La hostelería reclama que se habiliten los baños públicos para dar un mejor servicio a los turistas

Los empresarios lamentan que sus establecimientos tengan que atender las necesidades de quienes llegan a Segovia

Turistas en la Plaza Mayor la pasada Semana Santa.

La Semana Santa puso en evidencia de nuevo los problemas que mantiene la ciudad para acoger un volumen grande de turistas. Entre otros aspectos, quedó en entredicho la disponibilidad y la información sobre la disponibilidad de aseos públicos.

Los hosteleros representan un colectivo que más siente las preocupaciones de los visitantes. Y la falta de aseos públicos repercute en su actividad porque muchos de los turistas acuden a estos establecimientos para hacer uso de los aseos que, por ley, deben tener a disposición de sus clientes.

Pero también son muchos los turistas que utilizan los aseos de los bares y restaurantes sin realizar consumo en el local. No todos los hosteleros segovianos sufren del mismo modo esta situación, ni tampoco la acogida causa efectos iguales.

El tema es recurrente, según explica el presidente de la patronal de la hostelería, Jesús Castellanos. “Llevamos años presentando esta queja al Ayuntamiento porque los baños de la Plaza Mayor han estado cerrados prácticamente todo el tiempo”. “Que en Segovia seamos líderes en turismo no encaja con este tipo de cosas. A los turistas hay que mimarlos. Creemos que hay que tener mucha más sensibilidad con el turista porque da la impresión de que muchas veces no la tenemos”.

Castellanos critica que desde el Ayuntamiento se vanaglorien de haber alcanzado récord de visitantes en Semana Santa, y no estén atendidas algunas necesidades como los baños públicos. “Se nos llena la boca cuando hacemos ruedas de prensa para decir la cantidad de gente que ha venido a Segovia, y nos parece a todos estupendo; pero muchas veces lo que conseguimos es que el turismo que viene se haya ido con una mala impresión o una mala imagen de la ciudad”. “Necesitamos un turismo de calidad y que venga a una ciudad que es patrimonio de la Humanidad, que ofrezca los mejores servicios a los turistas. Eso es lo que pedimos desde Hotuse”.

El presidente de los hosteleros matiza que no se trata de un problema generalizado para todos los socios “pero sí es cierto que muchos se quejan de que al final sus establecimientos se convierten en baños públicos. Al no existir otros en la calle, algunos de los visitantes acuden a los bares o restaurantes”.

“La mayoría de nuestros socios permiten el uso, pero hay que tener en cuenta que los servicios de los establecimientos de restauración no son baños públicos; aunque, lógicamente si te viene una persona mayor que lo necesita, no le puedes decir que no, o a un niño; pero no todo el mundo se comporta del mismo modo”.

La mayor parte del año no hay ningún incidente reseñable con esta situación, pero en épocas de afluencia masiva, como ha sido la pasada Semana Santa, “es un problema”. “Bastante masificados tenemos los locales con las exigencias de nuestros clientes como para encima tener que intentar dar un servicio añadido a personas que no son nuestros clientes, porque el que va a ir a un baño público es difícil que tenga pensado entrar en un restaurante”, agrega Castellanos.

En parecidos términos se expresa la empresaria Esther Núñez, de la heladería Farggi, quien recuerda que en la zona en la que tiene su negocio de hostelería, cerca del Acueducto, son muchos los que acuden para utilizar el aseo porque los baños públicos del Centro de Recepción de Visitantes, bajo la terraza de Santa Columba, están cerrados. “El Ayuntamiento no da otras opciones cuando los cierra”, añade.

Para el hostelero Julián Conde, que regenta El Cochifrito, con establecimientos en la Avenida del Acueducto y en la Plaza Mayor, la situación es “llevadera” en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, piensa que no todo el mundo se comporta de la misma forma, y se dan situaciones peculiares en momentos puntuales, como en fiestas patronales, en las que incluso algunos establecimientos llegan a cerrar sus baños.

“A mí no me importa que entren al aseo y no se tomen nada, pero sería conveniente que los baños públicos estén abiertos para quien los necesite”, añade.

RECLAMACIÓN HISTÓRICA
La demanda de baños públicos abiertos y en condiciones no es nada nuevo. Hace ya más de cuatro años que la patronal de la hostelería reclamaba al Ayuntamiento la disponibilidad de más infraestructuras para atender la demanda de los visitantes a la ciudad.
Entonces presidía esta agrupación, Roberto Moreno, con un establecimiento en la Avenida del Acueducto. Y decía: “Los baños de nuestros restaurantes se han convertido en un servicio público”. En su opinión Segovia sufre “carencia” de baños públicos, sobre todo en la zona centro.

Pero además, desde la patronal de la hostelería indican que hay “absoluta falta de información” sobre la ubicación de estos baños, lo que provoca que muchos establecimientos hoteleros del centro sufran a diario las visitas de personas que tan solo entran en sus locales para hacer uso del cuarto del baño. “Los baños de los bares y restaurantes se han convertido en un servicio público que tendría que ofrecer el Ayuntamiento de Segovia”, declara otro empresario del sector que prefiere no dar el nombre. “En muchas ocasiones los servicios acaban en condiciones que al final perjudica a la imagen del propio establecimiento”, agrega a la vez que recuerda que en esta época llegan muchas excursiones de estudiantes o grupos con guías que no acuden “en tromba” a los baños y a veces ni respetan los sitios donde han de entrar.

