La Semana de Música de Cámara se puso ‘Molto affecttuosa’

El grupo ‘Da Kamera’ puso énfasis interpretativo en el sentimiento de la música.

Las partituras, además de las notas, cuentan con un buen número de indicadores que ayudan al músico a transmitir en su interpretación con la mayor exactitud posible, lo que puede ser, por ejemplo, doliente, majestuoso o ‘affecttuoso', con sentimiento.

No ‘affecttuosa', sino ‘molto affecttuosa', se puso antes de ayer noche la Semana de Música de Cámara, el ciclo más antiguo del de Segovia de la Fundación Son Juan de Borbón, que acogió a ‘Da Kamera', una formación que pone énfasis interpretativo en el sentimiento, en el ‘feeling' que la música debe despertar en el espectador.

Hiro Kurosaki (violín), Alberto Martínez Molina (clave) y Ruth Verona (violonchelo) centraron su propuesta para la velada segoviana de antes de ayer, titulada precisamente ‘Molto affecttuoso', en uno de los periodos de la Historia de la Música que con más facilidad mueven al sentimiento, el Barroco, bastante visitado a lo largo de la Semana de Música de Cámara.

El reto fue demostrar que las obras de maestros como Bach, Vivaldi, Haenel o Corelli, que en su día conmovieron a miles de personas en iglesias, teatros y palacios de las más exquisitas cortes europeas, nos continúan emocionando hoy en día; porque cambia la época, pero el sentimiento se mantiene.

Y la prueba se vio superada con creces por parte de este talentoso trío de músicos, a tenor de la gran respuesta del público que se dio cita ante anoche para disfrutar de piezas como la Sotana para violín y bajo continuo en Sol Mayor de Bach, o la Follia de la Sonata XII de Corelli.

Por la tarde, el Jardín del Colegio de Arquitectos, un espacio recuperado el año pasado para el disfrute de la ciudad por el Festival de Segovia, se convertía en escenario de un nuevo espectáculo del Festival Joven, con el guitarrista coreano Deion Cho, ganador del 13º Certamen Nacional de Interpretación Intercentros Melómano.

Y ayer jueves, la Semana de Música de Cámara concluyó con un interesante concierto a cargo de Camelot Ensemble, comandado por Daniel del Pino.

Bajo el título ‘Bach to the future' y con el genial compositor como referencia, el grupo revisitó la libertad del Barroco, para traerla hacia el presente y el futuro.

Por la tarde, en el escenario instalado en la Plaza Mayor, el Festival de Segovia incorporó un nuevo espectáculo de carácter gratuito, con Fekat Circus y Slum Drummers; toda la fuerza y la pasión de África, en un proyecto en colaboración con Creatividad Solidaria.