UCCL.
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Parece ser que el año 2023 no quiere dar una sola tregua a los campesinos segovianos. A la terrible sequía que ha asolado los campos de la provincia en los últimos meses, provocando pérdidas estimadas de hasta dos mil millones de euros, ahora se suma una nueva desgracia, esta vez en forma de virus. Se trata de la enfermedad hemorrágica epizoótica o EHE, una dolencia que afecta a animales rumiantes domésticos y salvajes (en ningún caso a seres humanos) y de la que se están infectando una gran cantidad de vacas de los ganaderos de Segovia. Un nuevo y duro golpe que ya está empezando a generar nuevas pérdidas económcas para los campesinos.

Lo cierto es que se trata de una enfermedad bastante nueva y desconocida, no solo para la provincia, sino para toda España, ya que no había llegado dentro de nuestras fronteras hasta hace menos de un año. Históricamente, la EHE siempre había circulado en América del Norte, Australia, Asia y África, pero nunca había sido detectada en la Unión Europea y menos en la Península Ibérica. Hasta que, el pasado 10 de noviembre de 2022, las autoridades italianas comunicaron la detección del virus en varias explotaciones de ganado bovino en la isla de Cerdeña y, unos días más tarde, en Sicilia. El 18 de noviembre de 2022 se detectaron los primeros casos en España, concretamente en el sur del país, donde comenzó una expansión sin frenos por todo el territorio nacional.

Los campesinos ya vienen de una crisis por fuertes sequías que causó pérdidas de 2.000 millones de euros.
Los campesinos ya vienen de una crisis por fuertes sequías que causó pérdidas de 2.000 millones de euros.

LA EHE

La enfermedad hemorrágica epizoótica es una afección vírica infecciosa no contagiosa y transmitida por vectores. En este caso, picaduras de mosquitos, concretamente los del tipo Culicoides, un género de insectos conocidos por tener especies hematófagas (que se alimentan de sangre) y caracterizadas por poseer una picadura molesta e irritante en relación con su tamaño.

En el ganado vacuno, la EHE puede producir clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas, en las que se producen fiebres, lesiones en la mucosa bucal, cojeras por inflamación de los rodetes coronarios, etc. Todo esto les dificulta el acceso al agua y a la alimentación, y, en el peor de los casos, puede provocarles la muerte al no poder recuperarse. Por su parte, el ganado ovino también es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, mientras que el caprino es muy poco susceptible a la infección. También puede afectar a ciervos, gamos y corzos.

Se trata de una enfermedad de declaración obligatoria, de la cual aún no existe medicación específica ni vacuna autorizada en la UE. Según el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, una de las medidas que se recomienda para el control de la enfermedad consiste en la lucha vectorial, mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como el uso de insecticidas y larvicidas para el control de las posibles zonas de cría. Para garantizar una desinsectación eficaz, es necesario, entre otros aspectos, usar un insecticida que sea efectivo frente al vector.

SITUACIÓN EN SEGOVIA

La EHE llegó a la provincia de Segovia durante la primera quincena del pasado mes de agosto, cuando se empezaron a observar los primeros animales con síntomas, tal y como ha contado a El Adelantado de Segovia Adrián Gómez, responsable de Vacuno de Carne de la Unión de Campesinos de Segovia-UCCL: “La unidad veterinaria mandó al laboratorio algunas muestras con las que pudieron confirmar la presencia de esta enfermedad en el ganado bovino de la provincia”.

Adrián Gómez, responsable de Vacuno de Carne de la UCCL.
Adrián Gómez, responsable de Vacuno de Carne de la UCCL.

La UCCL estima que, desde entonces, han contraído la EHE unas 20 vacas cada día, lo que supone que el número de animales infectados en una explotación oscila entre el 20-25% del rebaño, aunque en algunas ocasiones se han podido encontrar hasta el 50% del rebaño. Los ganaderos ante cualquier alerta en sus vacas, proceden a un tratamiento sintomático, pero desgraciadamente no siempre funciona, y, a pesar de los incansables cuidados, muchas acaban falleciendo (se estima que entre el 1 y 7%).

El tratamiento que están siguiendo la mayoría ganaderos, explicado por Adrián, es el siguiente: “En cuanto vemos sintomatología en un animal, lo primero que suele hacer es apartarlo del resto del rebaño y se le conduce a un corral aislado. Allí se le facilita un mejor acceso al agua y a la comida, aunque la mayoría a duras penas pueden comer por las ulceraciones en la boca. Pero bueno, les damos pienso en forma de harina o gránulo, que parece que lo están aceptando mejor, mientras se les pone el tratamiento paliativo a base de antiinflamatorios y vitaminas, que les realizan lavados bucales y nasales para aliviar les un poco”. Adrián ha aclarado que también hay ejemplares asintomáticos, que, aunque bajan su rendimiento durante unos días, pronto se recuperan.

Todo esto está empezando a afectar a la producción de leche y, sobre todo, de carne de ganado extensivo. Y es que la evidente muerte de algunas vacas se junta con otros factores que lastran el trabajo de los ganaderos: “Las altas fiebres provocan que las vacas aborten y que algunos sementales se queden infértiles. Por lo tanto, al final supone una importante pérdida de terneros”.

PROTOCOLO Y AYUDAS

Aún es pronto para conocer la cuantía de las pérdidas, pero los ganaderos ya se muestran desesperados ante una enfermedad que continúa avanzando y que ya prácticamente se puede considerar una pandemia. Por eso, desde la Unión de Campesinos acusan a las administraciones públicas, especialmente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de inmovilismo frente a esta situación: “Debería moverse un poco más. A día de hoy no tenemos por protocolos de actuación, de cómo comunicar los casos, de qué hacer, no tenemos ayudas… Hay muchas ideas en el aire, pero nada claro y contundente”.

La UCCL pide un protocolo claro de actuación donde, en primer lugar, se contemplen medidas para la desinsectación de las instalaciones y los animales que ayuden a controlar la enfermedad y, por otro lado, se establezcan de forma urgente ayudas económicas que compensen las pérdidas de producción que los ganaderos de vacuno están sufriendo. Cabe apuntar que el seguro ganadero, en caso de tenerlo, no contempla las bajas provocadas por esta enfermedad, por lo que los ganaderos de vacuno están teniendo que asumir la totalidad de las pérdidas económicas.

Por otro lado, los campesinos creen que el Ministerio está actuando de forma demasiado lenta, especialmente en lo que se refiere a los datos oficiales de la EHE (ver mapa): “Se están actualizando con mucho retraso porque solo consideran actualmente en Segovia un foco de principal importancia en la zona de Riaza. Esto no es así, ya que los casos están repartidos por toda la provincia, ha asegurado Adrián Gómez.

Focos de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica
Focos de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

Además, el responsable de Vacuno de Carne también ha protestado por la falta de previsión de otras administraciones competentes frente a esta enfermedad: “Tuvimos una reunión con Teresa Rodríguez, la directora general de producción agropecuaria, en la que nos transmitieron tranquilidad a través de unos datos que no se están reflejando en la realidad”.

Desde la UCCL están expectantes, porque parece que lo peor de esta pandemia puede estar por llegar: “Los compañeros de la Unión de Extremadura han tenido tasas de mortalidad mucho más grandes y nos han avisado de que esto podría ser solo la punta del iceberg”, afirma Adrián. La nota de esperanza, eso sí, la pone la bajada de temperaturas: “La sequía acelera este tipo de enfermedades, pero creemos que el mosquito puede perder algo de actividad de cara al otoño y ralentizarse. Eso sí, en eñ sur del país, que lo llevan viviendo todo el verano, está siendo desastroso