Varios vehículos ocupan los surtidores de una de las gasolineras ubicadas en la capital segoviana en los primeros días de la aplicación del descuento. / KAMARERO
Varios vehículos ocupan los surtidores de una de las gasolineras ubicadas en la capital segoviana en los primeros días de la aplicación del descuento. / KAMARERO

Si hace un mes las pantallas que indicaban el precio del combustible en las estaciones de servicio segovianas daban lugar al desconcierto, rabia y la incomprensión entre la población, ahora esas cifras ya no son tan importantes. El precio del litro de gasóleo o gasolina ya no es lo más comentado en las gasolineras, sino que ahora lo que se comunica en alto es el ahorro final con motivo de la aplicación este viernes de la bonificación de 20 céntimos por parte del Gobierno. Una medida que ha provocado extensas colas, la ralentización de la prestación del servicio e, incluso, el colapso de muchas gasolineras en el conjunto de la provincia.

“Menos mal” fue la frase más pronunciada entre los clientes y conductores. Las miradas cómplices de alivio fueron la tónica habitual en cada uno de los surtidores. “He estado aguantando toda la semana con el depósito en reserva”, comentó una segoviana tras llenar al completo su depósito de 70 litros de gasóleo este domingo en la estación de Repsol situada en la Avenida Padre Claret de la capital segoviana, una de las más concurridas. “He esperado más de diez minutos de cola, pero creo que el ahorro ha merecido la pena”, indicó. En concreto, al ser usuaria habitual de esta compañía y pagar con Waylet, la rebaja por litro ascendió a 30 céntimos. “Más de 20 euros de diferencia en comparación con hace dos semanas”, manifestó.

Muchos segovianos racionaron las últimas gotas de carburante para aguantar hasta el viernes, cuando se pudieron ver los surtidores llenos y, en los peores momentos, colas de más de diez coches a la espera de su turno para repostar. Hubo ciertas complicaciones en el tráfico al producirse algunos atascos en la capital segoviana, los trabajadores de las gasolineras no daban abasto al atender las miles de dudas y buscar cientos de explicaciones: “Lo siento, estamos a tope”, declararon ante la petición de este mismo periódico para responder algunas preguntas. Algunas, sin respuesta posible: “Todavía estamos intentando entender cómo funciona la gestión y el proceso del descuento”, insistieron fuentes del sector.

De modo parecido, las líneas telefónicas de las principales estaciones recibieron llamadas continuamente y, en consecuencia, muchos servicios colapsaron en varias ocasiones a lo largo del fin de semana. “Por lo visto, el viernes se cayó la plataforma informática y no me pudieron aplicar ni el descuento gubernamental ni el de la tarjeta de empresa”, declaró un autónomo segoviano, que no tuvo otra opción que pagar íntegramente la factura y volver horas después a su gasolinera de referencia para llenar el depósito al completo.

Por el contrario, otros fueron precavidos: “Sabíamos que iba a haber problemas y por eso hemos esperado unos días para repostar, cuando estuviera todo tranquilo”, comentó una pareja desde la gasolinera conocida como ‘La Pista’. “Hemos tenido que esperar un poco igualmente, pues a los segovianos se han sumado los turistas”, declararon.

Al contrario que en las semanas anteriores, cuando la demanda de combustible sufrió una gran caída, este fin de semana fue difícil ver surtidores libres en las estaciones ubicadas en la capital segoviana. De hecho, si los había, era tan solo por unos segundos, pues al poco tiempo varios vehículos esperaban para ocuparlos. “Parece que se va a acabar el mundo”, consideró ayer uno de los gasolineros segovianos. “O el combustible”, respondió bromeando el cliente al que asesoraba.

Alivio versus incertidumbre

Mientras que entre los usuarios la alegría y sorpresa eran las emociones protagonistas, los empresarios del sector se posicionaban cercanos a la incertidumbre, el pánico y desamparo. Hacía tiempo que no expedían tantos litros y litros de carburante. Pero eso no era un hecho positivo, y mucho menos de esperanza.

“Desde que empezó a aplicarse el decreto del Gobierno estamos desbordados, vayas a la hora que vayas hay un montón de coches, todo el mundo parece haberse vuelto loco”, consideró Alberto Dueñas, gerente de Semutransa, empresa concesionaria del Centro de Transportes de Segovia y administradora de la gasolinera ubicada en esta localización. Aunque tan solo tiene los datos de demanda anotados en tres días, detalló que “en comparación con un sábado normal, la afluencia se ha multiplicado por cinco; si tenemos en cuenta el primer día de cada mes, se ha triplicado”.

