La voz de la experiencia

Juan José Agudo López, fundador del Grupo Riofrío.

A sus 75 años sigue pendiente de la actualidad económica y empresarial del país. Comenzó muy joven a trabajar y como empresario ha formado parte, durante tres décadas, de la patronal de la hostelería madrileña. También ha sido el impulsor del grupo inmobiliario Riofrío.

FLORENTINO DESCALZO / madrid

Dio sus primeros pasos como aprendiz de empresario acompañando a su padre a los mercados de ganado de Cantalejo y Turégano para comprar caballos y mulas jóvenes para venderlos después tras criarlos en Valseca.

Desde entonces Juan José Agudo mantiene su afición a la hípica a la vez que ha desarrollado su vena empresarial, tanto en el mundo de la hostelería como en el de la construcción.

Ya jubilado sigue pendiente de los negocios, pero de forma mucho más tranquila, en gran parte por el freno que ha supuesto la crisis económica.

Primero fue la hostelería en la que ejerció como empresario y como profesional, con la colaboración de su familia, toda procedente de Valseca. “Siempre he tenido una familia muy trabajadora”, dice con orgullo.

Fue uno de los impulsores y alma mater de la prestigiosa cafetería Riofrío (Plaza de Colón), que tuvo sus antecedentes en la calle Barquillo. Además fue copropietario de la discoteca Bocaccio, pero cuya participación accionarial vendió después.

El nombre de Juan José Agudo ha formado parte muy importante del mundo de la hostelería en Madrid, de la que ha fue, durante 30 años, vicepresidente. Junto a líderes como Luis Zamorano Fraile, Lucio Gutiérrez o Pedro Galindo, participó de forma directa en los convenios laborales de un sector clave en la capital del reino. Además también ejerció como tesorero durante un buen tiempo de la Federación Española de Hostelería (FER).

Si trabajó para conseguir los términos medios que resultaran del gusto de la patronal y de los sindicatos, también tuvo que bregar para conseguir fondos europeos y que se destinaran a la formación de los empleados de la hostelería a través de los sindicatos. Conoce bien los pleitos que el sector tuvo que defender frente a la SGAE sobre las tasas que se impusieron por tener aparatos de radio o televisión en bares, restaurantes y hoteles.

En 1967 Juan José Agudo se embarcó en el mundo de la construcción y puso en marcha emblemáticos edificios en Madrid. También impulsó urbanizaciones en la costa almeriense. Aún recuerda el sabor amargo que dejó la crisis del 89 en el sector. Lamenta no haber podido llevar a cabo en Segovia una idea para la que estuvo trabajando, por culpa de la actual crisis.

No sólo debió superar la acidez de no poder ver realizados muchos proyectos. También tuvo que afrontar una dolencia cardiaca, una de las principales amenazas para los emprendedores y empresarios. Al frente del grupo Riofrío está ahora su hijo Fernando, que cuenta con el asesoramiento y sabiduría de su padre. Comedido y pausado, Juan José Agudo vaticina que durante otros diez años, el sector inmobiliario no volverá a la senda del crecimiento.

Con el conocimiento que le ha dado la experiencia y su intensa vida profesional, Juan José Agudo se muestra partidario de que la formación de los trabajadores la promuevan las empresas; y que los propios empresarios aporten consejos a los gobiernos sobre las medidas que deben tomarse para sortear la actual crisis. “Hoy más que nunca necesitamos imaginación para sacar esto adelante”, dice con voz enérgica.