
Cuando el speaker Ángel Román anunció la disolución de la Ronda Segoviana, que cumple 36 años, se hizo el silencio entre los comensales en el salón del Hotel Los Linajes. A más de uno se le atragantaron los garbanzos del tradicional cocido que, en la víspera de la fiesta del patrón, comparte la Ronda Segoviana. «De aquí a poco será la Ronda Alemana», aclaró Román, en referencia a las declaraciones del alcalde, Pedro Arahuetes, que apostó por declarar a Segovia como «territorio independiente alemán» ante la escasa inversión que destina la Junta en sus presupuestos para la capital y provincia segoviana.
Román, que cada año, micrófono en mano, ameniza los ‘postres’ del cocido, ya había anunciado antes que el cocido se había celebrado este año de forma «milagrosa» y gracias a un préstamo concedido por Bankia, después de hipotecar seis capas y dos guitarras de la Ronda. Con independencia de este «guiño» a la difícil situación que atraviesa lo que queda de Caja Segovia, el portavoz de la Ronda rogó a los periodistas que concedieran este año el premio «Dómine Cabra» a la formación y lamentó, por otra parte, que el obispo, Ángel Rubio, no hubiera acudido al cocido porque cuando lo haga, según dejó entrever, le entregarán la insignia como socio de honor. Ahí queda la invitación.
Cuando Román tomó el micrófono los comensales ya habían dado buena cuenta del cocido y del «Postre de San Frutos», elaborado por la asociación de pasteleros, unos dulces coronados con los pajaritos en cerámica, pintados por los miembros de Apadefim.
Con los miembros de la Ronda, encabezados por su presidente, Carmelo Gozalo, compartieron mesa y mantel diversos representantes de la sociedad segoviana y del mundo de la cultura, como los folcloristas Ismael Peña y Fernando Ortiz, el escritor y ceramista Ignacio Sanz, el presidente de Apadefim, Fernando Tapias, el de los pasteleros, Jesús Manso, o el jefe de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja.
No faltaron las autoridades, como la alcaldesa accidental y concejala de Turismo y Patrimonio, Claudia de Santos, la edil de Cultura, Clara Luquero, la concejala del PP Azucena Suárez, el diputado delegado del área de Cultura y Turismo, José Carlos Monsalve, la directora del Instituto de Cultura Tradicional, Sara Dueñas, y el delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar.
A la tradición del cocido se une la de nombrar socios de honor de la Ronda Segovia. En esta oportunidad, el presidente de la Ronda puso la insignia de plata a la periodista Victoria Domínguez y al galerista Ángel Serrano. Los músicos agradecieron a Domínguez la cobertura informativa que desde hace años ha hecho de la Ronda Segoviana y que en su programa 20+3 de Televisión Castilla y León «nos sacara cuando comenzamos, tan jovencitos, algunos en pantalón corto». De Ángel Serrano, que regentó la Casa del Siglo XV, Román destacó que era un «emblema del arte y la cultura» y, en tono jocoso, le anunció que los miembros de la Ronda le llamarán «Angel Potter», por su parecido al protagonista de la exitosa saga de novela juvenil británica y su capacidad de hacer magia con una galería de arte abierta durante décadas.
«Ahora me he transformado en Angelocatil Magia en Píldoras», respondió el homenajeado, provocando la carcajada entre los presentes. El encuentro se cerró con los tradicionales cánticos y la interpretación de la «Oda al Cocido», con letra de Ignacio Sanz y música de Juan de la Cruz Pastor. Solo queda esperar que el cocido se repita un año más y que este manjar tan castellano no sea sustituído por cervezas y salchichas de Frankfurt en una Segovia independiente pero dependiente de Alemania.