La indignación cunde en el comercio de Padre Claret ante el retraso de la obra y el desamparo municipal

Los propietarios de los siete negocios afectados, que hasta ahora han guardado silencio, pidieron hace más de un mes una entrevista con el alcalde sin encontrar hasta ahora ninguna respuesta.

Desamparo, indignación, impotencia, desinformación. Son las palabras más repetidas por los propietarios y responsables de los siete establecimientos de la avenida de Padre Claret, afectados por la obra del aparcamiento subterráneo. «Hemos aguantado como titanes, no hemos puesto pegas, hemos guardado silencio, pero nuestra paciencia se ha agotado», aseguraba ayer Óscar Santiago; unas palabras que recibían el asentimiento del resto de propietarios de los establecimientos afectados, unidos como nunca en una sola voz.

Se enteraron por EL ADELANTADO que la obra del aparcamiento de Padre Claret no finalizará hasta julio y su malestar, que ya estaba latente, terminó por estallar. Y el malestar se transformó casi en indignación al comprobar como el alcalde, Pedro Arahuetes, aún no ha respondido a su petición de ser recibidos en el Ayuntamiento. Tampoco fueron del agrado de los comerciantes las declaraciones del alcalde en las que tildó de «insignificantes» los retrasos que acumula la obra del aparcamiento que, en teoría, se inaugurará el 29 de junio, día de San Pedro.

Los siete negocios (Hotel Acueducto, Rani (gasolinera), Restaurante Los Gascones, Restaurante Maribel, Almacenes Europa, Rafael Quintana y Santiago Cristal) presentaron, el pasado 26 de marzo, un escrito en el Ayuntamiento en el que solicitaban una entrevista al alcalde; para conocer el estado de los trabajos y los motivos de los continuas demoras en el plazo de finalización de la obra, de las que se han enterado por la prensa.

Los empresarios quieren que Arahuetes conozca de primera mano los graves problemas y dificultades económicas que atraviesan los establecimientos. También sus propuestas para minimizar los efectos de una obra en la que «para nosotros queda lo peor», aseguran, en referencia a que en las próximas semanas los trabajos se dirigirán a construir las aceras junto a las puertas de sus establecimientos. En buena lógica, los peatones ya no pasarán junto a sus negocios, puesto que serán obligados a ascender por Padre Claret por la acera de enfrente. El silencio ha sido, hasta ahora, la única respuesta a esta petición de entrevista.

Precisamente, el mayor malestar obedece a la falta de atención que ha tenido el Ayuntamiento con ellos. «El trato ha sido absolutamente nulo», aseguran. Al principio, a través de la mediación de la Cámara de Comercio, se logró la apertura de la calle Soldado Español, con lo que los afectados pasaron de ser una quincena a apenas siete, los más cercanos a la obra. El único detalle, a todas luces ineficaz y «de maquillaje» fue colocar unos carteles, en la confluencia de Soldado Español y en la Plaza de la Artillería, para informar que había unos comercios en la avenida; unos carteles difícilmente apreciables.

«Nadie se ha dignado a dirigirse a nosotros, en dos años no hemos recibido ninguna atención, ningún escrito, nada, nos enteramos por la prensa que la obra se retrasaría a julio, no es lógico ni normal, creo que no cuesta mucho avisar a siete personas», asegura Santiago.