Es Vd. un escritor, historiador y catedrático de enorme prestigio y larga trayectoria con abundantes libros publicados sobre el País Vasco, el siglo XVIII español, la Ilustración. Su libro más reciente “Un juego de tronos castizo” describe la lucha por el poder justo antes de la invasión francesa de España, con protagonistas como Godoy y Napoleón, entre otros. ¿Cómo surgió este nuevo libro sobre Godoy y Napoleón?
Ciertos historiadores, como Emilio la Parra han intentado dar una imagen positiva de Godoy, en concreto en su libro “Manuel Godoy, la aventura del poder”. Cuando leí su libro estaba inmerso en el mío sobre “Ilustración y liberalismo en España”, que es una historia de las ideas políticas que va del despotismo ilustrado a las Cortes de Cádiz. La visión de La Parra no me encajaba. Sé bien que es biografía política y no historia de las ideas, pero yo no conseguía encontrar el ajuste. Entonces apareció el COVID y se retrasó un año la publicación de mi libro sobre la Ilustración. Y eso me permitió disponer de tiempo para aplicar la lupa al libro de La Parra. Me di cuenta de que todo está contado y que ha visto toda la documentación, salvo la francesa. El problema para mí estaba en la lectura de la documentación y en la interpretación de momentos esenciales.
—¿Quién fue este ministro de la Monarquía?
—Un hombre con enorme sed de poder que establece artimañas para eliminar a sus rivales. Por ejemplo, la ruptura entre Godoy y Aranda, y el posterior destierro de este último. Aranda será eliminado políticamente con una calumnia y tras entregar un informe exhaustivo sobre cómo los franceses iban a destruir España- que entrega a Godoy- este último denuncia a la reina María Luisa una conspiración en marcha que es preciso eliminar. Y Godoy no será el ejecutor, sino que lo será el Rey, Carlos IV, movilizado por la reina Maria Luisa. Este arte de la delación será el que practicará Godoy con todos aquellos que percibe como amenaza: tras Aranda, Malaspina, Jovellanos. Godoy había ascendido al poder en 1792 y en 1798, bajo la influencia del Directorio francés, es depuesto de sus funciones. Quedan en el Consejo Saavedra y Jovellanos, que habían sido nombrados por Godoy y Godoy pasará a oponerse a ellos. Godoy entra en guerra para recuperar el poder. Saavedra consigue zafarse de consecuencias más graves, pero Jovellanos será exilado en Mallorca. A mi entender la Parra no analiza bien la relación entre Godoy y Jovellanos. Y Urquijo también es exilado.
—¿Cómo ejerció su ascendente sobre los Reyes, Carlos IV y Maria Luisa de Parma?
—El ascendente sobre la reina lo establece convirtiéndose en su amante, luego por su verborrea y luego cuando tiene un hijo con ella: el infante Francisco de Paula. El que se llevaban los franceses cuando se desata el 2 de mayo de 1808 y del que se hablaba como el del “Indecente parecido”.
—¿Qué vínculos va estableciendo con Napoleón?
—Napoleón toma nota de este comportamiento de Godoy, y en 1801 se da cuenta de la adulación que le brinda el futuro Príncipe de la Paz, cuando le pide un retrato para guardarlo con devoción. Napoleón era entonces primer cónsul, Y se da cuenta de que desprecia a Godoy, pero que en el futuro podrá usarlo.
—¿Cómo fue su gestión?
—Pues España perdió su flota en las derrotas del Cabo Santa María y Trafalgar y el inmenso territorio de la Luisiana, que entrega a Francia, bajo la promesade que no sería enajenado. Y Francia inmediatamente lo vende a Estados Unidos por un alto precio. Las arcas de España se vaciaron por los pagos que se hacían a Francia a cambio de una supuesta neutralidad en la guerra que enfrentaba a España con Inglaterra.
—¿Qué política establece Godoy en relación con Francia?
—Entre 1804 y 1808 Godoy juega una baza mortal para España: buscarse su independencia de la familia Real, gracias a algún nombramiento que le haría Napoleón. Crea una alianza con el corso al margen de los gobiernos francés y español. Talleyrand no tiene noticia de ello. Es una alianza personal. Para Napoleón está claro “Gracias a este bribón me abriré las puertas de España”. Godoy sabía que Napoleón aspiraba a parte del territorio español: Navarra, Cataluña y norte de Aragón. Por mucho que se trate de edulcorar la cosa, Godoy es un traidor. Esto es lo que no ve la Parra: la lógica estratégica del conjunto es sustituida por un relato que la difumina. Luego hay cuestiones como si la traición fuera consciente o inconsciente. Yo creo que es consciente.
