La ‘Marcha contra el cáncer’ ha enraizado con fuerza en el calendario de actividades solidarias de la provincia donde se ha ganado un puesto como cita anual estable, tras el éxito de participación y ambiente ayer registrado.
La primera edición superó las mejores previsiones de la delegación de la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc), organizadora de esta iniciativa que movilizó a centenares de personas llegadas desde distintos puntos de la geografía segoviana. Más de 2.200 personas completaron el recorrido de cinco kilómetros, aportando cada una un donativo de siete euros que elevan la recaudación por encima de los 14.000 euros, destinados directamente a impulsar la investigación médica y a ayudar a los enfermos oncológicos y a sus familiares, según los primeros datos recogidos por la presidenta de la delegación provincial de la Aecc, Ana Sanjosé Rodríguez.
Si bien la propuesta solidaria captó más implicados, ya que a los que se echaron a andar se sumaron más ciudadanos que quisieron unir sus aportaciones sin poner hacer la marcha y otros que apoyaron la iniciativa con su presencia en el Azoguejo, donde ayer se vivió una mañana de fiesta y solidaridad, que incluso respetó la lluvia. Además, Ana Sanjosé ensalzó el trabajo desarrollado en la organización de la prueba por un equipo de más 60 voluntarios, entre los que destacan las integrantes del programa “Mucho por vivir” — da apoyo y asesoramiento a las mujeres con cáncer de mama desde el momento del diagnóstico hasta los sucesivos tratamientos que exige esta enfermedad— y un grupo de madres y alumnos del colegio Cooperativa Alcázar, que se brindó a nutrir la cadena de puntos informativos que se extendió por todo el itinerario. En la lista de voluntarios también destaca la Asociación de Cocineros de Segovia que ayudó a preparar y repartir los bocadillos de fiambre y los refrescos donados por casas colaboradoras y el centro de danza Baile Activo, que con Lola Collazo al frente hizo bailar a centenares de personas congregadas junto al Acueducto al acabar la caminata.
Los preparativos en el Azoguejo, donde se situó la línea de salida y de llegada, comenzaron a las ocho de la mañana, con la instalación de la infraestructura necesaria. Hacia las diez de la mañana comenzaron a verse riadas de personas que avanzaban desde los barrios de la ciudad magnetizadas hacia el Acueducto. Hubo muchas que llegaron desde los pueblos segovianos, destacando una amplia representación de vecinos de Navas de Oro. Los grupos femeninos dominaron pero también destacó la participación de familias enteras, con niños y varones.
La insistente petición de inscripciones a última hora desbordó a las organizadoras que tuvieron que ir a su sede a por más camisetas para caminantes y a por pan para preparar más bocadillos de los previstos. Las inscripciones realizadas en los días previos, la amenaza de la lluvia y el hecho de tratarse de la primera edición de la prueba hizo que las organizadoras esperaran contar con unas 1.700 personas y ya se daban por satisfechas. Pero la cifra se quedó corta y a las once de la mañana, aún haciendo inscripciones, tomaban la salida más de 2.000 personas para hacer esta prueba que no tiene carácter competitivo, de poca dificultad, apta para todas las edades.
Entre saludos y conversaciones los integrantes de la ola verde y blanca marcharon desde la avenida de Fernández Ladreda hacia las calles de Santo Domingo de Silos, Puente de Santi Espíritu, San Valentín, la plaza del Socorro y la Ronda de Don Juan II, para bajar luego desde la entrada del Alcázar por la calle Pozo de las Nieves al paseo de San Juan de la Cruz y la Casa de la Moneda; tras cruzar el puente han seguido por la Alameda del Parral hacia Echarpiedra y Los Vargas, para hacer el último tramo por Vía Roma y llegar a la Plaza de Artillería.
La presidenta de la delegación de la Asociación Española contra el Cáncer se mostró emocionada y agradecida por la respuesta de la sociedad segoviana y garantizó la continuidad de la caminata solidaria.
Conchita Díez: “Trabajar en la Aecc abre ventanas y oxigena el espíritu”
Concepción Díez Garcillán ha dejado la presidencia de la delegación de la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc) agradecida por haber podido desarrollar, a lo largo de 16 años, un trabajo que la ha ayudado como persona “porque estar junto a quien lo necesita te amplía la vida”. “Trabajar en una actividad solidaria como esta, abre ventanas, oxigena el espíritu y te hace ser más generosa; para mí ha sido muy gratificante”, aseguraba ayer Conchita Díez (Coti para las voluntarias de la Aecc), mientras colaboraba en la organización de la marcha solidaria. Y es que dejar la directiva no va a mermar la implicación de una persona para quien no vale solo pedir a las instituciones respuestas “porque la sociedad debe responsabilizarse de los necesitados”.
Conchita Díez defiende que todo lo que los segovianos dan a la Aecc revierte en los enfermos” y recuerda, como ejemplo, que “cuando hace dos años dimos una beca de investigación de 135.000 euros, se consiguió euro a euro con las cuestiones, el rastrillo y nuestras actividades”.