
Recordaba hace unos días la historiadora Mercedes Sanz de Andrés, autora del libro ‘La Semana Santa de Segovia. La vivencia de un pueblo” editado por Librería Cervantes’, que “la Semana Santa de Segovia, declarada de Interés Turístico Nacional, fundamenta su personalidad en la antigüedad de su historia, el alto valor patrimonial de sus imágenes, el espectacular marco urbano por el que discurren las procesiones y, sobre todo, en la fe y religiosidad de nuestros antepasados y de los actuales hermanos y cofrades”.
Todos esos elementos se concentraron el Viernes Santo en la almendra del casco histórico, entre la Plaza Mayor y el Azoguejo, durante las dos horas de desfile de los catorce pasos que recrean escenas de la pasión y muerte de Jesucristo en la centenaria Procesión de los Pasos, acto central de la Semana Santa de la ciudad desde que la diseñó en 1907, inicialmente para el Jueves Santo, el entonces obispo de la Diócesis Julián Miranda.
Fue un acto multitudinario, con una temperatura adecuada, sobre todo a las 20,30 horas, hora de salida desde la Catedral de los pasos pertenecientes a diez cofradías, hermandades y feligresías segovianas.
El presidente de la Junta de Cofradías, Víctor García Rubio, se mostraba hoy muy satisfecho con el cumplimiento del programa de la Semana Santa y especialmente con la unión de los cofrades, teniendo en cuenta que la Procesión de los Pasos involucra directamente a más de 2.500 personas, acercándose a los 3.000 si se cuentan “los que no salen, no aparecen pero ayudan a que todo transcurra con normalidad”.
No se ha cansado García Rubio de repetir, desde que presentase el programa en el mes de marzo, que la Semana Santa es para muchos “uno de los mayores eventos culturales del año” y reconoce “que hay muchas lecturas e interpretaciones” porque reúne, entre otros aspectos, tradición, historia, arte y cultura. “Sin embargo, todo eso queda reducido a la mínima expresión si dejamos de lado la vertiente más importante de la Semana Santa: la religiosidad y la espiritualidad”, ha subrayado, por ejemplo, desde el programa del Pregón de las Siete Palabras que el mismo Viernes Santo pronunció en la Catedral el obispo emérito de Segovia, monseñor Ángel Rubio Castro.

Desde la Junta de Cofradías, su principal responsable señala que, tras las principales procesiones del Triduo Pascual, los comentarios generales desde el interior de estas agrupaciones “es que todos están muy contentos” por su desarrollo prácticamente sin incidentes, aunque aprovecha García Rubio para agradecer a la Policía Local su colaboración, por ejemplo en un incidente sanitario que tuvo lugar en la calle de José Zorrilla, cuando el Santo Cristo de la Cruz regresaba a su ermita del barrio del Cristo del Mercado el viernes por la noche.
El dispositivo de la Policía Local no se ha limitado a las procesiones sino que es imprescindible, especialmente desde el Miércoles Santo, para regular el intenso tráfico que puntualmente ha motivado el cierre para vehículos del recinto amurallado, e incluso de otras zonas adyacentes del centro de la ciudad.

Temperatura primaveral
Al igual que en la jornada del Jueves Santo, las temperaturas primaverales contribuyeron a que la Procesión de los Pasos del Viernes Santo rozara la perfección, con miles de personas en el recorrido oficial. La Cofradía de la Oración en el Huerto, con sede en el barrio de San Lorenzo, salía puntual de la Catedral a las 20,30 horas y durante las dos horas que tardaron en desplazarse por la Plaza Mayor el resto de pasos, destacó la esmerada organización.
Si acaso, a medida que fue ganando metros, algunos espectadores han hecho saber a El Adelantado que, por ejemplo, en la calle de San Juan, poco antes de alcanzar el Acueducto, “hubo momentos en los que trascurrieron diez minutos entre una cofradía y otra”, circunstancia que también le ha llegado al presidente de la Junta de Cofradías, quien ayer indicaba que desconocía el motivo y añadía que “nosotros procuramos que sea lo más compacta posible pero, como siempre, se analizará en asamblea para buscar soluciones”.
El estandarte y grupo a caballo de la Junta de Cofradías, junto al Guión de la Santa Iglesia Catedral, abrieron un cortejo que destaca por recrear en artísticas esculturas escenas como la Oración en el Huerto, la Flagelación del Señor, Jesús con la Cruz a Cuestas , María Santísima de las Angustias, Santo Cristo de la Cruz, Santo Cristo de San Marcos, Santo Cristo en su última palabra, Soledad al pie de la Cruz, El Calvario, María Magdalena junto a Jesús en la Cruz, La Piedad, Santo Cristo de los Gascones, Camino del Sepulcro (Cristo Yacente) y Soledad Dolorosa. La talla más antigua es el Cristo de los Gascones, románico (siglos XI-XII) y articulado, y la más moderna, el Cristo en su última palabra (1946), del escultor segoviano Aniceto Marinas, autor también de la espléndida Soledad al pie de la Cruz, ambas con sede en San Millán.