—¿Por qué? ¿Cómo entran los franceses en España?
—El tratado de Fontainebleau que es una ficción, que permite a Napoleón ir camino de Portugal, ocupando España. Y entonces Godoy se entrega a él y escribe a Napoleón que “el pueblo de Madrid y el de Cádiz recibirán con entusiasmo a las tropas francesas”. El 17 de marzo se produce el motín de Aranjuez. Mientras tanto Godoy quiere un vínculo con Napoleón cueste lo que cueste: “para confirmar nuestra radiante alianza” le escribirá. Godoy tuvo suerte en sobrevivir a este periodo y, dado que muere en 1851, pudo escribir sus memorias: sus traiciones se las imputa al rey Carlos IV.
—¿De qué otras amenazas o rivales se había librado Godoy antes de la entrada de las tropas?
—En sept de 1805 Godoy expulsa a la aristocracia de Madrid, entre otros al Conde de Montijo.
Y luego está el caso de la princesa de Asturias, mujer de Fernando VII, aun príncipe: Maria Antonia de Nápoles, hija de Carolina de Nápoles. Dos personas quisieron eliminarla: tanto Godoy como Napoleón. Hay que tener en cuenta que los reyes Carlos IV y Maria Luisa vivían encerrados en sus palacios y que su único contacto con el exterior era Godoy. La princesa de Asturias llega de Nápoles y Viena y queda horrorizada por el ambiente de la corte. Aunque su relación con Fernando VII es dura, y tienen desencuentros carnales, ejercerá su influencia sobre él. M Antonia consigue prohibir el acceso de Godoy a los apartamentos privados que compartía con Fernando VII. Es la guerra. Napoleón odiaba a su madre, Carolina y decreta “no debe reinar”. Y Godoy está de acuerdo. La princesa escribe a su madre que cuando muera Carlos IV, Godoy será encarcelado. Tiene 19 años. Y la rutina de los reyes y de los príncipes transcurre entre El Escorial, Aranjuez y la Granja. Mª Antonia queda encerrada también. Godoy pretende ante Napoleón que la princesa ha preparado el envenenamiento de todos (los reyes y él). Esto se refleja en la correspondencia entre Nápoles y España, pero la Parra no le da importancia y tilda esto de conspiración de palacio. Mientras tanto, se recrudece la tuberculosis de la princesa y muere en 1806 con 20 años. La alianza de Godoy y Napoleón se remontaba a 1805.
—¿Qué actitud toma Fernando VII frente a “La Trinidad”, cómo llamaba su madre al triángulo Godoy, Carlos IV y ella misma?
—Hay que observar también que, a Fernando VII, le enseñarán más tarde en Francia a cazar, a bailar, a montar a caballo. Estaba sin educar y vivía encerrado. El carácter de Fernando VII se forja en este avispero, como se forjaría el de Stalin en el seminario de Tiflis. La reina Maria Luisa odiaba a su hijo mayor, a muerte. Sólo quería al pequeño, al hijo de Godoy. A los 5 años quieren hacer almirante a Francisco de Paula. Y entre la colección de 927 cuadros de Godoy hay uno catalogado como Su Alteza Serenísima “et son fils” en una fecha en que Godoy aún tenía sólo una hija con la Condesa de Chinchón. Y este fils tiene 14 años, los que tenía el infante, nacido en 1794.
—¿Y el pueblo español, como asistía a estos momentos?
—El motín de Aranjuez puede ser una revuelta incitada, el pueblo reacciona contra Godoy y quiere destruir todo lo que tenga que ver con él. La hambruna de 1807 del pueblo había sido contemporánea a la construcción para Godoy del Palacio de Buenavista. Las tropas francesas, 50.000 soldados, entran con el beneplácito de Carlos IV. El pueblo habla del rey tonto, la reina puta y el favorito, que oprime a todos. La gran esperanza es ya Fernando VII y al principio el pueblo cree que las tropas vienen a poner en el trono al príncipe. Pero empiezan a desconfiar de las intenciones del corso en abril. Napoleón dirá “N´epargnez pas la canaille”. Desde Trafalgar y otros desastres para España, el enriquecimiento de Godoy había sido enorme.
—¿Qué supuso para España la invasión francesa?
—Para España una destrucción parecida a la de Vietnam y la pérdida del imperio. Pero Napoleón muchos años más tarde, como corso que era, reconocerá que “los españoles reaccionaron en masa como un hombre de honor” y “merecían mejor suerte”.
