La retirada del cierre entre provincias no deja huella en la hostelería

El sector mira al futuro con esperanza ante la llegada del buen tiempo y la rápida rebaja del número de contagiados por Covid-19 en la provincia

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Las lluvias del domingo dieron por finalizado un fin de semana en que las terrazas congregaron gran actividad.

La hostelería vive en estos momentos uno de sus periodos más complicados desde que se desató la pandemia de coronavirus. Las múltiples restricciones que afronta el sector reducen ampliamente su posibilidad de negocio, pero sin embargo el futuro se muestra mucho más halagüeño en un grupo de actividad que ya necesita de buenas noticias.

Las perspectivas para el pasado fin de semana no eran las más favorables, el impacto de la relajación de las medidas restrictivas se preveía limitado y el tiempo no iba a acompañar durante buena parte del fin de semana. A pesar de todo, la capacidad de reinventarse y la necesidad de trabajar consiguen que cada día muchos hosteleros decidan abrir su negocio aunque los pronósticos no acompañen.

Los preludios esta vez acertaban, ya que aunque los hosteleros confirmaban una mayor afluencia en las calles no se reflejó en las cuentas. “No se ha notado en nada, es verdad que hay más gente por la calle pero no ha traído más actividad para el negocio”, aseguraba uno de los numerosos camareros que iban y venían en los establecimientos de la Avenida del Acueducto.

En uno de los locales de esa misma calle, otro camarero también reconocía una mayor afluencia de gente, pero dudaba sobre si esto se debía a la retirada del cierre perimetral entre provincias de Castilla y León. “Llegados a este punto al menos estoy contento con que me dejen trabajar, intentaremos adaptarnos a lo que nos toque pero al menos que permitan abrir”, aseguraba con rotundidad.

Los relatos de esta zona coincidían con los que manifestaron en los negocios de la Plaza Mayor y en algunas zonas más retiradas del centro de la ciudad.

Desde la Oficina de Turismo aclaraban que el fin de semana y la retirada de la restricción entre provincias sí habían traído a visitantes de otras partes de la Comunidad. Sobre su procedencia, las trabajadoras concretaron que habían llegado a las instalaciones numerosas personas de Valladolid, Ávila y Zamora, entre otras. Sobre su número, señalaron que este era muy inferior al de otros años, una situación que no debe sorprender a propios ni a extraños dadas las complejidades de este periodo ‘anormal’ que ya va para un año producido por la pandemia de coronavirus.

Muchos negocios hosteleros no cuentan siquiera con la suerte de poder abrir, ya que la prohibición del consumo en interior conlleva a muchos establecimientos sin posibilidad de abrir terrazas o sin opciones de instalar un buen número de mesas a permanecer cerrados. Igual suerte corren muchos de los grandes restaurantes, enfocados en ofrecer su oferta gastronómica en sus grandes comedores de interior.

Por el contrario, otros inician de nuevo la actividad tras algunas semanas de cierre. Es el caso del conocido Mesón Cándido, que decidió regresar al servicio en el pasado fin de semana.

En este sentido, Cándido López Cuerdo, director gerente del restaurante, reconocía que el principal objetivo era “activar el negocio” tras el parón e ir “recuperando poco a poco la actividad”.

En este sentido, se mostraba contento y relataba cómo tanto la familia como los empleados ya “tenían ganas de volver” al trabajo. “Esperemos que mejore el tiempo”, señalaba mirando a la calle de una mañana de domingo que auguraba lluvia, mientras se mostraba muy esperanzado ante la mejora de los contagios que conlleva “un menor riesgo tanto para clientes como para trabajadores”.

No fue el único hostelero que se mostró esperanzado respecto al futuro, ya que muchos fueron los admitían que depositaban su fe en que la mejora de la situación epidemiológica pueda traer consigo una reducción de las restricciones. Además, estas coincidirían con la llegada de mejores temperaturas.

Preguntados por las trabas que imponen estas restricciones, un miembro del personal de un bar de la Plaza Mayor aclaraba que la medida más esperada por el sector es la apertura con Madrid, de donde proceden muchos de los visitantes que llegan al centro de Segovia y disfrutan de estos servicios.

En zonas más alejadas del centro veían más importante la posibilidad de abrir más allá de las ocho de la tarde, ya que se mostraban apenados al tener que cerrar “con las terrazas llenas”. “Esperemos que sigan levantando las medidas”, señalaba otro hostelero, a la vez que mostraba su indignación por la obligación de cerrar tan pronto los negocios y después ver a la gente reunida bebiendo en otros lugares. “Es una tontería esa medida si luego ves a gente bebiendo en el parque”, resumía sobre esto último.

Acerca del cumplimiento, prácticamente todos los hosteleros aseguraban un nivel de cumplimiento muy alto en las terrazas, aunque no por ello señalaban que hay “grupos” que no siguen las normas establecidas. “Es una pena pero quien no ha respetado nunca las normas tampoco lo hacen en las terrazas”, señalaba un hostelero, que alababa a su vez a esa mayoría cumplidora que “ya tiene interiorizadas las medidas”.

Las rápidas variaciones de la pandemia no permiten asegurar nada, pero lo cierto es que la tendencia es muy propicia para que la desescalada se extienda a todos los ámbitos de la sociedad, incluida la hostelería.

En estos momentos, el principal freno para que se pueda dar pasos adelante en este sentido es la gran ocupación dentro de las UCI en la Comunidad. Tal como el sábado narraban las páginas de este periódico, el ritmo lento, aunque constante, de mejora de la ocupación de las unidades de críticos en Castilla y León va a condicionar irremediablemente la velocidad de la desescalada en la Comunidad, que contaba ayer con un porcentaje de pacientes Covid ingresados en las UCI del 45%, lejos aún del 25% deseado.

Nuevos negocios en tiempos de crisis: “en estos momentos hay muchas oportunidades”

Durante la última crisis financiera de 2008, muchos no dudaban en asegurar que los grandes periodos de depresión económica también provocaban el afloramiento de grandes oportunidades.

Han sido muchos los emprendedores que hacen suya esta prerrogativa y al contrario de la tendencia general de esperar la recuperación a resguardo, optan por buscar nuevas alternativas en momentos difíciles. La crisis provocada por el coronavirus no iba a ser una excepción.

El negocio ‘La Bientirada de Segovia’ abrió sus puertas recientemente y la respuesta de los segovianos no ha podido ser mejor, con su terraza de la Plaza de Artillería bien nutrida de personas durante buena parte de su jornada de servicio.

Su propietario, Víctor, cuenta que durante estos primeros días “no han tenido respiro” y que el establecimiento “ha estado lleno a todas horas”.

A la pregunta de por qué invertir en un momento tan complicado, Víctor señala que desde que el espacio “quedo vacío”, vislumbró una oportunidad de negocio que tras mucha preparación ha hecho realidad. “Mi cabeza no para de dar vueltas, es un momento en el que se están abriendo grandes oportunidades”, remarca.

“Mi negocio está enfocado en atraer a la gente de Segovia”, aclara, a la vez que no duda en señalar que la llegada de turistas sería un buen ‘extra’ para la buena marcha del establecimiento.

Sobre su recorrido, Víctor asegura que este negocio siempre ha tenido una orientación “para el largo plazo”, señalando que la posibilidad de montar una gran terraza y su buena posición en las cercanías del Acueducto propician que el negocio prospere a pesar de la difícil situación que ha dejado la pandemia de coronavirus entre muchos empresarios del sector.