han estado realizando prácticas 25 de los funcionarios de vigilancia que han aprobado oposiciones y prevé que 14 se quedarán en el centro de Perogordo. También esperan nuevos funcionarios en prácticas para el mes que viene.

Apunta, además, en relación con la escasez de médicos, que este establecimiento penitenciario tiene un módulo destinado a personas con problemas de salud mental, lo que exige un seguimiento y unas pautas en cuanto a medicación.

Las obras, por otro lado, han ocasionado, obviamente, molestias tanto a los reclusos, porque hubo que trasladar a otros establecimientos un número que ni sindicatos ni Instituciones Penitenciarias determina, y parte del resto se ubicó en otros módulos distintos a los que tenían con anterioridad, y también para los funcionarios, reubicados en cabinas de otros módulos, que son pequeñas, según los sindicatos.

A esta situación, se añade ahora que el procedimiento de licitación del servicio de cafetería para funcionarios y familiares y allegados de internos, un contrato por valor de 60.000 euros, ha quedado desierto.

Desde los sindicatos señalan que hay malestar por el cierre de esta cafetería porque es un espacio muy necesario para el esparcimiento, teniendo en cuenta las limitadas dimensiones de las cabinas, por ejemplo, pero también porque para muchos de ellos, que incluso se desplazan desde otras provincias para trabajar en este centro, es el lugar donde comían habitualmente.

En cuanto a las obras de reforma —en materia de seguridad, salubridad, modernización y mejora de la habitabilidad—, el contrato se formalizó en abril de 2021 a Bauem Empresa Constructora por un importe de 2.810.142,5 euros y se modificó en septiembre del año pasado, sin variar el importe pero añadiendo tres meses adicionales a los quince iniciales del plazo de ejecución previsto. Sin embargo, poco después las obras se paralizaron.

Fuentes sindicales han informado de que la empresa constructora quebró y están finalizadas las que atañen a los módulos residenciales pero quedan pendientes parte de las proyectadas en módulos asistenciales como Enfermería, Ingresos, así como otras cuestiones puntuales, por ejemplo en la cocina.

Las reformas se centran en la cámara de descongelación de la cocina, sistema de agua fría de consumo humano y de agua caliente sanitaria, sustitución y modernización del sistema de interfonía, que se había quedado obsoleto, y homogeneización de la automatización centralizada de los sistemas de seguridad interior.

En la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sólo confirman que “las obras de acondicionamiento y reforma de varias dependencias no han finalizado en su totalidad”. Por su parte, la SIEPSE (Sociedad de Infraestructuras y de Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado) señala en su web que “próximamente se iniciarán las obras del proyecto de reformas varias”.

Las obras de la cárcel de Perogordo limitan la ocupación de los módulos
Una de las zonas de la cocina de la prisión segoviana de Perogordo. / FOTO: SIEPSE (SOCIEDAD DE INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTOS PENITENCIARIOS Y DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO

Características del centro

Lo conforman dos áreas diferencias, una dentro del recinto, pero extramuros, destinada al control de accesos, oficinas administrativas, dirección y comandancia de la Guardia Civil y otra intramuros destinada a la custodia de reclusos, dentro del perímetro amurallado de seguridad, con un acceso desde el edificio administrativo y el cuerpo de guardia.

Este centro penitenciario está organizado en trece áreas por las que se distribuyen los diferentes servicios y módulos residenciales. En la Zona 1 se encuentran seis módulos residenciales, agrupados de dos en dos (1-2, 3-4 y 5-6). En la Zona 2 se encuentra la cocina, los almacenes y los talleres de producción. La Zona 3 se corresponde con espacios socio-culturales y el puesto de control. La Zona 4 es la Enfermería, en la 5 está el edificio polideportivo, la 6 es el de instalaciones, la 7 el de comunicaciones, en la 8 se encuentra el Módulo de Ingresos, Salidas y Tránsitos, en la 9 el Módulo de aislados, la 10 está destinada a la Jefatura de Servicios, la 11 a oficinas y cuerpo de guardia, en la 12 está el Control de Accesos y la 13 y última es una galería subterránea de instalaciones.

El acceso al recinto se realiza por la entrada orientada al Suroeste, a través del edificio de Control de Accesos. A continuación se accede al edificio de Oficinas y Cuerpo de Guardia, a través de una pasarela elevada. Tras atravesarlo, se llega a un patio exterior que conecta con Jefatura de Servicios, donde se encuentra una torre que alberga el Centro de Control Interior desde donde se controlan la mayor parte de los sistemas del centro y a la que se accede mediante ascensor o escaleras.

En esta Jefatura de Servicios es donde se encuentra la entrada a la zona intramuros en la que están el resto de edificios.

El edificio de Ingresos, Salidas y Tránsitos dispone de tres plantas: una baja que alberga las salas comunes y el puesto de funcionario principal del edificio, una primera que dispone de 31 celdas y una planta técnica donde se ubican los equipos e instalaciones del edificio.