Detalles, instantes, lo anecdótico… forman parte también de esta procesión, donde sobresale la incorporación de niños a bandas, a grupos de verónicas, etc. —las cofradías se enfrentan al reto del relevo generacional, sobre todo en barrios de escasa población y cada vez más envejecida como San Marcos o El Salvador, entre otros— pero también los penitentes, entre ellos muchos músicos de las bandas titulares que caminan descalzos, las capas castellanas de algunos cofrades del barrio ‘hortelano’ de San Lorenzo o la sobriedad de la Feligresía de San Andrés, con su Banda de ‘El Cirineo’, muy joven y que se caracteriza por utilizar únicamente la percusión mientras acompañan al extremadamente realista yacente de Gregorio Fernández (siglo XVII), así como la Soledad Dolorosa, del barrio de Santa Eulalia, bajo palio, a la manera andaluza.

Sermón de las siete palabras
El obispo emérito de Segovia, monseñor Ángel Rubio Castro, pronunció la tarde del Viernes Santo en la Catedral el Sermón de las Siete Palabras, y empezó su intervención hablando de la ciudad que es, dijo, “religiosidad, arte, devoción y cultura” para hacer, a continuación, un juego de palabras con las siete letras de la palabra Segovia: S-antidad, E-vangelio, G-racia, O-ración, V-ida, I-magen y A-mor”.
Tras un sentido y emocionante sermón, quiso dirigirse casi al final a las cofradías y hermandades, a sus miembros, a quienes dijo que también “estáis llamados a ser apóstoles y evangelizadores en vuestro hogar, en vuestro trabajo, en vuestra profesión y en todas las circunstancias y ambientes que entretejen vuestras vida”.
En ese sentido, animó a tomar la palabra sin miedo ni vergüenza porque “en esta hora, más que en épocas anteriores, ante el avance del laicismo militante, es urgente también, robustecer la presencia confesante de los católicos en la vida pública, sin complejos, sin tener vergüenza, con decisión, con valentía y convicción”.
Nuevamente, para concluir, dedicó un poema a la ciudad: “Segovia siete letras. / Siete palabras. / Siete expresiones. / Luminosa como el sol que nos alumbra. Segovia con la dama de las catedrales. / De altura como sus torres./ Esbelta agilidad de sus agujas./ La sucesión de los siglos acumula espléndida armonía./ Estaremos aquí contigo, con tus costumbres y tradiciones/ de ayer, hoy y siempre.”
Procesión del Encuentro mañana por la mañana
Tras la Vigilia Pascual esta noche de Sábado Santo —el programa de la Junta de Cofradías destaca las realizadas en la Catedral y en el monasterio de monjes jerónimos de Santa Mª del Parral—, para la mañana del Domingo de Resurrección está prevista la Procesión del Encuentro con los pasos de Nuestra Señora del Rocío y el Cristo Resucitado. La primera partirá de la iglesia de San Sebastián a las 10 horas, y el segundo de la Catedral a las 11, para finalizar de nuevo en la Plaza Mayor, donde se produce el encuentro.
A las 12.30 horas, en los Jardinillos de San Roque, se celebrará un Homenaje al escultor Aniceto Marinas y ya por la tarde, a las 20 horas, en la iglesia del Seminario, ‘Romances Castellanos de la Pasión de Cristo’, con Fernando Ortiz y Llanos Monreal.