El alcalde de Soria, Carlos Martínez, en un acto público. / ICAL

“La despoblación es un problema de Estado, que no surge por generación espontánea y tampoco es totalmente irreversible, desde el punto de vista de la desigualdad”. Ese es el análisis del alcalde de Soria, el socialista Carlos Martínez, que recientemente ha participado en Segovia en una jornada organizada por la Asociación Pluralismo y Convivencia Social, junto al profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Valladolid y ex director general de Ordenación del Territorio y Planificación de la Junta de Castilla y León, Antonio Calonge.

El regidor soriano, ante un auditorio formado por unas cuarenta personas añadió que “no podemos entender la despoblación solo desde la demografía versus envejecimiento y ratios de población”, ya que considera que a esta situación se ha llegado por “un modelo de concentración, de inversiones en infraestructuras en unos territorios en detrimento de otros, que ha conllevado el éxodo hacia las grandes urbes, que es insostenible”.

En este sentido, Martínez aboga por la “voluntad política” que quede plasmada en “normas, inversiones, presupuestos y resolución para un cambio territorial”. Así, incide en que son precisas “políticas públicas diferentes” para que los territorios despoblados puedan ser competitivos, a través de “inversiones públicas en recursos ferroviarios, viarios, tecnológicos y eléctricos, que asienten empresas y se genere empleo”, financiadas con los Fondos Europeos que están llegando. “La clave está en la competitividad territorial”, sostiene.

“No hay un diagnóstico sobre la despoblación, sino solo datos”, afirma, al tiempo que insiste en la necesidad de abordar el fenómeno con soluciones transversales en el tiempo, con inversiones públicas. También subraya que “la despoblación agudiza el cambio climático”, lo que redunda en incendios y la destrucción de biodiversidad.

Por su parte, Calonge apunta que “la despoblación es un problema de gran magnitud”. “No es un reto, sino un problema que versa sobre la igualdad de los ciudadanos y nos atañe a todos en distinta medida”.

Tras indicar que “la ordenación del territorio y el despoblación están intrínsecamente unidas”, en el acto celebrado en Segovia manifestó que el actual modelo es arcaico, procede de la Edad Media. Así, “entre las tareas pendientes de esta Comunidad está la modificación de la ordenación territorial, de la planta local, para solucionar el problema de la despoblación”.

Por eso propugna que la Junta de Castilla y León lidere la lucha contra este fenómeno y considera conveniente la promulgación de una ley basada en los principios de ruralidad.

“Castilla y León es una Comunidad Autónoma rural y debe ser tratada así. No se pueden pedir los mismos requisitos para un municipio de menos de mil habitantes que para otro mucho más grande”, señala este profesor de la UVa que apuesta, además, por un cambio en sistema de financiación.

El encuentro, con el título de ‘La despoblación: consecuencias y posibles respuestas’, estuvo moderado por los vocales de la asociación José María Sanz y Pedro Palomo, este último presidente de la Empresa Familiar de Castilla y León, quien se encargó de cerrar la sesión.

Así, Palomo remarcó los beneficios que tendrían beneficios fiscales en las zonas rurales y más despobladas para la atracción de empresas y la inversión, donde son necesarias la banda ancha, las instalaciones eléctricas y personal tanto cualificado como no cualificado. Sobre este último punto, abogó por que “las administraciones públicas apoyen la FP dual”.

La Asociación Pluralismo y Convivencia Social nació en febrero de 2020, como un foro de encuentro y diálogo de carácter plural, en un marco de respeto y bajo los principios y valores democráticos.

“La despoblación no es algo irreversible”
Antonio Calonge, profesor de Derecho Administrativo de la UVa y ex director general de Ordenación Territorial de la Junta. / ICAL