
Nombres de autores como Armen Avanessian, Reza Negarestani o Ernesto Castro pueden resultar desconocidos para el gran público lector, pero levantan pasiones en los aficionados a las nuevas tendencias filosóficas que se acercan a las realidades sociales y estéticas contemporáneas. En Segovia, una modesta editorial lleva ya 18 años como banderín de enganche de la difusión de estas corrientes filosóficas a través de Materia Oscura, creada en 2005 por Fernando Manjarrés y que cuenta ya con 25 títulos en su catálogo que son distribuidos no sólo en España, sino en varios países Latinoameircanos.
Para dar a conocer estos detalles y los proyectos de futuro para este año, la Casa de la Lectura acogió ayer la presentación de la editorial en un acto en el que el editor estuvo acompañado del escritor Lorenzo Luengo y los filósofos Abrahm Cordero y David Wiehls.
Bajo el concepto de ‘Filosofía Viva’, el objetivo de Materia Oscura va paradójicamente en contra del nombre de la editorial, ya que se trata de poner al día “nuevas formas de filosofar, abiertas a todos los ámbitos de la vida que nos ayudan a pensar el presente, sin abandonar por ello la complejidad, el rigor y el potencial perturbador que posee el pensamiento”.
De esta manera, Materia Oscura es, según su editor, un contenedor cultural que reúne a autores contemporáneos que apuestan por amalgamar “teoría y ficción” en sus propuestas filosóficas, influidos por la ciencia ficción, la mecánica cuántica o los movimientos estéticos o musicales como el cyber-punk, por poner algunos ejemplos.
Las redes sociales y las nuevas tecnologías abren espacios de divulgación a los que Materia Oscura no es ajena, aunque Manjarrés destaca como algunas de las principales dificultades la aridez que para el público general supone este tipo de contenidos. “No accedemos con nuestros libros al gran público, pero tenemos un público fiel que está al corriente de nuestras novedades y con el que mantenemos un contacto fluido a través de blogs y redes sociales”, explica el editor. Asimismo, es consciente de que el precio de los libros está por encima de la media del mercado editor, pero precisa que “realizamos ediciones muy cuidadas que llevan gastos de traducción de autores extranjeros y difusión en otros países”.
La piratería también afecta a editoriales pequeñas como Materia Oscura, que tiene que afrontar un fenómeno que “parece estar aceptado como algo normal o como una actitud de rebeldía antisocial, pero es vergonzoso que un editor tenga que pagar gastos por poner en la calle un libro que al día siguientew ya está colgado en la red”.