El universo está lleno de obras de arte. Así de rotundo se pronuncia nada menos que un astrofísico, Fernando Rodríguez Durán, amigo de Richard Radford, en un vídeo en el que ambos conversan sobre cuestiones astronómicas pero también sobre arte y filosofía.
El vídeo forma parte de la muestra ‘Cerca y Lejos’, obra pictórica de Radford que el autor considera “la síntesis de gran parte de mis percepciones e inquietudes”. Lo cercano es en la exposición la naturaleza que le rodea, en algunos casos lugares de la provincia de Segovia, ya que tiene fijada su residencia en Colladillo, uno de los núcleos del municipio de Arcones. Lo lejano procede de la “inquietud” que despertó en él la película ‘2001 Una Odisea del espacio’.
En sus cuadros plasma su fascinación por el universo, por galaxias, nebulosas, explosiones de novas y supernovas, cúmulos estelares, etc.
En la conversación que mantienen en el vídeo se muestran de acuerdo en que una pequeña hoja de hiedra tiene una estructura que puede encontrarse también en esas imágenes del universo que podemos ver en grandes documentales de televisión o en libros especializados.
Radford es consciente de la originalidad de su pintura sobre aspectos del universo que le han llamado la atención por el color, la luz y la forma, una mirada artística que en ocasiones es confundida con lo abstracto aunque él replica que en todo caso está más cerca del hiperrealismo, ya que sus modelos son esas imágenes conseguidas gracias a la sofisticada tecnología científica.
No ha encontrado, ni siquiera en internet, otro pintor con semejante fascinación por esas imágenes del espacio exterior y cuenta una anécdota que refleja hasta que punto el espectador de una obra de arte busca referencias cercanas. Preguntó a varias personas sobre uno de sus cuadros en el que muestra un detalle de los campos magnéticos del sol. Le contestaron que parecía una fundición de acero, una masa de lava o un volcán. Únicamente una niña de 6 años dio con la respuesta correcta.
Habla Radford de que vivimos en un momento histórico, “equivalente a cuando se descubrió América” y pone el ejemplo de un exoplaneta recientemente localizado, que gira al rededor de una estrella que podría ser muy similar a nuestro sol, a 600 años luz de la Tierra. Su personalidad inquieta, su sensibilidad no únicamente artística, también filosófica, conviene en que “todos somos polvo de estrellas, todos tenemos un poco de oxígeno, hidrógeno, etc. Hay un nexo de unión entre lo pequeño, a nuestro alcance, y las imágenes astronómicas”.
Una biografía de película
Richard Radford, que expone sus pinturas este mes en La Reja Art Gallery, nació en Purley (Surrey, Reino Unido) en 1938. De padre británico y madre navarra, asegura que es un superviviente de la Segunda Guerra Mundial, pues su familia sufrió los bombardeos de la aviación alemana. Su padre, que era químico e investigador de materiales acrílicos, un pionero en este ámbito, decidió montar un laboratorio en España, país “que adoraba”, según cuenta Radford.
Instalados en Madrid, el artista cuenta que desde muy pequeño dibujaba muy bien, hasta el punto de que los profesores le pedían que pintara en la pizarra escenas de batallas o incuso imágenes de ciencias. Al terminar el bachillerato le encaminaron hacia una ingeniería pero las matemáticas nunca se le habían dado bien. Por el contrario, brilló en diseño industrial y por ahí comenzó su relación con la publicidad. Becado por el Banco Ibérico, completó su formación en Nueva York y, a su regreso a España, obtuvo la nueva titulación en Publicidad e hizo carrera en diferentes agencias. Ha trabajado como director creativo con distintas multinacionales del sector y realizado campañas para Renault, Nestlé, Citröen, Kodak, Ford, El Corte Inglés, Fairy —el célebre anuncio de televisión de Villarriba y Villabajo—Sunny Delight, etc. Es creador, entre otros, del logotipo descuento (%) en rojo sobre fondo blanco de la franquicia de supermercados DIA, en la actualidad presente en España, Europa, América y hasta en China.
Su relación con Segovia comenzó hace ya varios años, en 1969, cuando adquirió una casa en Colladillo (Arcones) que rehabilitó y más adelante ha ampliado. Afirma que es el mejor sitio cerca de Madrid en plena naturaleza y parece no importarle que en invierno, a diario, sólo sean dos las familias residentes. De la ciudad de Segovia dice que lo que más le gusta es “que tiene una dimensión humana”, citando a Platón.
