La Noche de Luna Llena se tiñó de verde a la luz de las velas

Centenares de segovianos disfrutaron en la noche de ayer y la madrugada de hoy de una velada cultural repleta de actividades fusionadas con la naturaleza en la Alameda del Parral

La Noche de Luna Llena permitió ayer a los segovianos disfrutar un año más de una magnífica velada repleta de música, magia, danza y arte. Todo un escenario desbordado de y rodeado de naturaleza a orillas del río Eresma.

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento organizó la séptima edición de este evento con la innovación y la participación como protagonistas de la noche. Este año se trasladó el marco del conocido acontecimiento a la Alameda del Parral, en el tramo que transcurre desde la Casa de la Moneda hasta la antigua Fábrica de Borra. Un idílico paraje para disfrutar de una velada a la luz de la luna.

La tarde comenzó con gotas de lluvia e intervalos de sol, dejando en duda si sería una noche'pasada por agua' y si podrían realizarse todas las actividades previstas. Finalmente, tras el gran chaparrón, llegó la calma para abrir un cielo soleado que sería precedente de un maravilloso anochecer.

A las ocho de la tarde todo estaba preparado, las actividades comenzaban a aparecer y la Alameda a llenarse de gente que ansiaba pasar una noche diferente. Niños, padres y abuelos, todos se acercaban poco a poco a las instalaciones, observando de lejos para compararlo con el resultado final.

Los organizadores iban alumbrando el camino de velas, una por una, mientras el sol iba cayendo. La luz del entorno comenzaba a atraer a los segovianos. La luna se vislumbraba entre los árboles creando un contraste que este evento nunca había tenido la oportunidad de ver. El río acompañaba el sonido de las voces y gritos de la gente. A las ocho y media, los dos paseos musicales, que dieron el pistoletazo de salida desde dos puntos de la ciudad, llegaron poniendo una nota de folclore a la Alameda.

El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, y la concejala de Cultura comenzaron el recorrido desde el puente de la Casa de la Moneda con otras personalidades. Los últimos rayos de sol caían sobre el río y el césped en el que se encontraba “La Piara fantasma”. Los cochinillos decorados por diferentes pintores cautivaron al público desde el primer momento. De todos tipo y color, 31 animales adornaban el espectacular entorno. De forma paralela, comenzaba la primera partida de ajedrez gigante diseñado por profesores y alumnos de la Casa de los Picos.Todos los integrantes del Club Promesas Jaque Mate pudieron jugar dos partidas ante los atentos ojos de todo aquel que se paraba a mirar.

Los pasacalles posaban con todo aquel que se acercaba. Los Vegetas se fundían con la naturaleza mientras los Seres Lunáticos eran observados por los niños con una mezcla de miedo y fascinación. Todas las actividades “de gran implicación de músicos, artistas y pintores”pudieron ser disfrutadas por todos los públicos. Toda la familia se reunió junto al río para disfrutar de una noche de cultura.

Pequeñas formaciones de la Banda Sinfónica Tierra de Segovia decoraban con notas musicales el sonido de los árboles, el sonido de la naturaleza. El ritmo musical se unía en armonía con el escenario, haciéndolo aún más poético.

Diversas instalaciones se fundieron con el color verde del entorno desde las ocho de la tarde hasta la última de la noche. La pintura de José Luis López Saura ‘Soy un astro, soy un astronauta' hizo realidad el sueño de muchos niños. El panel daba la oportunidad a los asistentes de posar cual astronautas para una bonita foto.

‘Cabañas a la luz de la luna' de Carlos Fontales, ‘Punto de Fuga' de Fuencisla Francés, ‘Graffiti vegetal' o ‘El hombre que se tragó la luna' de la Llorona y listo permitió a los ciudadanos de disfrutar al máximo de esta mezcolanza de naturaleza y cultura, que juntas crearon un armonía que sólo era posible bajo el manto de la luna llena.

La librería solidaria Aida Books propuso un año más la unión entre libros y juegos. Los asistentes pudieron participar en la ‘Ruleta Cartonera' y en la subasta de una manta de mil colores hecha a mano.

La magia de Manuel Vera,Iván Asenjo y Héctor Sansegundo brilló en los jardines del Alcázar, sorprendiendo a su público con increíbles trucos. Las ‘Lunas de Fuego' hechas con cerámica rakú brillaron por sí solas, quitando un poco de protagonismo al astro homenajeado

Las notas de música también inundaron el paisaje con los conciertos de Ana Lourdes Rodríguez y Danays Bautista, a la vez que la percusión colectiva Ancestral llenó de ritmos y sonidos el ambiente.

Los centenares de asistentes disfrutaron además de fantásticas degustaciones para acallar el hambre como el granizado ‘La luna hecha añicos' y la tapa ‘Bocados de luna'. Por último, los segovianos también pudieron disfrutar de la dulzura de una luna de chocolate blanco. El ambiente acabó siento perfecto para pasar una ‘mágica' noche.

“Esperamos que sea para largo”, señaló Clara Luquero en esta séptima edición. La cultura estuvo presente durante toda la velada, haciendo disfrutar del arte a los segovianos un año más, esta vez a la luz de las velas.