
Fue en el 1973 cuando se celebraron unas jornadas en el Teatro Juan Bravo que supusieron el germen de la presencia continua de la Iglesia Evangélica en Segovia. Con motivo de ese 50º aniversario que se conmemora este año, mañana sábado y en ese mismo teatro, sus responsables organizan un concierto solidario a cargo del Coro Gospel de Madrid, a beneficio de la Asociación Paladio Arte a partir de las 19,30 horas.
Antes, hoy viernes, se proyectará en el Aula San Quirce el documental ‘Lume. La llama sigue viva’, de la directora cuellarana Sara Pesquera, que después participará en un coloquio junto a una de las productoras, Lydia Rodilla y a José Mª Galán, que ha realizado una investigación histórica sobre la presencia evangélica en la provincia que ha servido de base para este trabajo cinematográfico que se estrenó en el mes de febrero en los Cines Arte7 Segovia con la asistencia de más de 350 personas.
Galán, uno de los responsables de la Iglesia Evangélica de Segovia, comenta que tenía 7 años cuando se celebró ese evento en el Teatro Juan Bravo, en el que participó porque el programa incluyó actividades infantiles. Explica que en los actos conmemorativos de mañana sábado estarán presentes algunos protagonistas de esos primeros años de la creación de la Iglesia Evangélica que echó a andar en un pequeño local del número 20 de la avenida del Obispo Quesada, pasó después al número 14 de esta misma vía hasta llegar a la actual sede en la calle Tours del barrio de La Albuera en 1991.
Cuenta que, aunque la presencia evangélica en este medio siglo que ha transcurrido desde entonces no ha estado exenta de resistencia por una parte de la sociedad segoviana, y una parte de la Iglesia Católica —a él mismo le llegaron a hacer el vacío en el colegio, incluso sus propios amigos y a llamarle “hereje”—, a partir del Concilio Vaticano II y gracias a la presencia en Segovia de personalidades de mentalidad abierta como el obispo Antonio Palenzuela, “maravillosa persona”, dice, o el sacerdote y profesor Domiciano Monjas, la oposición a este movimiento religioso ha sido “menos dura” que en provincias como Ávila, donde sí humo conflictos más graves.
Galán considera “normal esa resistencia a los cambios” pero señala que en 1981 abrió sus puertas la Iglesia Evangélica en Cuéllar y en 2009 se funda la Asociación Socio-Cultural Gabriel Sánchez, con fines sociales y culturales relacionados con la Iglesia Evangélica. Paralelamente han nacido otras comunidades evangélicas en Segovia, desde la Iglesia de Filadelfia, con peso en la comunidad gitana; la Iglesia Protestante, con sede en José Zorrilla, y así hasta las 15 repartidas por la provincia, que congregan entre 600 y 700 personas.
Este año se celebra medio siglo de presencia continuada en la provincia aunque la investigación histórica de Galán, recogida en el documental ‘Lume. La llama sigue viva’, que se proyectará esta tarde, a las 19,30 horas en San Quirce, recoge presencias temporales en el siglo XIX y XX, con personas que ya difundieron entonces la cultura evangélica, guiados por la Palabra de Jesucristo en la Biblia. Significativa es la labor de un matrimonio en la comarca de Sepúlveda durante la 2ª República, aunque el varón, natural de Palencia, fue asesinado por falangistas en la provincia de Ávila durante la Guerra Civil.
Desde la Iglesia Evangélica de Segovia recomiendan el documental histórico que narra esa presencia evangélica en la provincia, tanto por su calidad técnica como por el contenido.
En cuanto al concierto de gospel, el motivo de su carácter solidario a beneficio de Paladio, “es porque queríamos que la recaudación fuera para una entidad segoviana que realiza una labor social tan importante desde el arte y con personas con capacidades diferentes”, según Galán. Una conjunción desde una actividad artística como es la música coral con una asociación que lucha por la integración con el teatro.