EN PROYECTO SU MEJORA
Desde el Ayuntamiento de Segovia, el concejal de Turismo, Miguel Merino, explica que la causa de que los baños de la Plaza Mayor estén cerrados desde finales del año pasado es porque apareció un problema estructural que exige una reparación completa. “No es una mera reparación o una renovación de los alicatados o de los sanitarios, sino que el problema es estructural de la cubierta y por eso se decidió de cerrarlos” hace unos meses.

El concejal Miguel Merino recuerda que los baños de la Plaza Mayor se encuentran pendientes de estas obras, para lo que se está redactando un proyecto y cuyo coste rondará los 250.000 euros. “Una vez que tengamos el proyecto, buscaremos la financiación en los presupuestos municipales para poder ejecutar cuanto antes esa intervención”. Además son unos de los que no están adaptados para ser accesibles para personas con movilidad reducida.

En total, el Ayuntamiento tiene contabilizados 22 aseos públicos, aunque no todos están abiertos de forma permanente, y los más céntricos, los de la Plaza Mayor y el Centro de Recepción de Visitantes, no están operativos.

En este listado incluye el del Centro Didáctico de la Judería, la Casa de la Lectura, La Alhóndiga, los aparcamientos del Acueducto Oriental, el de la Avenida del Acueducto, y el de José Zorrilla; el del Jardín Botánico, el Santuario de la Fuencisla; los de los pabellones deportivos María Martín, Frontón Segovia, El Peñascal, Pedro Delgado, Enrique Serichol y Agustín Fernández; y el más moderno, el de la Estación de Autobuses, que es de pago.

El auge de las casetas portátiles

Algunos hosteleros segovianos recuerdan que el mercado tiene alternativas rápidas ante la ausencia de baños públicos fijos. Se refieren a las casetas portátiles que en alguna ocasión ya se ha instalado el Ayuntamiento en fechas puntuales, como la Tardebuena o algunos días de ferias y fiestas patronales.

Desde la Asociación Española de Alquiladores de Sanitarios Portátiles Ecológicos (Aespe) recuerdan que existe un Real Decreto, publicado en el BOE y vigente desde noviembre de 1982, sobre Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, que exige colocar cuatro baños por cada 500 espectadores, de los que la mitad estarán destinados a mujeres; y por cada 125 espectadores, debe haber un urinario.

La asociación de empresas entiende que esta normativa debería ser revisada, sobre todo porque no se tiene en cuenta a personas con movilidad reducida. En todo caso insisten en que hay que comenzar por aplicarla. “Debería ser revisada con urgencia esta normativa porque han pasado bastantes años y debe estar adecuado a las exigencias actuales de sectores vulnerables”, apunta su gerente, Sebastián Ortiz.

Para saber cuántos baños portátiles hace falta colocar en una ciudad, la asociación ofrece en su página web (www.aespe.com) una tabla de eventos según la norma UNE16194 que calcula cuántos baños portátiles se deben colocar según el número de personas. Pero si no se quiere cumplir la tabla europea que recomienda la asociación, bastará con que se cumpla el Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto.

Otro de los factores que lleva a la asociación a promocionar el alquiler de estos elementos es el ahorro de agua que conllevan y lo que cuesta este bien a todos los ciudadanos que pagan impuestos. Según explican, una cisterna convencional gasta ocho litros de agua en cada uso. En 750 usos, suma un total de 6.000 litros de agua. Un baño portátil tiene una capacidad de 240 litros y en los mismos 750 usos del ejemplo, utiliza solo 20 litros de agua.

“Así que exijan sanitarios a los ayuntamientos en cada acto público y que sean portátiles y no conectados a red. Debemos tomar conciencia del desperdicio que esto significa. ¿Han calculado lo que se podría ahorrar en agua ese ayuntamiento si colocara baños portátiles? Aparte del coste económico son 6.000 litros de agua contra 20 litros en los mismos 750 usos”, añade el gerente de la asociación.

“Cuando las personas utilizan sanitarios portátiles, sin saberlo, participan en la protección de uno de los recursos más valiosos de la Tierra: el agua. Las autoridades deben tomar conciencia de una vez que hacer sus necesidades fisiológicas en las calles no es digno de hombres y mujeres civilizados” y que “aplicar multas cuando no colocan baños públicos no es lo razonable”.

La hostelería reclama que se habiliten los baños públicos para dar un mejor servicio a los turistas
Baños de la estación de autobuses

Medio euro para utilizar el de la Estación de Autobuses

Entre los aseos públicos que se encuentran operativos actualmente en la ciudad se encuentran los de la Estación de Autobuses, en la Avenida de Ezequiel González. Tras la reforma de estas instalaciones, el Ayuntamiento decidió instalar unos tornos de control de acceso y , desde hace unas semanas, para usarlos es preciso pagar 50 céntimos de euro.