Los villancicos son la banda sonora de la Navidad. Bien lo sabe Enrique Gutiérrez de Diego, que durante cuarenta años ha dedicado gran parte de su tiempo a escribir, componer y cantar la letra y la música de un buen número de los que se interpretan en estas fechas navideñas en las distintas celebraciones religiosas de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en el barrio de La Albuera. El profesor –ya jubilado- reunió a amigos y feligreses en el templo parroquial para desgranar algunos de los más conocidos en un recital en el que los recuerdos y las vivencias del autor salpimentaron la actuación ante un público que dejó pequeño el aforo de la iglesia.

La presentación del concierto corrió a cargo del sacerdote Alfio Ayuso, que fuera párroco de la Iglesia de El Carmen durante casi medio siglo, y que evocó la figura de un adolescente inquieto y motivado que decidió colaborar con la vida parroquial a través de la música, por la que descubrió el mensaje del Evangelio que cambió su vida y le hizo ser “un incondicional de Jesús”.

En el concierto, Enrique Gutierrez repasó los villancicos que tienen para él un mayor significado, donde el anuncio de la salvífica llegada del Niño Dios al mundo es el eje central del mensaje que quiere dar en cada una de sus canciones navideñas. Una noticia en el diario, una experiencia de fe, el recuerdo de su infancia… son algunos de los temas que sirven de inspiración para sus villancicos, en los que no puede faltar la iconografía del relato evangélico del nacimiento de Cristo.

“La temática es muy reducida, y no se puede prescindir de la virgen, san José, los pastores, los Reyes… pero el hecho de buscar temas y frases que puedan narrar la historia de otra manera hacen que haya muchas variantes; pero lo más importante es que la Navidad está en mi corazón y que siempre ha sido una fiesta muy entrañable desde que venía al coro parroquial a cantar villancicos siendo un niño”.

En el concierto hubo lugar también para su familia, su esposa Mayte y sus hijos y nietos, con los que interpretó algunos de sus villancicos; y como no, para el coro parroquial con el que desde hace años comparte todos los domingos la experiencia de poner música a la eucaristía dominical.

Tras más de hora y media de música. Enrique Gutiérrez no ocultaba ni su emoción ni su agradecimiento a la parroquia por haber hecho posible el sueño de cantar ante vecinos y parroquianos villancicos que son retales de la experiencia de fe y vida que comparte con ellos desde siempre.