El edificio de Comunicaciones tiene cuatro plantas. En la planta baja se ubican las salas de abogados y los cubículos de visitas; en la primera, las salas destinadas a encuentros familiares, en la segunda las salas de vis a vis. La cuarta está ocupada por instalaciones técnicas.

El polideportivo se divide en tres plantas: la baja, con pistas deportivas y aseos, la primera destinada a gradas y salón de actos y la segunda, con salas polivalentes. En la zona exterior hay una piscina de verano.

El edificio Socio-Cultural tiene igualmente tres plantas. La baja y la primera se han destinado a salas educativas o culturales, mientras en la segunda se encuentran los equipos técnicos. Anexo a este edificio se sitúa el Puesto de Control.

Los módulos residenciales disponen en planta baja de patio exterior con campo de futbol sala, comedor, sala de día, aseos, sala ocupacional y salas de limpieza, de educadores y de médico, entre otras. Las plantas primera y segunda de estos módulos albergan las celdas de los internos. En todas las plantas de los módulos residenciales existen salas que albergan una escalera de caracol para acceder desde el bajo hasta la planta cubierta, donde se ubican los cuadros eléctricos, sistemas de interfonía y otros equipos.

La cocina y la lavandería se distribuyen a lo largo de una planta baja y además existe una planta primera de pequeña superficie, en cocina, para equipos y depósitos. También en la planta baja del mismo edificio se ubican puestos de funcionario de cocina y lavandería. Existen zonas diferenciadas dentro de cocina y lavandería para llevar a cabo trabajos concretos, como las de preparación de carne, de pescado, triturado, cocinado, panadería, cámaras frigoríficas, etc. La cocina se conecta con el patio de entrada de mercancías, que da acceso a los almacenes, al edificio de instalaciones y a dos talleres productivos.

El edificio de instalaciones contiene el grueso de las de fontanería, calefacción y electricidad, sobre todo, así como aljibes de agua.

Profesionalidad

Desde 2019 no se han registrado agresiones de especial gravedad en este centro penitenciario, exclusivamente para reclusos varones, según Laura Garrido, del sindicato CSIF, “por la profesionalidad de los funcionarios que han sabido cortar los conatos que sí se han producido”, porque lo que sí que reflejan los partes diarios es un incremento del número de los incidentes. Además de la existencia de personas con enfermedades mentales y/o drogodependientes, hay dos módulos, el 3 y el 4 con internos de mayor peligrosidad. Esta representante sindical insiste especialmente en reivindicar que los funcionarios de prisiones que custodian y vigilan para mantener la seguridad en el recinto sean reconocidos oficialmente como agentes de la autoridad para poder ejercer su trabajo con garantías.

Llama la atención sobre el desconocimiento y, en consecuencia, falta de reconocimiento, de la sociedad hacia este colectivo “que realiza una importante servicio público equiparable al de Policía o Guardia Civil”.

Las obras de la cárcel de Perogordo limitan la ocupación de los módulos
Internos, en octubre pasado realizando el Camino de San Frutos con el proyecto Loyola. / Jesús Hernández

Talleres y programas

Durante 2022, más de 100 internos participaron en talleres ocupacionales, cifra similar a la de los que prestan servicios remunerados en el centro en distintas áreas (cocina, lavandería, jardinería, etc). Quince internos participaron el año pasado en talleres productivos (confección industrial, mantenimiento y panadería). Casi un centenar lo hizo en talleres del Ministerio de Educación (viveros y jardinería), así como en otros cursos del SEPE (Servicio Estatal Público de Empleo).

Por su trayectoria de 20 años, y porque el pasado abril ha recibido el Premio Sostenibilidad, destaca el Centro Terapéutico Loyola, en el módulo II, a cargo de la Fundación Padre Garralde-Horizontes Abiertos para reinserción de reclusos, que incluye actividades de ocio-convivencia como hacer el Camino de Santiago y del Camino de San Frutos.

Las obras de la cárcel de Perogordo limitan la ocupación de los módulos
Vista aérea de las instalaciones del centro penitenciario. / E. A.

Ficha del Centro Penitenciario de Segovia

El Centro Penitenciario de Segovia se construyó en el año 2000 en el término de Perogordo, uno de los barrios rurales del municipio de Segovia, junto a la N-110.

Tiene la distribución de un centro ‘tipo’ y consta, entre otras instalaciones, de seis módulos residenciales agrupados de dos en dos, de modo que comparten el puesto de funcionario principal. La superficie construida asciende a 42.713 metros cuadrados en una parcela de 192.539 metros cuadrados situada en una llanura rodeada de campos de cultivo y separada de otras construcciones.

En esa misma parcela se construyó después el Centro de Inserción Social (CIS) José Antón Oneca, que abrió sus puertas en 2008 y tiene una superficie construida de 2.372 metros cuadrados en un espacio que en total ocupa 6.297 metros cuadrados.

Es uno de los 32 CIS destinados al cumplimiento de las penas privativas de libertad en régimen abierto, penas de arresto de fin de semana y al seguimiento de penas no privativas de libertad.