“Imagino que esto es cuestión de días y esta semana todo volverá a la normalidad”, confió Alberto Dueñas. Es menester recordar que la aplicación de la bonificación acaba de empezar, pero permanecerá por mínimo tres meses. A su vez, advierte de que “a todos nos han entrado las prisas” y, en consecuencia, “podría parecer que se nos está acabando el producto”. Pero no es así. “Por el momento estamos preparados y vamos a atender al público lo mejor que sepamos”, subrayó.

En esta misma línea se posiciona Octavio Sanz, titular de Gasóleos Cantalejo: “Fruto de la casualidad, el viernes a las 00.00 horas sufrimos una avería informática y fue un desastre”, lamentó. A pesar de ello, pronto se pudo solucionar y al mediodía sus clientes acudieron a repostar. “La afluencia casi seguro que se ha duplicado, la gente ha apurado muchísimo, en los últimos días habíamos tenido muy pocos suministros”, puntualizó. Un hecho que se agrava en las estaciones de servicio de municipios mas pequeños, como es en San Miguel de Bernuy. Gabriel, uno de los administradores de la gasolinera de la localidad consideró que el primer día del descuento “sí se notó, porque pilló a todo el mundo vacío”. Por el contrario, el sábado y domingo “fueron días prácticamente normales”.

 

GRAFICA CARBURANTES
El precio de los carburantes se ha mantenido estable con ligera tendencia a la baja en la última semana y desde finales de marzo el coste del litro de gasóleo A supera al de gasolina sin plomo 95. / ANA Mª CRIADO

De este modo, se cumple uno de los paradigmas más insistido en los últimos días por los gasolineros: “Esta medida no nos favorece nada”, remarcó Alberto Dueñas. Es más, “nos ha perjudicado en primera instancia, si las ayudas gubernamentales conllevan un anticipo y el reembolso no llega pronto… Es el fin”, sostuvo Gabriel. “Este decreto nos puede llegar a provocar el cierre en breve periodo de tiempo, aproximadamente en una o dos semanas, depende de las ventas”, consideró Octavio Sanz.

Es una incertidumbre compartida por todas las gasolineras de la provincia. Muchos ya hacen cuentas. El reembolso del anticipio prometido por el Gobierno aún no tiene fecha. “La situación es dramática, estamos trabajando a pérdidas de 20 céntimos diarios”, manifestó el empresario cantalejano, lo que tradujo, en su caso, en más de 5.000 euros por día. “Hay vecinos de La Palma que aún esperan las ayudas, ¿cómo podemos creer entonces nosotros en la promesa que nos han hecho?”, insistió.

De hecho, el perjuicio se agrava si se trata de pequeñas empresas o pymes, “nuestro volumen es más bajo, no tenemos tanta capacidad para repercutir los gastos y adelantar el descuento”, afirmó Gabriel desde San Miguel de Bernuy. “El cargo podría haber sido sobre el mayorista, pero no, al contrario”, estimó.

Otras soluciones

Por ello, cuando el futuro no es claro, lo primero que se hace es mirar al presente o el pasado. “Lo cierto es que la aplicación de la medida se podría haber previsto de otra manera. El Gobierno ya lo sabía, podría haber anticipado el dinero para futuras compras y no tendríamos ese problema de tesorería”, enunció el gerente de Semutransa.

Del mismo modo, Octavio Sanz también contempló otras soluciones “que no hubieran llegado a poner en riesgo las miles de gasolineras que hay en todo el país”. Con ello, se refirió a aplicar la rebaja a través del impuesto especial sobre los hidrocarburos. “El litro de combustible está gravado con alrededor de 40 céntimos. Lo podrían haber reducido 20 céntimos, tan sencillo como eso”, apostilló. Pero no ha sido así, lo que ha provocado una adaptación de los sistemas informáticos y de gestión en tiempo récord. Todo eso “cuando nosotros estamos para trabajar, para vender combustible, no para repartir las bonificaciones del Estado”, criticó el cantalejano.

Asimismo, los gasolineros de la provincia insistieron en que ellos no están sacando rédito de esta situación. «Cuanto más caro está el producto hay menos consumo y vendemos menos», determinó Octavio Sanz. A su vez, destacaron que, a pesar del descuento de 20 céntimos, el litro -tanto de gasoil como de gasolina- no baja de 1,50 euros, una cifra claramente superior al registrado en abril de 2021, cuando el precio del litro de gasóleo A se situaba en 1,193 euros y el de gasolina sin plomo 95, en 1,330 euros.